Adelgaza sin dietas

Perder peso depende sólo de ti, pero es mucho más fácil si
hay otras personas que te apoyan. Ya sea un médico, un
grupo de gimnasio, un club o tu familia y amigos, es
esencial que sientas que no estás sola.

No me gusta que mi pareja haga la compra porque pasa de la lista de alimentos que debo tomar. No es su culpa, eso pasa. Es culpa mía por no reclutarle como aliado. Depende de ti conseguir tus aliados y mantenerlos de tu parte.

Cuando mi pareja hace la compra, en lugar de llenar el carro con frutas y verduras, productos bajos en grasa, pan y arroz integral o filetes finos de carne, trae sobre todo bolsas de patatas fritas, quesos (por supuesto, no lights), helados y embutidos. Al principio, era divertido y me lo tomaba bien. Pero ahora, es frustrante además de caro. Llegué a pensar que era una estrategia para librarse de hacer la compra, pero me di cuenta de que el problema es que nunca le había dicho porqué quería los productos de la lista que le daba y los problemas que acarreaban todos esos alimentos «engordantes» que él compraba.

La frase

«A los hijos no hay que preguntarles qué quieren de comer, salvo cuando invitan ellos».

FRAN LEBOWITZ

Una buena idea

Mejorar tu postura puede hacerte parecer delgada de forma instantánea. Relaja tus hombros y déjalos caer ligeramente hacia atrás. Tu pecho se levantará de manera natural. Mira el libro sobre el Método Pilates de esta misma colección si quieres aprender otras posturas interesantes.

Tienes que comunicarles tus planes respecto al adelgazamiento a tu pareja y a tu familia. Necesitas sentarte con ellos y explicarles los motivos por los que quieres perder peso y lo que vas a hacer para conseguirlo. Es importante que les pidas ayuda. Por ejemplo, es posible que necesites ayuda a la hora de cuidar a los niños, para hacer recados, para cocinar o hacer la compra. Quizás quieras que ellos hagan deporte contigo. ¿Podrían ellos unirse a la comida sana? Si son delgados, podrían comer los mismos alimentos que tú, pero más cantidad. Si a ellos también les sobra algún kilo, tu motivación puede ayudarles mucho. Ten claro, que al final, el apoyo y los elogios de los que te quieren serán vitales para que logres tus objetivos.

Por supuesto, se dan casos en los que las personas que están a tu alrededor se muestran muy poco entusiasmados con tu deseo de pérdida de peso; incluso algunos pueden intentar obstaculizarlo. Se han acostumbrado a ti tal y como eres, y temen que cambies de personalidad conforme cambia tu tamaño. Tu pareja puede pensar que cuando estés «tipito», te vayas con otro/a. Lo único que puedes hacer es darle confianza una y otra vez, pero si aún así se niega a darte tu apoyo, tendrás que lograrlo sin él/ella. Intenta hacer nuevos amigos. El contacto con personas que se encuentran en la misma situación que tú es perfecto como apoyo moral. Lo importante es el contacto con otros y la compresión que se recibe, por no mencionar los trucos y advertencias que se comparten, que siempre ayudan mucho.

La frase

«Los verdaderos amigos son a los que puedes llamar a las 4 de la madrugada».

MARLENE DIETRICH

Además de buscar apoyo en la estructura familiar y en los amigos, es posible que te vaya mejor con una estructura más formal. Los clubes de adelgazamiento, algunos gimnasios con programas especiales, las revistas y, por supuesto, Internet, pueden ayudarte. Además de las dietas en sí (todas se basan en alimentarse saludablemente, aunque haya pequeñas diferencias entre ellas), el espíritu de pertenecer a una comunidad es maravilloso, proporciona apoyo, motivación e inspiración. Hay estudios que demuestran que las posibilidades de perder peso sin recuperarlo son mayores cuando se pertenece a un club o comunidad similar.

Otra idea más

¿Se trata realmente de falta de apoyos o es simplemente una excusa? Mira la IDEA 50, ¿Cuál es tu excusa favorita?

Dependiendo de tu situación financiera, puedes también buscar ayuda personalizada. Un entrenador personal puede diseñar un plan de ejercicios a tu medida y te aseguro que es uno de los mejores modos de comprometerse a cumplirlo. Para levantarse de la cama, no hay nada como una llamada o un SMS de tu entrenador personal. También puedes visitar a un dietista o endocrino para que te aconseje y te haga un seguimiento en el tiempo. Algunos te exigirán ir a la consulta una y otra vez, pero otros te permitirán realizar parte del seguimiento por teléfono. Son perfectos para ayudarte a preparar un plan de acción y ceñirse a él. Al final, ten claro que tu fuerza de voluntad es la que determinará que tengas éxito o fracases, pero toda la ayuda que puedas conseguir será buena.

La frase

«La gente cambia, pero olvida comunicárselo a los demás».

LILLIAN HELLMAN

P Vamos a cenar con una pareja amiga nuestra. Aunque ella sabe que estoy intentando perder peso, prepara una cena alta en calorías. ¿Qué debo hacer?

R ¿No se da cuenta o es una bruja? Si te agrada su compañía, simplemente pon al mal tiempo buena cara y come porciones pequeñas. Tómate una ensalada o una tacita de sopa antes de ir a su casa. Tienes que ser educada, lo que no significa que tengas que tomar postre. Simplemente, di que el plato principal estaba tan rico que no tienes sitio para más.

P Mi pareja y mis hijos tienen sobrepeso. ¿Cómo puedo evitar que mis hijos tengan complejo de gordos?

R Es una situación difícil, pero para ser franca, hoy día la obesidad es un problema mayor que los trastornos alimenticios. El 70% de los niños con sobrepeso son adultos con problemas de sobrepeso. Creo que la clave está en manejar la situación con delicadeza. Incrementa la actividad como familia e introduce pequeños cambios en los hábitos alimenticios. Reduce las comidas basuras y procesadas, y pásate a los lácteos desnatados y a las bebidas sin azúcar. Cuantas menos chucherías y snacks tengas en casa, menos posibilidades hay de que tomen uno y se sienten frente al televisor. Yo también les invitaría a aprender las nociones básicas de la alimentación sana, ya sea a través de Internet o utilizando algunos de los materiales que las autoridades sanitarias están editando al respecto. A los niños les gusta aprender, por lo que es fácil que terminen enseñándote a ti alguna cosa.