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Vive con plenitud para que puedas morir vacío

Voy a echarte de menos. Gracias por permitirme estar a tu servicio mientras creas una vida llena de riquezas reales y genuinas, una vida de la que estoy seguro de que estarás muy orgulloso al final.

Te escribo este último mensaje desde mi vieja casa de campo. Me siento muy agradecido por el tiempo que he pasado contigo. Esta mañana hace frío. Suena una dulce canción country. Los pájaros cantan y mis ojos cansados ven la niebla flotando sobre las colinas a lo lejos, más allá del olivar. Mi corazón me dice que te llegarán grandes regalos y que tu futuro será muy brillante. Felicidades. Te mereces lo mejor, mi amigo especial a distancia.

No te robaré mucho más tiempo. Espero que nuestro viaje juntos te haya dejado inspirado, enriquecido y absolutamente decidido a aplicar todo lo que con la máxima humildad te he ofrecido para que forme parte de tus días. Y se convierta en tu nueva forma de vida.

Sin embargo, lo que más deseo para ti puede decirse de una forma muy sencilla: Vive con plenitud para que puedas morir vacío.

Pienso en lo que George Bernard Shaw escribió en cierta ocasión:

La verdadera alegría de la vida es que te utilicen para un propósito que tú mismo reconoces como poderoso. Ser una fuerza de la naturaleza en lugar de un zoquete lleno de achaques y agravios, febril y egoísta, que se queja de que el mundo no se dedica a hacerle feliz. Quiero estar totalmente agotado cuando muera, porque cuanto más trabajo, más vivo. Gozo de la vida por sí misma. Para mí la vida no es una «vela breve». Es una especie de antorcha espléndida que de momento tengo en mis manos y quiero hacerla arder con la máxima intensidad posible antes de entregarla a las generaciones futuras.

Gracias de nuevo por pasar tiempo conmigo en la desordenada habitación en la que escribo, junto con mi perrita SuperChum (que ahora mismo está a mi lado, esperando a que la saque a pasear), así como en mis viajes por este planeta hermoso, excepcional y que vale la pena salvar. Espero encontrarme contigo alguna vez, en algún lugar, para continuar nuestra conversación sobre la riqueza que el dinero no puede comprar.

Que te vaya genial, alma buena. Sigue creyendo en tus sueños y siendo tu mayor fan. Lo que te espera es maravilloso. Y no te preocupes… Aunque no esté a tu lado, estaré viéndote crecer, prosperar y experimentar tu vida más rica, como tu mentor a distancia.