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La elección de tu pareja es el noventa por ciento de tu alegría

Llegué a la alegría profunda en mi relación de pareja bastante tarde en la vida. Tengo que ser sincero. Te lo debo. Siempre.

Encontré a una verdadera compañera de vida después de los cincuenta años. Una mujer que me entendía, vibraba conmigo y me hacía sentir que había hallado a la persona con la que me encantaría pasar el resto de mi vida.

Estaba en un momento en el que había terminado con los dramas. No me interesaban los altibajos de una relación que fuera todo fuego y cero estabilidad. Ya había pasado por eso. Para mí se había acabado.

Desde luego, repetimos las mismas experiencias duras hasta que aprendemos la lección que debían enseñarnos.

En fin, Elle es la bomba. Guapa, sabia, elocuente, muy cariñosa, divertida, elegante, culta y comparte conmigo los valores que considero más importantes. Ve el mundo como yo. Curiosamente, creció en la misma ciudad que yo. La sincronicidad es la forma que tiene el universo de animarte en silencio, ¿verdad?

Mira, como he señalado en el último mensaje, todas las relaciones sentimentales pueden ser complicadas en determinados periodos. Es poco probable que encuentres a la persona ideal para ti a la primera, la segunda o la tercera. Entretanto, asegúrate de buscar a un compañero, no un proyecto. Creo que este es un punto muy importante que todos deben recordar al elegir a su pareja.

Y sí, estoy de acuerdo en que nadie es perfecto. Yo desde luego no lo soy. Aún no he conocido a una persona que no tenga ninguno de los defectos, cicatrices y rarezas que nos hacen humanos, pero creo que existe la pareja adecuada para cada uno de nosotros. Como la chef Julia Child dijo en cierta ocasión: «El secreto de un matrimonio feliz es encontrar a la persona adecuada. Sabes que es la adecuada si te encanta estar con ella todo el tiempo». Es lo que tengo ahora. Y te deseo lo mismo (si aún no lo tienes).

Ah, y en cuanto encuentres a esa persona que sabes que es la pareja adecuada para ti, esfuérzate por conservarla cuando los tiempos se pongan difíciles (que se pondrán). Las parejas increíbles no crecen en los árboles. Y las historias de amor legendarias requieren mucha paciencia.