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Disfruta de las pequeñas sorpresas de la vida familiar

Sé que es una idea muy extendida, pero significa tanto para mí que he pensado en escribirte un breve mensaje al respecto.

Volvamos a mi madre. Anoche tuvimos una gran cena familiar y antes, como siempre, mi madre me preguntó:

—¿Qué quieres que lleve?

Como siempre, le contesté:

—Nada, mamá. Tráete a ti misma (y a papá). Todo está listo.

Cuando apareció mi madre, tan guapa y elegante como siempre, traía una bolsita con algo dentro.

—Toma, Robin, esto es para ti. Es menta fresca para la infusión de la mañana. Lo he comprado esta tarde en el mercado. Te encantará.

Es muy fácil quedar atrapado en perseguir lo que la sociedad nos dice que son los grandes premios y descubrir demasiado tarde que en gran medida eran premios insignificantes. Y a menudo olvidamos que las cosas que parecen pequeñas, como la menta que mi querida madre compró con todo su amor para su hijo en un mercado de agricultores, son en realidad las más importantes.