Después de que Loriel recogió la capa de Jake, ella y Caitlin continuaron cabalgando a través del bosque hacia el Castillo Esmeralda. Nubia, carecía de un corazón malvado, pero poseía un agudo sentido de la esencia, y había localizado a Caitlin y Loriel, quienes llevaban la capa de Jake. Aunque tenía poderes limitados aún era capaz de trasladarse de lugar a lugar, levitar, crear escudos invisibles, y con su mirada láser podía hacer estallar cualquier cosa en llamas en que se enfocaba, excepto sus hermanastras.
Nubia se colocó caminando a una distancia delante de ellas como lo había hecho con Jake. Cuando se acercaron ella se volvió, pero mantuvo su capucha esperando reducir el impacto.
“Tía Caitlin mira, una mujer caminando adelante”.
“Tal vez va a buscar ayuda”, dijo Caitlin.
Cuando se acercaron, Nubia mantuvo su cabeza baja.
“¿Dama, vas al castillo por ayuda?” Preguntó Loriel.
Nubia negó con la cabeza, pero no levantó la vista.
“Bueno, ¿entonces podemos ayudarte o quizás ofrecerte que montes detrás de una de nosotras?” Caitlin preguntó. Nubia siguió negando con la cabeza. Caitlin y Loriel se miraron. “¿Puedes hablar?” Caitlin preguntó inclinando la cabeza. Nubia, una vez más, negó con la cabeza, luego giró su cuerpo hacia Loriel y tocó la capa.
“Oh, ¿Dama, tienes frío?” Preguntó Loriel. Nubia levantó la mirada pero no directamente hacia Loriel. “¡Alma divina! ¡Es Nubia! “Loriel exclamó tan fuerte que asustó a su caballo mientras se alejaba. Sorprendida, ante la alarma de Loriel, Caitlin también se alejó. Nubia enseguida les indicó que se callaran colocando un dedo sobre sus labios.
“¡Loriel espera! Nos está diciendo que guardemos silencio”, dijo Caitlin, y Nubia asintió sin mirar directamente a ninguna de las dos. “Creo que está tratando de ayudarnos, está muda, recuerdas”, dijo Caitlin. