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Nunca es tarde
para cambiar de hábitos

¿Has estado a régimen anteriormente? ¿Has perdido peso y
después lo has recuperado perdiendo toda motivación?
Cambia tus hábitos. Utiliza tu mente para avanzar.


Tengo una amiga que ha hecho casi todos los tipos de dietas conocidos: hiperproteíca, la de la sopa de tomate, barritas o batidos que sustituyen a la comida, «sólo alimentos que teóricamente no engordan»… y todas las que puedas imaginar. El problema es que no ha cambiado su forma de alimentarse, sus hábitos alimentarios.

Se suele poner a dieta como quien usa el autobús: se sube a un régimen y se baja en la siguiente parada a esperar que otra dieta pase por sus manos. Si pierde el siguiente autobús-dieta, no importa, ya llegará otro. ¿Quieres saber si ha conseguido perder peso? Pues claro que sí, ¡y recuperarlo!, hasta que otra vez vuelve a ponerse a dieta.

¿Por qué concebimos las dietas como algo temporal? Probablemente porque la mayoría de ellas no nos enseñan a comer saludablemente ni nos ayudan a tener una actitud saludable frente a la comida. Es más, en mucha de ellas existe algún grupo de alimentos prohibidos, lo cual, dependiendo del grupo, no sólo resulta poco saludable sino que hasta puede llegar a ser peligroso si mantienes la dieta durante un período prolongado de tiempo. Por ejemplo, las dietas en que sustituimos la comida por barritas, batidos o papillas, aunque compensadas nutricionalmente, no te ayudarán a aprender a comer de forma saludable. Si una dieta te promete una rápida pérdida de peso, puedes apostar a que será a base de consumir una cantidad significativa de calorías menos de lo habitual, ¡y no gracias a las bondades de una mágica enzima come-grasas encontrada en una fruta tropical o en las algas del Pacífico! Con este tipo de dieta, sólo perderás agua y masa muscular.

Una buena idea

No tomes refrescos habitualmente. Un estudio de la asociación americana de diabéticos revela que tomar regularmente una lata de refresco al día incrementa tu riesgo de padecer diabetes en un 85%. Tomar una lata de refresco al día durante cuatro años supondría además una ganancia de peso en torno a 6 Kg.

Las dietas pueden resultar de lo más aburrido, sobre todo aquéllas que son muy estrictas acerca de lo que puedes o no puedes comer. Además de que el aburrimiento te lleve a soñar con chocolatinas y bombones a todas horas, resultan muy difíciles de seguir cuando vas a comer a casa de alguien. ¡Tu suegra debe de quererte mucho para prepararte tu comida de régimen además del menú normal para los demás! Acéptalo, una dieta de este tipo, puede ser difícilmente integrada en tu vida cuando tienes más familia a la que alimentar, tienes largas jornadas de trabajo o éstas se desarrollan a horas poco habituales y con diferentes turnos. Entonces se apodera de ti el hambre, los rugidos estomacales y los mareos, para finalmente acabar con retortijones a causa de la comilona que nos acabamos dando. Es la hora del sentimiento de culpabilidad y de buscar otra dieta que esperemos seamos capaces de llevar mejor.

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Mucha gente que realmente quiere perder peso, se bloquea con tantas dietas. ¿Cuál es la que va a funcionarme? No existe un único camino para perder peso. En realidad lo importante es que desarrolles una combinación de medidas que sean efectivas para ti, teniendo claros algunos principios básicos.

Otra idea más

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En primer lugar, muy probablemente, habrás de cambiar tu idea acerca de lo que es una dieta y de cómo perder peso. Los tipos de dietas antes mencionados no van a ayudarte. Para perder peso y no recuperarlo tienes que cambiar tus hábitos alimentarios y tu estilo de vida permanentemente. Antes de que decidas dejar de leer este libro y salir corriendo recuerda que lo que quieres es perder peso y mantenerte y esto es un objetivo a largo plazo (no un tema de cuatro semanas para luego recuperar lo que habías perdido y algo más). No es necesario hacer rápidamente grandes cambios, pero pequeñas modificaciones en tu vida diaria, introducidas paulatinamente te acabarán dando grandes resultados.

Por otro lado es también fundamental que te fijes un objetivo realista. La meta es conseguir lo mejor de nosotros mismos sin atentar contra nuestra salud, no convertirnos en un insecto palo. Comer equilibradamente, incluyendo una gran variedad de frutas y verduras en nuestra dieta, pero también proteínas, hidratos de carbono y algo de grasas.

La frase

«Nunca me han preocupado las dietas. La única talla que me interesa es la de los diamantes».

MAE WWEST

Una dieta equilibrada es fundamental para nuestra salud y contribuye a mantenernos motivados. Recuerda que es necesario mantener un control sobre las cantidades consumidas.

Incrementar tu actividad física también te resultará de gran ayuda. El ejercicio te ayudará a sentirte mejor, moderará tu apetito y, combinado con la dieta, hará que pierdas peso más rápidamente.

Siguiendo estas instrucciones perderás peso de manera «lenta, pero segura» sin tener la sensación de que llevas toda tu vida a régimen. ¡Incluso puedes acabar disfrutando de ella!


¿Cuál es tu duda?


P Al no ser una dieta que prohíba ningún tipo de alimentos, ¿significa eso que puedo comer comida basura y cualquier otra cosa que quiera?

R ¡Para el carro! Una cosa es que puedas comer un poquito de eso que tanto te gusta y otra bien distinta es que te nombren cliente del mes de la hamburguesería de tu calle. El secreto es llevar regularmente una dieta saludable y que, de vez en cuando, te permitas algún «capricho gastronómico». Pero siempre de manera excepcional y en pequeñas cantidades. De esta forma, no te sentirás privado de aquello que tanto te gusta. Si la mayoría de las veces comes con sensatez, que alguna vez hagas alguna excepción, no va a afectarte tanto.

P ¿Cómo podría dejar de sentirme hambriento todo el tiempo?

R Intenta utilizar técnicas mentales para engañar a tu apetito. Por ejemplo visualiza tu «cantidad de hambre» e intenta darle una puntuación en una escala de cero a diez. De ocho a diez estarías famélico, de cinco a siete, hambriento y por debajo de cinco realmente no estarías muy hambriento. ¿Cuál es la puntuación de tu hambre en este momento? Probablemente se encuentre por debajo de cuatro, en cuyo caso puedes esperar a estar realmente hambriento para comer algo (por encima de seis, quizás). Cada vez que te sientas hambriento visualiza la puntuación de tu hambre y pregúntate si realmente tienes necesidad de comer. En resumen ¡plantéate antes de comer si efectivamente necesitas hacerlo!