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Los polos opuestos no se atraen
Entiendo la tan mencionada teoría de la atracción de los contrarios, la colisión de los universos y la electricidad del fuego y el hielo cuando se mezclan. Pero no ha sido mi caso.
En mi experiencia, la relación sentimental más fácil, maravillosa, satisfactoria y duradera de la que he tenido la suerte de disfrutar ha sido con una pareja que se parece mucho a mí.
Nos gusta hacer las mismas cosas, así que no tenemos que negociar que ella haga algo que me gusta a mí a cambio de que yo haga algo que no soporto (como ir a parques de atracciones o asistir a interminables eventos deportivos con público ruidoso).
Los dos adoramos a la familia y pasamos mucho tiempo con las nuestras.
A los dos nos encanta la tranquilidad, no somos adictos a los dramas, y las pocas veces que «nos peleamos», en realidad no se trata de una pelea y todo se soluciona en cuestión de minutos. (Una vez leí que el principal indicador de si una relación durará es cómo resuelve la pareja los conflictos).
Adoramos la compañía del otro, y mi mejor plan para una noche de viernes es hablar con ella durante horas bajo las brillantes estrellas de la Toscana bebiéndome mi ginebra sin alcohol favorita (elaborada con plantas) con lima fresca, una ramita de romero de nuestro jardín y tónica fría. Mi SuperChum suele apoyarme la cabeza en los pies con un ojo abierto por si aparece su salamandra favorita.
Lo repito para que quede claro: no me interesa en absoluto tener una relación sentimental en la que paso las mejores horas de mis mejores días explicando por qué tengo los hábitos que tengo, por qué hago las cosas que hago, por qué vivo como vivo y por qué siento la necesidad de creer en los insólitos sueños que sueño (como hacer el mundo mejor y los días de mis lectores más luminosos).
Este tipo de cosas no solo agota tu fuerza vital y te hace perder tu valioso tiempo, sino que crea una infinidad de malentendidos, caos y dificultades generales (que en su mayoría acaban en desastre).
Sí, haz lo que te parezca correcto, por supuesto. Eres más sabio de lo que te consideras y más grande de lo que crees. Corre tu propia carrera y sé tu propio gurú. Solo pretendo asesorarte sobre lo que creo que te será de más ayuda.
Y entiendo que en general no elegimos el amor. El amor nos elige.
Sin duda estoy de acuerdo en que las personas llegan a nuestra vida por alguna razón, durante una temporada o con suerte para toda la vida. Y cuando una relación termina, no es un fracaso, porque ha permitido que tu capacidad de amar creciera. Ningún crecimiento en el amor es jamás un desperdicio.
Aun así, encontrar a una persona compatible contigo hará tu vida mucho más feliz, mucho más productiva, divertida y tranquila. Experimentarás mayor creatividad, tu productividad aumentará drásticamente, ganarás (y ahorrarás) más dinero, disfrutarás de una salud mental, emocional, física y espiritual mucho mejor y llevarás un estilo de vida que te encantará.
Al menos así ha sido en mi caso.