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Con amigos como yo,
¿quién necesita enemigos?
¿Qué sentimientos te inspira tu cuerpo? Tener una imagen
pobre de nosotras mismas es casi una garantía de que
vamos a saltarnos la dieta. Así que, ¡tendrás que aprender a
quererte un poquito!
Conozco a un hombre que a primera vista puede parecer un payaso. Ciertamente presenta un aspecto cómico con su pelo naranja, su sobrepeso y sus gafas con cristales de culo de botella, pero él ¡está realmente convencido de que es adorable!
Siempre tiene éxito con las chicas porque, la verdad, es fabuloso. Es amable, divertido e inteligente. Su secreto radica en que no tiene problemas con su aspecto: se quiere.
A lo largo de mi carrera como periodista, he entrevistado a muchas mujeres hermosas que, sin embargo, siempre se quejan de alguna parte de su cuerpo: su tripa, su trasero, su celulitis. Se ven feas y con un montón de defectos. Y este mal no es patrimonio exclusivo de mujeres, también existen hombres guapísimos preocupados por el aspecto de su tripa o de su pecho. En resumen, ninguno estamos exentos de estar disconformes con nuestro aspecto, pero existen personas que consiguen llevarlo mejor que otras.
Una buena idea
Muchas veces las personas gorditas nos vestimos de negro porque nos ayuda a parecer más delgadas, ¡pero también resulta un poco deprimente! Prueba con un toque de color, te ayudara a levantar el ánimo. Utiliza el rojo como sinónimo de energía, el azul para sentirte comunicativo, el verde para los encuentros emocionales, el amarillo para los intelectuales y el morado cuando quieras transmitir calma.
Ya sé, no es una tarea fácil en una sociedad en que la prima la degaldez y el aspecto físico y en la que las personas que tienen sobrepeso sufren rechazo. Es una realidad que se extiende tanto al mundo laboral como a las relaciones sociales, por lo que es muy importante tu autoestima. La cuestión es que si no te quieres a ti misma, acabas entrando en un círculo vicioso que afecta a tu carácter y personalidad: te ves mal (gordo); te enfadas contigo y con los demás; los demás te rechazan; te autocompadeces (soy gorda y estúpida); comes más y peor y… sigues engordando.
Si no te gustas a ti misma te va a resultar realmente complicado conseguir que cambie tu estilo de vida para conseguir perder peso. A menudo esta forma de pensar va acompañada del hábito de compararnos con los demás constantemente, sobre todo con modelos y celebridades. Hemos de tener en cuenta que esta clase de gente vive de su aspecto, motivo por el cual gasta gran cantidad de dinero en productos, actividades y profesionales que le ayuden a mantenerlo. Incluso muchas de las imágenes que nos llegan de ellos han sido retocadas y mejoradas para eliminar arrugas o algún pequeño michelín. Compararnos con este tipo de personas no nos llevará a ninguna parte y nos hará sentirnos mal. Así que regla número uno: ¡ni se te ocurra!
Es necesario que consigas tener una visión realista de cómo puedes llegar a ser: igual que ahora, pero con una silueta mejorada. Una vez conseguido esto, pasemos a otros trucos-técnicas para mejorar tu autoestima:
Pon por escrito todas las cosas que te gustan de ti misma, formúlalo en frases positivas y repítetelas todos los días. Si te cuesta, ¡no te desanimes! Pídele a una amiga o familiar que escriba todas las cosas que le gustan de ti. Nunca se sabe, puedes acabar descubriendo algo sobre ti misma que desconocías.
Otra idea más
Centrarse en conseguir un peso saludable es un objetivo realista. Si quieres saber más sobre peso y talla, vuelve a la IDEA 1, Un tema pesado o una cuestión de peso.
Si alguien te hace un cumplido, no lo rechaces, no te disculpes por él, no lo estropees con frases como «Gracias, pero necesitaría perder algo de peso». En su lugar, inténtalo con frases como «Gracias, la verdad es que me siento genial, ¿qué tal tú?».
El ejercicio es bueno para fortalecer la imagen que tienes de ti misma: no sólo verás los resultados físicos, sino que «sentirás» otros beneficios tales como la satisfacción de hacer algo bueno por y para ti misma, al igual que una placentera sensación de bienestar.
Finalmente, en vez de considerar tu cuerpo como un conjunto de partes defectuosas que siempre pueden ser mejoradas, céntrate en verlo como un todo y en todas las cosas maravillosas que has hecho o harás con él: abrazar a alguien, correr una maratón, tener un hijo, construir algo… Es tu lista, termínala tú.
La frase
«Obviamente, Dios decidió hacerme voluptuosa. ¿Quién soy yo para enmendarle la plana a Dios? Mi cuerpo es una obra de arte, no voy a quejarme de cómo ha sido esculpido».
DREW BARRYMORE
¿Cuál es tu duda?
P Soy muy consciente de mi peso y me aterroriza conocer gente nueva. ¿Qué puedo hacer?
R Conocer a gente nueva resulta desalentador para la mayoría de las personas, tengan o no sobrepeso. Existen estudios que demuestran que ¡todos nos vemos peor de lo que en realidad somos! Lo mejor es utilizar el lenguaje corporal para transmitirle a la otra persona que tienes confianza en ti misma y puedes resultar interesante. En vez de rehuir la mirada y caminar encorvada, permanece derecha y estrecha su mano con fuerza mientras le miras a los ojos. Si estás sentada en una mesa inclínate hacia la persona con la que estés hablando. De esa forma demostrarás que estás verdaderamente interesada en lo que tiene que decirte.
P La imagen tan pobre que tengo de mí mismo acaba influyendo en todas las áreas de mi vida. Algunas veces me siento tan mal que soy incapaz de hacer nada. ¿Cómo puedo cambiar?
R Prueba con el ejercicio de «la rueda de la vida» (es mi técnica de entrenamiento vital favorita). Dibuja un círculo y divídelo en ocho segmentos. Nombra cada uno de estos segmentos de forma que cada uno de ellos represente un área de tu vida diferente (apariencia, peso, salud, dinero, trabajo, amor…). Considerando el centro del círculo como 0, esto es, satisfecho, y el borde exterior como 10, insatisfecho, haz una cruz en cada segmento en el punto que determine cómo te sientes en esa parcela de tu vida. Cuando hayas terminado une las cruces. Las tres áreas en las que te sientes más insatisfecho (la cruz está más cercana al borde), son aquéllas en las que necesitas centrarte. En cualquier caso si te sientes mal mucho más a menudo que bien, debes acudir al médico y solicitar ayuda especializada. El médico puede sugerirte multitud de cosas que te ayuden a encontrarte mejor. Por lo tanto, en vez de sufrir, haz un esfuerzo y encuentra una solución.