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Marcarse metas (sin cambiarlas
todas las semanas)
Márcate unos objetivos para convertir tu sueño de perder
peso en realidad. La mayoría de nosotros no lo hacemos,
pero planificarse resulta realmente efectivo.
Un prestigioso estudio sobre un grupo de estudiantes americanos en los años cincuenta reveló que sólo el 3% de los que se graduaron había establecido por escrito una serie de objetivos para su vida.
El seguimiento ulterior de la misma puso de manifiesto que, veinte años después, los logros financieros de los que se habían marcado objetivos superaban al conjunto de los obtenidos por el resto. Y no sólo eran más ricos (podemos pensar que el dinero no lo es todo) sino también más felices y gozaban de mejor salud que los otros.
Marcarse metas a la hora de perder peso es tan importante como fijarse objetivos en la vida, aunque no siempre es tan sencillo como puede parecer. Decir «Quiero perder peso» puede ser cierto, e incluso parecerse mucho a un objetivo, pero no nos va a llevar muy lejos. ¿Por qué? Porque necesitamos unas metas INTELIGENTES, es decir: concretas, cuantificables, alcanzables, realistas y un calendario a seguir. El simple hecho de concretar cuáles son los pasos a dar para llegar a tu meta aumenta tus posibilidades de alcanzarla.
Una buena idea
Escribe tus objetivos y exponlos en un lugar donde los vayas a ver todos los días (como la puerta del frigorífico) cuando los veas repítetelos a ti mismo y visualiza cómo te verás y sentirás cuando los hayas alcanzado. Esto te ayudará a mantener tus objetivos como algo real y vivo.
Pues bien, vamos a ello. Toma papel y lápiz y comienza a escribir.
Concreta: Escribe cuánto peso quieres perder y si existe algún motivo especial por el que quieras hacerlo (una celebración que se avecina, por ejemplo) o si se trata de motivos de salud. Quizás siempre has tenido sobrepeso y quieres poner fin a esta situación. Es importante que pienses acerca de las razones que te impulsan a adelgazar y las incluyas en los «porqués» de tu meta. Una vez que lo tengas verbalizado es más fácil centrarte en conseguirlo.
Cuantificable: ¿Cómo vamos a cuantificar la consecución de objetivos parciales? ¿Por pérdida de peso? ¿Por disminución de tallas? ¿Por cómo te vayas sintiendo? ¿Con qué periodicidad te medirás o tallarás? Aquí no existen respuestas correctas y erróneas, pero hay que establecer un procedimiento válido para ti.
Realizable: Has de preguntarte a ti misma si esa meta es realmente lo que tú quieres. A veces nos fijamos objetivos en momentos de euforia que luego nos resultan inalcanzables. Si no estás 100% feliz y segura con el objetivo marcado puede ser que necesites revisar si es demasiado ambicioso o conlleva un cambio de vida demasiado grande como para que confíes en alcanzarlo. El objetivo debe tener cierta elasticidad porque si parece inalcanzable te desanimarás enseguida. Obviamente la consideración de realizable es bastante subjetiva y depende de muchos factores tales como tu personalidad, confianza y experiencia.
Otra idea más
Establecer objetivos es un paso muy importante en tu plan de adelgazamiento. Puedes llevarlo a la práctica como un plan de negocios. Ve a la IDEA 5, Aprende a actuar como el gerente de «Tu Cuerpo, S.A.».
Realista: Aunque pongas todo tu empeño, si mides 165 centímetros y tienes una silueta en forma de pera ninguna dieta conseguirá que te parezcas a Elle McPherson, ¡más aún si eres un hombre! Para fijarte un objetivo realista piensa en qué es lo máximo que podrías alcanzar partiendo de lo que partes.
Calendario: Un calendario te ayudará a no perder de vista tu objetivo. Establece un punto de partida; por ejemplo, «empezaré con mi saludable plan de pérdida de peso el próximo jueves» y un tiempo de ejecución «terminaré para las vacaciones de verano». Incluye en este plan genérico objetivos parciales; la consecución de los mismos te ayudará a estar más motivado. Puedes también añadir frases como «empezaré a hacer ejercicio tres veces en semana los lunes, miércoles y sábados a partir de la próxima semana». Siempre utiliza un enunciado positivo al escribirlos y obvia expresiones como «debería» o «tendría que».
De momento tu primera meta debía ser visualizar tu objetivo de forma tan clara que puedas alcanzarlo y tocarlo. Espero que te sientas suficientemente motivada y preparada para empezar. Una cosa más: recuerda felicitarte por cada paso del camino, ya sea recompensándote con algún regalito (¡nada de «chuches», claro!) o con una simple palmadita mental en la espalda.
La frase
«Iniciar el camino teniendo claro hacia donde nos dirigimos significa comenzar con una clara idea de nuestro destino».
STEPHEN COVEY
¿Cuál es tu duda?
P Mis objetivos parecen un poco confusos ¿cómo podría clarificarlos?
R A veces es más fácil comenzar a definir lo que no queremos para después llegar a identificar qué es lo que realmente queremos. Es sumamente importante tenerlo claro para poderlo alcanzar.
P ¿Qué ocurre si fallo y no alcanzo mis objetivos?
R ¿Realmente conoces a alguien que nunca se equivoque? Todo el mundo falla. Aprende de tus errores, cambia de tercio e inténtalo de nuevo.
P ¿Cuánto peso podría proponerme perder por semana?
R Lo ideal es una pérdida de peso a largo plazo y sostenida en el tiempo. Si optas por reducir drásticamente el número de calorías ingeridas, es probable que inicialmente pierdas más peso (aunque no todo sea grasa) pero pronto te estancarás. Al final te morirás de hambre a todas horas y en cuanto comiences a comer normalmente recuperarás todo el peso perdido. Para rebajar tu peso en medio kilo a la semana sólo tienes que consumir 500 calorías menos de lo que tu cuerpo necesita; ya sea comiendo menos y/o haciendo más ejercicio. Y esto no es tan difícil ¡créeme!