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¡Vamos de viaje!
Se dice que los viajes amplían tu visión, abren tu mente y
amplían tus horizontes, pero el problema es que también
pueden ampliar tu silueta. Vamos a ver cómo irnos de viaje
sin engordar unos cuantos kilos.
Mirar tus fotos de las vacaciones puede ser el punto de partida para decidirte a perder peso. Ver cuán regordeta se te ve en ellas puede impactarte.
Recuerdo haber revuelto ansiosamente mis fotografías después de volver de mi viaje a Portugal. Estaba buscando unas en las que tenía una pose a lo Cindy Crawford, pero no la encontré. Parecía una bola desde todos los ángulos y en todas las fotos. Había un montón de fotos mías detrás de mesas repletas de sobras de suculentas comidas y botellas vacías de vino. La confrontación con la realidad fue cruel, así que me juré a mí misma que iba a conseguir controlarme y llegar a estar delgada y tener un buen tono muscular para mis próximas vacaciones.
Las secuelas de unas vacaciones pueden ser tremendas, pero a menudo es la propia perspectiva de las vacaciones la que nos llena de temor. Fuera de nuestra rutina, preocuparnos por cómo y qué vamos a comer y cuántas calorías vamos a consumir, nos ayudará a no volver con tres kilos más como souvenir de nuestras vacaciones. Si viajas a un país realmente remoto y exótico, deberías volver a casa con algún kilo menos gracias a algún virus intestinal, pero por regla general el viajar y permanecer unos días en el extranjero suponen un paréntesis en nuestros planes de adelgazamiento.
Una buena idea
Come cosas que te requieran cierto esfuerzo. Esto te ayudará a consumir menos calorías. Hablo de cosas como alcachofas, cangrejos, bogavantes y gambas con su caparazón y mejillones con concha que necesitas pelar, desmenuzar… Así frenarás tu apetito y comerás más despacio.
Esto no significa que no puedas viajar. Puedes vivir, divertirte y disfrutar de nuevas experiencias mientras que no pierdas de vista tu objetivo de peso. La clave está en tener conocimiento acerca de los menús extranjeros, elegir platos ligeros y tener cuidado con el tamaño de las raciones, así como con la cerveza, el vino, la sangría, los cócteles y otras tentaciones con alcohol.
Mientras que en España debemos disfrutar del gazpacho, los pimientos asados, el pescado a la plancha, las ensaladas, el pollo asado, la tortilla y los mejillones, hemos de evitar los «pescaítos fritos» (que van enharinados), el pescado servido con salsas grasas, las albóndigas y el chorizo.
Aquí tienes un recorrido por cinco destinos diferentes de vacaciones, con los pros y los contras de la cocina local:
GRECIA
Come: pan de pita, ensaladas, pescado cocido, tomates a la parrilla, pescado a la brasa, fruta fresca, brochetas de marisco, brochetas de ternera y pimientos, tzatziki y paté de hummus. Cuando pidas una ensalada, alíñala tú misma.
Evita: dulces de baklava, moussaka (tiene mucha grasa), bolas de carne, taramasalata (un solo cucharón posee un 50% de grasas y aporta unas 200 calorías) y las salsas picantes.
Otra idea más
¿Sabes por qué dormir desempeña un papel muy importante en la pérdida de peso? Ve a la IDEA 29, Pierde peso mientras duermes, para descubrirlo.
ITALIA
Come: platos de pescados, pizzas de base fina con ingredientes vegetales, pasta con salsa de tomate, verduras o mariscos, jamón de Parma con melón, ensalada de mariscos, palitos de pan, atún, ensalada de guisantes y pollo asado (pide siempre las salsas aparte).
Evita: pasta con salsas que lleven base de mantequilla o nata, pizzas con salami, extras de parmesano, las verduras y hortalizas a la parrilla que empapan previamente en aceite de oliva, la salsa de pesto y la salsa carbonara (elaborada con una base de nata).
La frase
«El problema con la comida italiana es que cinco o seis días después vuelves a estar hambriento».
GEORGE MILLER, ESCRITOR BRITÁNICO
FRANCIA
Come: los consomés, la trucha a la parrilla, el pisto, las ensaladas, la bullabesa, las baguettes rellenas de ensalada, los quesos bajos en materia grasa, como el brie, el camembert y los quesos de cabra, la sopa de cebolla francesa (pero no comas los tropezones de queso de la misma).
Evita: las salsas con base de crema o mantequilla como la bernesa o la normanda, las verduras cocinadas con mantequilla, las pastas, los croissant y el pan al chocolate.
USA
Come: la comida «Tex Mex», burritos con frijoles, fajitas de pollo, tostadas con chiles, las cuajadas, yogures y helados bajos en materia grasa. En USA puedes conseguir variaciones sobre los menús, pero necesitas pedirlo. Lo malo son las raciones tan enormes que te sirven.
Evita: hamburguesas, fritos, pastel de queso, brownies, patatas, tortitas fritas, filetes fritos y la ensalada César (parece light, pero su salsa está repleta de grasas y calorías).
La frase
«La calidad de la comida es inversamente proporcional a la altitud del restaurante, especialmente si están en la planta superior de un banco o de un hotel (los aviones son un caso extremo)».
BRYAN MILLER, CRÍTICO DE RESTAURANTES DEL NEW YORK TIMES
TAILANDIA
Come: pastelitos de pescado, ensaladas de gambas y papaya verde, revueltos de verduras, sopas (evita las de coco, una rica fuente de grasas saturadas), carne o marisco «pad kau pau» (revueltos con ajo, chiles y albahaca) y el pescado asado.
Evita: las salsas al curry (a menudo nadan en leche de coco) y la salsa «satay» (deliciosa, pero enormemente calórica).
¿Cuál es tu duda?
P Me gusta hacer ejercicio y me gustaría poder seguir practicándolo cuando voy de viaje. ¿Alguna sugerencia?
R Llama previamente para comprobar si tu hotel cuenta con un gimnasio o tiene un acuerdo con algún club de salud local. Quizás podrías también montar en bici durante tu estancia. También puedes consultar si tu habitación tiene vídeo y llevarte un par de cintas de ejercicios. Los deportes náuticos son un buen modo de hacer ejercicios cardiovasculares. No desestimes los beneficios de nadar o caminar por la playa.
P Aunque pueda controlar qué como cuando estoy en el destino, me resulta difícil durante el viaje. ¿Cómo puedo dejar de comer algo que realmente no quiero cuando tengo tanta hambre?
R Lo mejor que puedes hacer es prepararte un paquete con tu comida para el viaje con un montón de fruta y picoteos saludables. Es la única forma de no caer y tener que comerte la hamburguesa porque no existe otra opción. No olvides que la mayoría de las líneas aéreas pueden darte un menú especial si están avisados. Algunos son mejores que otros, pero si siempre pides un menú bajo en grasas o un menú vegetariano, tendrás garantizado al menos, fruta fresca y verduras.