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Reflexiona sobre la ley de los soberanos perdidos

Te invito a reflexionar sobre una ley consagrada: en la actualidad no recordamos a la mayoría de los reyes, reinas, presidentes, primeros ministros, emperadores, grandes guerreros y líderes icónicos de la historia. Fueron los titanes de su tiempo. Las celebridades de su época, a las que las masas trataban como a dioses y millones de personas reverenciaban. Pero eran mortales y dieron de comer a los gusanos.

Hoy, tú y yo no conocemos al noventa y nueve por ciento de ellos. Solo recordamos a algunos de los que de verdad fueron monumentales. ¿Los demás? Anónimos. Olvidados. Bastante irrelevantes. Es casi como si nunca hubieran vivido.

Nos da perspectiva, ¿verdad? Aunque alcancemos la cima del éxito como lo define nuestra cultura, es muy probable que, aparte de que nos escriban una larga esquela y que nuestros familiares y amigos estén presentes en nuestro funeral, nadie piense en nosotros siquiera unos meses después de haber fallecido.

Ante esta realidad, tu labor está clara: vive tu vida. Ten tus sueños. Corre tu carrera. Deja de vivir de una manera diseñada para encajar, tranquilizar a todos y evitar que la manada te rechace (lo que casi siempre te lleva por mal camino). Nadie recuerda a la mayoría de esos héroes de la historia, así que ¿por qué tomarte tan en serio la necesidad de desfilar con la mayoría y renunciar a tener la vida que desea la parte más sabia de ti?