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Pierde peso mientras duermes
¿Qué tiene que ver el dormir con el perder peso? Mucho
más de lo que piensas. Por eso, ponte el pijama, que yo te
arroparé mientras te lo explico.
Una famosa actriz de Hollywood achacaba su belleza y su tipazo a que dormía mucho. Parece que no era raro que pasara 24 horas enteras en la cama.
Estoy segura de que su cocinero particular, sus entrenadores, los maquilladores, los peluqueros, los acupunturistas, los aromaterapeutas y todo ese personal que tiene alrededor también tenían mucho que ver con su apariencia física, pero pensar en el sueño como una ayuda para sentirse mejor y más atractiva tiene mucho sentido. Además de dar al cuerpo tiempo para recargar pilas y recuperarse de los esfuerzos, un sueño de calidad hace que te sientas en la cima del mundo. Sólo hay que pensar cómo te sientes cuando no has dormido bien: cansada, falta de concentración y de energía, de un humor de perros y… hambrienta. Estudios realizados en los Estados Unidos, han demostrado que las personas que no duermen bien tienen muchas más posibilidades de ingerir comidas y bebidas que contienen mucho azúcar y un alto contenido graso. La idea básica es que si no recuperas energía en el sueño, tu cuerpo te pedirá recuperarla con una comida rápida.
Según otro estudio americano, no dormir bien de forma continuada afecta a la forma en que tu cuerpo metaboliza los carbohidratos hasta en un 40%.
Una buena idea
Cuidado con el café. ¿Sabías que un café con leche grande hecho con leche entera puede llegar a tener hasta 260 calorías? Un capuchino con leche desnatada tiene 100 calorías, mientras que el café solo prácticamente no tiene calorías. ¿Cuál sueles tomar?
Mientras dormimos, nuestros cerebros pasan por varios estados. Un primer estado en el que el sueño es ligero, pasando a un sueño profundo (o sueño reposado) y terminando en un sueño llamado REM que se caracteriza por un movimiento rápido de los ojos debajo de los párpados (aunque el cuerpo no se mueve). Los expertos suelen coincidir en que el cuerpo se recupera en el sueño profundo, mientras que el cerebro lo hace durante el sueño REM. Necesitas por tanto ambos tipos de sueño para recuperarte física y mentalmente. Se ha demostrado que interrumpir el sueño REM aumenta el apetito.
¿CUÁNTO NECESITAS DORMIR?
La cantidad de sueño necesaria varía según las personas. La mayoría de nosotros necesitamos entre seis y diez horas, con una media de ocho. La cantidad ideal para ti es la que logre que te levantes fresca y llena de energía para afrontar el día. Además de la cantidad, la calidad del sueño es también importante y hay algunas cosas que puedes hacer para mejorarla. Si te pasas el día cansada, perezosa y con un poco de hambre constante, comprueba tu «higiene del sueño»… (término que les encanta a los expertos en el sueño).
Otra idea más
Eliminar los carbohidratos de la dieta puede provocar problemas al dormir. ¿Quieres saber cuáles son los pros y los contras de las dietas ricas en proteínas y bajas en carbohidratos? Mira la IDEA 40, Créeme, soy médico.
SEIS CONSEJOS PARA DORMIR MEJOR
Reserva el dormitorio para dormir. Intenta no llevarte trabajo a la cama, ni comer o ver la televisión allí. La televisión fomenta el consumo de tentempiés y no crea una atmósfera de descanso. El dormitorio debe estar a una temperatura agradable, a oscuras y en silencio.
Deben evitarse los estimulantes, como el alcohol y la cafeína, antes de irse a dormir, ya que provocan nerviosismo y suelen desembocar en el temible «dar vueltas en la cama». Puede que no lleguen a despertarte, pero sí afectarán a tu calidad de sueño y terminarás deseando tentempiés altos en calorías.
Siempre que puedas, mantén una pauta en las horas a las que te vas a dormir y a las que te levantas. Si duermes mal, puede merecer la pena dejar de levantarse tarde los fines de semana, ya que interfiere en el ritmo natural de tu cuerpo.
Si tu pareja ronca o el gato del vecino no te deja dormir, prueba con los tapones para los oídos.
Cuando no puedas dejar de darle vueltas a la cabeza o te sientas inquieta, imagínate guardando las preocupaciones en un cajón, cerrándolo con llave y diciéndote en voz alta «mañana me ocuparé de esto». Otra opción consiste en leer un par de capítulos de un libro ligerito. No se te ocurra leer nada que te vaya a provocar la más mínima agitación o que sea muy profundo. Quieres dormirte, no solucionar los problemas del mundo.
Prepárate una bebida caliente o un vaso de leche (desnatada, por supuesto). Aunque no hay evidencias de que esto ayude a dormir, la verdad es que reconforta mucho.
La frase
«Acostarse pronto y levantarse temprano dan salud al hombre».
BENJAMIN FRANKLIN
¿Cuál es tu duda?
P A menudo tengo calambres nocturnos en la cama. ¿Tiene relación con la dieta? ¿Mi cuerpo está bajo de algún nutriente concreto?
R Es poco probable; en realidad, se cree que los calambres se deben a una carencia de productos en los músculos, debidos a problemas circulatorios. Realizar ejercicio regularmente puede evitar los calambres, además de quemar calorías, lo cual también ayuda a perder peso. Utiliza también este ejercicio de estiramiento: ponte de pie a un metro de la pared y dóblate hacia ella manteniendo los talones en el suelo. Mantén la postura entre 10 y 15 segundos y repite el movimiento.
P ¿Qué puedo tomar cuando me noto baja de energía sin arruinar la dieta?
R Puedes probar con un paseo vigoroso para reanimarte. Algunas veces, lo único que necesitas es un cambio de aire. O comer algo que te proporcione una subida de energía, pero que sea duradera, como una fruta, un sándwich vegetal (con pan integral), un poco de queso (bajo en grasa), una rodaja de pollo sobre una rebanada de pan tostado o un cuenco de cereales sin azúcar con leche desnatada. Y recuerda, si duermes bien y haces el suficiente ejercicio, no necesitarás estos extras de energía casi nunca.