Caitlin y Loriel comenzaron a recoger sus cosas. Caitlin dejó a su amiga Mérida, a quien había entrenado en las artes curativas y remedios, a cargo de los heridos. Luego ella y Loriel montaron sus caballos y se fueron al Castillo Esmeralda, donde esperaban encontrar a Kayla y Aidan de regreso de su viaje u obtener información sobre su paradero.
La niebla se había levantado, lo que hacía más fácil para Loriel y Caitlin viajar a través del denso bosque. En un momento vieron algo en el suelo, que Loriel reconoció como la capa que Jake llevaba puesta. Ella recordó que él dijo que la había dejado en el bosque, pero no dijo por qué. Loriel desmontó y fue a recoger la capa. Cuando la recogió, Jake lo notó de inmediato y tuvo una visión de Loriel. La visión de ella le alentó el corazón. Loriel también lo sintió. Sus corazones parecían latir como uno solo. Fue una emoción poderosa... demasiado poderosa.
Luna también fue alertada de repente, después de un momento, se volvió hacia Gretchen y dijo:
“Parece que nuestro poderoso nuevo amigo tiene una debilidad”.
“¿Qué? ¿Y qué nuevo amigo?” preguntó Gretchen.
Luna le lanzó una mirada sarcástica y respondió:
“El chico”.
“¿Cuál chico?”
“El poderosamente dotado del Castillo Esmeralda... tiene una debilidad”.
Luna se volvió y miró a Gretchen.
“¿Ha perdido sus poderes?” preguntó Gretchen.
“No estoy hablando de sus poderes”.
“Entonces de que, ¿y qué vamos a hacer?” preguntó Gretchen.
“Necesitamos encontrarlo primero”, dijo Luna.
“Pero él extrae nuestro poder, no podemos estar en su presencia”.
“Cierto, pero creo que podemos usar un tipo de poder diferente sobre él”.
“¿A qué te refieres?”.
“Poder de negociación, hermana”.
“¿Puedes parar los acertijos y hablar claro, por favor?” preguntó Gretchen en tono molesto.
Nubia se acercó a la puerta llevando leña y la puso en el suelo cuando las escuchó hablar.
“Se ha enamorado”, afirmó Luna.
“¿Enamorado? ¿De quién?”.
“La joven Loriel” respondió Luna.
Gretchen miró a Luna por un momento, luego sonrió ante las posibilidades de ese descubrimiento.
“¿Cómo lo sabes?”.
“Sentí una emoción fuerte de él hace unos momentos y luego tuve una visión del rostro de la chica, como si estuviera pensando en ella en ese mismo momento”.
“Qué extraño, pero ¿por qué nos afecta así? Quiero decir, extraer nuestros poderes, y tú ser capaz de sentir sus emociones, ¿hay alguna conexión?” preguntó Gretchen.
“No lo sé, pero debemos encontrar a la chica que capturó su corazón”.
“¿Vamos a volver al castillo?”.
“Quizás, pero primero debemos revelar su ubicación”.
Luna giró hacia una gran caldera negra sobre un fuego débil y comenzó a corear mientras alcanzaba un murciélago en una jaula, luego un pequeño roedor y los sacrificó y arrojó a la caldera, pero el fuego se estaba extinguiendo.
“¡¿Dónde está esa idiota de Nubia con la leña?!” exclamó Luna.
Nubia, inmediatamente recogió la leña que trajo consigo y se escondió en el bosque. Como Jake, extrajo gran parte de sus poderes, ahora necesitaban un fuego ardiente para evocar visiones de la ubicación de su víctima. Nubia necesitaba advertir a Jake y a la muchacha, pero aunque tenía un agudo sentido de la esencia, sería más difícil sentirlo si no estuviera solo.
El linaje directo de sangre de Jake había levantado el estado de niebla en el que ella había estado viviendo; Era casi como si hubiera encontrado a Devon. Le dolía saber que, durante años, había cumplido las órdenes de sus malvadas hermanastras, ahora estaba agradecida por su claridad mental.
Ella levitó a la cima de un árbol donde sus hermanastras no la verían. Cerró los ojos y presionó sus manos en sus sienes tratando de sentirlo. Comenzó a sentir algo cerca, provenía del mismo lugar donde le había dado a Jake su bolso de terciopelo negro bordado con una rosa roja. Sin embargo, su esencia parecía diferente, se mezcló con otra esencia que ella no reconoció. Cerró los ojos una vez más y cuando los abrió, se encontró sobre la rama de un árbol arriba de dos mujeres que cabalgaban en el bosque. La esencia de Jake era más fuerte en la muchacha, supuso que era Loriel. Nubia no estaba segura de cómo acercarse y advertirles, siendo una muda y una de las brujas, que previamente atacaron el castillo, sería difícil evitar que le temieran y huyeran.
