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Considera la comida como medicina

«Que la comida sea tu medicina y la medicina sea tu alimento», nos enseñó Hipócrates, el padre de la medicina.

La dieta tiene una profunda influencia en el bienestar general. Se ha demostrado que los arándanos, las manzanas, el salmón y el té verde favorecen la felicidad, por ejemplo. Alimentos como los aguacates, las nueces de Brasil y los huevos combaten el cansancio y te proporcionan la energía necesaria para que des lo mejor de ti.

En un artículo publicado en The Lancet se daba cuenta de que la mala nutrición había sido responsable de once millones de muertes en todo el mundo durante los doce meses del estudio. La dieta con exceso de sodio fue el principal factor de riesgo de esta mortalidad. Así que te animo a que hoy comas de forma más limpia, clara y deliberada. El dicho «Si no cuelga de un árbol, no crece en la tierra o no tiene madre, no lo comas» es un buen consejo a seguir (si no eres vegano). Y recuerda que nunca te sentirás bien comiendo mal.

Por extraño que parezca, también considero el agua una medicina. Debes beber de cuatro a seis vasos de agua al día, lo que te recompensará con muchos beneficios para la salud, como mejor circulación sanguínea, más vitalidad de la piel, mejor funcionamiento del cerebro, disminución del dolor en las articulaciones, un corazón más sano y una función mitocondrial más rica. Todo ello te garantiza un envejecimiento más lento y una mayor longevidad.

No quiero entrar en el tema de qué dietas funcionan mejor porque no me gustan las dietas (crear un estilo de vida sostenible que incluya comer alimentos saludables es mil veces más inteligente), y las tallas únicas no le quedan bien a todo el mundo.

Dicho esto, debo contarte que una de las mejores inversiones que he hecho fue analizar mi genoma (puedes buscar en internet los laboratorios que realizan estas pruebas) porque me mostró qué alimentos funcionan mejor para mí teniendo en cuenta cuáles de mis genes eran óptimos y cuáles podrían mejorarse gracias a los alimentos. Pero me limitaré a animarte a que consideres los alimentos un tipo de medicina y a que comas lo que sea mejor para ti. Tu actitud, tu estado de ánimo, tu energía, tu vitalidad y tu vigor te lo agradecerán. Para siempre.