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Canta como un monje

Me fascinan los monjes, los monasterios y los superpoderes mentales, físicos, emocionales y espirituales que los mejores de entre ellos desarrollan a través de sus rituales ancestrales que van desde la meditación y la oración hasta el ayuno y el canto. Escribí El monje que vendió su Ferrari hace décadas, pero incluso antes intentaba descubrir cómo esos seres excepcionales podían hacer las cosas maravillosas que hacen (algunos monjes se han entrenado para elevar la temperatura de su cuerpo a voluntad, soportar niveles extremos de dolor y hacer ayunos de agua durante muchas semanas).

Una de mis principales fascinaciones con estos seres extraordinarios es su práctica diaria de cantar a las cinco de la mañana y cómo utilizan esta rutina para asegurarse no solo de que su salud sea ideal, sino también de fortalecer su vida espiritual.

La ciencia está empezando a alcanzar a los monjes y surgen evidencias de que la terapia de sonido y la meditación con mantras (donde se recita una palabra o frase una y otra vez) tonifican el nervio vago, que es fundamental para la resistencia al estrés y una felicidad duradera.

Como parte de mi práctica matutina, cuando aparecen los primeros rayos del amanecer, suelo decir un mantra (man en sánscrito significa «mente», y tra, «libertad», así que los mantras liberan la mente) para empezar bien el día.

Mis lemas favoritos son:

• «Cada día y en todos los sentidos me vuelvo más fuerte, más sano y más feliz, y cada vez más amable». (Este mantra procede de uno que hizo famoso el médico francés Émile Coué en su libro Autodominio a través de la autosugestión consciente).

• «Este día es un regalo y lo viviré de maravilla, lo emplearé con cuidado y haré avances constantes con seguridad en mí mismo».

• «Realizo proyectos difíciles con facilidad y alegría, y no dejo de crecer en energía, maestría y valentía».

• «Ser útil, ayudar a quienes lo necesiten y hacer cosas buenas por todas las personas que pueda es vivir mi vida con plenitud».

¡Espero que te ayuden! Recuerda que eres más fuerte de lo que crees, tienes más talento del que te atribuyes y tu futuro tiene magia reservada para ti. Confía en ti mismo, cree en ti (en especial cuando nadie más lo haga) y sigue adelante. Siempre.