§
Luna estaba indignada por no tener la leña que necesitaba para conjurar las ubicaciones de Jake y la muchacha. Ella maldijo y salió a llamar a Nubia,
“¡Nubia! ¡Nubia! ¡Maldita sea! ¡Esa imbécil! “Gritó Luna, luego se volvió hacia Gretchen”, ¡Ve a cortar leña!” Le ordenó.
“¿Yo? ¿Y por qué yo? ¡Córtala tú!” Gretchen replicó.
“¿Acaso no deseas ser re empoderada, querida hermana?”
“Sí, pero al igual que tú, así que tú también debes cortar algo de leña”, respondió Gretchen.
“Ay olvida la leña, simplemente tendremos que viajar al Castillo Esmeralda, estoy segura de que allí los encontraremos a los dos”. Luna gruñó.
“Viajar, ¿en qué? No tenemos caballo, porque tú lo mataste y luego no lo comimos”. Gretchen le recordó.
Luna frunció los labios y se paseó por la habitación con las manos en las caderas.
“Entonces conviértete en un caballo y yo te montaré”, ordenó Luna.
“¡No lo haré! Me quedan muy pocos poderes, no los desperdiciaré para que puedas viajar en comodidad”.
“¡Yo no llamaría, montar a caballo, comodidad, y es mejor que yo tenga poderes que tú! ¡Tú siempre estropeas las cosas!” Bramó Luna.
“Nada más porque eres la mayor, ¡no indica que seas la mejor, hermana!”
“¡Basta! Esto no resuelve nada, necesitamos sacar más poder y ¡pronto! Esa chica es nuestra pieza de negociación para matar dos pájaros de un golpe”.
“¿Cuales dos pájaros?” Preguntó Gretchen.
Luna resopló mientras sacudía la cabeza con las manos en las caderas y dijo:
“Hermana querida, no podrías ser más lenta de mente si te pagara. ¡La chica! ¡Ella atraerá al muchacho y a su madre a ella! Luego, cuando se presenten, mataremos al chico para quitarlo de por medio, y después extraeremos los poderes de la madre de la muchacha hasta que muera... ¡sin interrupción!” Gritó Luna.
“¡Pues, deja de gritar que no estoy sorda!”
“¡Pues espero que no, porque no te lo volveré a explicar!” exclamó Luna con frustración.
“Ya pues, lo capté, así que caminaremos”, exclamó Gretchen.
“No, está demasiado lejos... necesitamos potenciar algo por aquí”.
Luna miró a su alrededor.
“¿Cómo qué?” Preguntó Gretchen con frustración.
“No sé, pero requeriría mucho menos uso de poder que convertirnos en algo”.
“Cierto”, respondió Gretchen.
Caminaron alrededor de la vivienda mirando baratijas, taburetes, cubos, un hacha, luego Luna se enfocó en algo... una escoba.
“Podemos usar esto, es gruesa y no nos costaría mucho levitarla”.
“¿Una escoba?” Gretchen la miró con escepticismo.
“Sí, la montaremos... como un caballo, ¿ves? Incluso parece que tiene cola de caballo, ¡jajaja!”, rió Luna mientras sostenía la escoba.
Entonces Gretchen dio un paso alrededor de Luna y se la quitó y montó la escoba, luego Luna dijo:
“Hazte para tras, necesito espacio”.
“Disculpa hermana, pero no estaremos montando en la misma escoba y si lo hacemos, yo hice la escoba, ¡así que yo montaré adelante!”
“¡Ja! ¿Desde cuándo te convertiste en una fabricante de escobas?” Exigió Luna.
“Desde que utilizaste la última como leña por ser tan floja de levantarte y traer la leña de afuera”.
Luna bufó de frustración. Luego recordó el viejo trapeador afuera y fue a buscarlo y con un movimiento de su mano lo convirtió en una escoba.
“Ahí está, no se llevó mucho en hacer... y se ve mejor que la tuya”, murmuró Luna.
“¿Qué?” Preguntó Gretchen.
“Nada cariño, ahora vamos a buscar al muchacho y su linda chica”.
“Me gustaría comer nuestra cena de guiso de rata primero”, dijo Gretchen.
Luna se volvió y asintió con la cabeza.
§
Mientras tanto, Nubia sabía que sus hermanastras pronto las alcanzarían, así que tendría que acercarse y arriesgar asustar a las mujeres que cabalgaban abajo en el bosque, pero era mejor que se encontraran con ella que con Luna y Gretchen.
Mientras aun flotaba en la rama de un árbol, Nubia se alegró de una cosa, Luna y Gretchen no habían descubierto el parentesco que tenían con Jake todavía, tal vez era porque Jake era línea de sangre directa de ella y no de sus hermanastras. Después de todo, ellas nunca tuvieron niños...ya que se los comían.