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Evita el defecto de las personas mayores
Respeto mucho a las personas mayores. De verdad.
Han vivido tanto que a menudo son las más amables, divertidas y reflexivas.
Pero también debo decirte que muchas de ellas tienen un defecto: pasan horas viviendo en el pasado en sus conversaciones.
Hablando de hazañas que consiguieron y aventuras que corrieron en su juventud.
Contando anécdotas, relatos de triunfos y exploraciones de hace muchos años.
Haciendo largos monólogos sobre los dragones que mataron, las montañas que ascendieron y las hazañas que realizaron.
No estoy quejándome. Solo te informo. En ningún caso juzgo. Es mi opinión. Acaba siendo aburrido.
Y cuando veo cómo se desarrolla este fenómeno, me doy cuenta de que esas almas buenas se han quedado estancadas.
Han caído en la trampa de creer que sus mejores días han quedado atrás. Han perdido muchas de sus esperanzas. No ven tiempos mejores en un futuro más brillante, porque la cantidad de días que les quedan por delante es mucho menor que la de los días pasados.
Y así, se aferran a sus historias. Recuerdan los momentos especiales una y otra vez.
Ten cuidado, evita caer en este error, y a medida que te hagas mayor, haz que lo que esté por venir sea aún mejor.