14

¿Eres un comedor
compulsivo emocional?

Si te das cuenta de que muchas veces comes sin sentirte
realmente hambrienta, quizás ha llegado la hora de que
descubras qué intentas reemplazar con tanta comida.


Desde una perspectiva puramente física la comida es la gasolina de nuestro cuerpo, pero la relación que mantenemos con la comida es compleja. Es una historia repleta de amor y odio.

Leemos libros de cocina, vemos programas de TV acerca de ella y pagamos un montón de dinero para comer lo que alguien cocina para nosotros en un restaurante. A lo largo de la historia hemos ido adquiriendo hábitos y rutinas de comportamiento en torno a la comida que en la actualidad resultan completamente inapropiadas y en las que se halla la raíz del problema. ¿Cuántas veces hemos rebañado el plato sin apetito porque nuestra madre nos ha hecho referencia a los pobrecitos niños del tercer mundo que se mueren de hambre o que su generación no tuvo tanta suerte y huboqu e alimentarse a base de patatas, agua y pan? ¿Cuántas veces nos han intentado reconfortar con un dulce después de un momento de dolor físico o emocional? Realmente le conferimos a la comida un valor moral: algunas veces es mala y pecaminosa mientras que otras es buena y virtuosa.

Una buena idea

Come más despacio. Son necesarios 20 minutos para que la señal de estoy lleno llegue del estómago al cerebro. Dale a tu cuerpo el tiempo necesario para responder.

Todo ello la convierten en una relación complicada, tortuosa a veces, lo cual está bien si no tienes problemas de peso. Pero si los tienes y parece que la comida comienza a controlar tu vida recuerda que no estás sola. Miles de nosotras estamos firmemente decididas a avanzar en este sentido: mantener una buena relación con la comida. Necesitas descubrir por qué estás intentando aliviar tus sentimientos con la comida y qué puedes hacer para evitarlo.

El deseo de comer está instalado en nuestro cerebro y en él se ven implicados más de veinte diferentes mensajes químicos de nuestro cuerpo. Comer un alimento sano, apartará la sensación de hambre, pero no lo hará cuando sentimos la irrefrenable necesidad de comer algo en concreto. Si tienes hambre debes comer, pero si lo que ocurre es que necesitas comer por un motivo distinto del hambre, tienes que desarrollar estrategias para sobrellevar esa situación que te lleva a la comida. La mayoría de las veces, son emociones negativas como la infelicidad, el estrés o el aburrimiento las que nos conducen a la comida. Cada persona puede necesitar un enfoque diferente. Las tácticas para sobrellevar estas situaciones que llevan a comer pueden incluir desde hablar con una amiga, hasta realizar alguna actividad física, compartir con alguien ese problema de trabajo que te está agobiando, pasando por planear un tiempo para ti, ya sea para ir de compras, darte un masaje o jugar al golf. La cuestión es identificar el dónde, cómo y cuándo se origina tu impulso y trabajar sobre ello, mejor que seguir con este chantaje emocional hacia tu dieta.

image1

Otro tema puede ser el cansancio. De nuevo necesitas averiguar la raíz del problema. ¿Estás exhausta como consecuencia de la presión del trabajo o de ciertas relaciones personales? ¿O porque noche tras noche te vas a la cama demasiado tarde? La fatiga afecta a tu estado de ánimo, lo cuál te lleva a querer comer e intentar animarte. Esto a su vez hace que tu cuerpo le envíe a tu cerebro señales de hambre porque necesita más energía para poder continuar funcionando a lo largo del día.

Otra idea más

¿Todavía te sientes hambrienta? ¿Aún no controlas tu «impulso devorador» y estás desesperada por tomarte un sándwich? Me parece que tienes tu apetito fuera de control. Salta a la IDEA 22, Lo quiero y lo quiero ahora.

Mi perdición son el aburrimiento y el posponer constantemente todo. A menudo busco la respuesta de mi vida en el frigorífico, y puedo llegar a perder horas intentando encontrar la inspiración en una porción de tarta de queso mientras mordisqueo su crujiente base de galletas. La única solución es hacer algo más interesante que aquello que estás intentando posponer. Otra opción es que te marques pequeños objetivos, por ejemplo, terminar una tarea en una hora. Si lo consigues podrás recompensarte (no con comida, ¡claro!) antes de pasar a la siguiente tarea.

Y recuerda ¡no tienes que comerte todo lo que hay en tu plato!. Para empezar sírvete raciones más pequeñas. Si necesitas acallar tu sentimiento de culpa dona algo de dinero a obras de caridad por cada kilo que pierdas.

La frase

«En inglés, si deletreas estresado (stressed) al revés, encuentras la palabra postres (desserts). ¿Coincidencia? No lo creo».

ANÓNIMO


¿Cuál es tu duda?


P He estado intentando comer más sano desde que me puse a dieta, pero no consigo encontrarme satisfecha. ¿Puedes ayudarme?

R Cuando hablas de comida sana, ¿te refieres a alimentos como pastel de arroz, apio y cosas así? ¿Alguna vez te gustaron estas cosas? Si no es así, no sigas por ese camino: nunca te van a llenar ni a satisfacer, nunca te van a hacer sentirte feliz. Busca algo que siendo saludable te guste y cómelo en pequeñas porciones si engorda mucho. Prueba a encontrar o elaborar una versión Light.

    Tendemos a calificar los alimentos como buenos o malos, pero creo que esto es un hábito mal adquirido. La comida es sólo comida. Alguna es menos calórica o más nutritiva, pero es solo eso: comida. Desechar esta asociación de bueno o malo te permitirá alcanzar una actitud más favorable hacia la comida, lo cual te ayudará a perder peso.

P ¿Por qué cuando me siento infeliz soy capaz de devorar una tarrina entera de helado?

R La comida rica en grasa no envía mensajes de saciedad al cerebro tan contundentes como lo hace la comida rica en proteínas y carbohidratos. Una comida con estos últimos elementos hará que no tengas hambre durante un largo período de tiempo; sin embargo, una comida rica en grasas te dejará una sensación de insatisfacción. Con respecto a la tarrina de helado, si no consigues quitarte la apetencia de helado de la cabeza prueba a servirte un poco en un cuenco y cómetelo muy, muy despacio.

image1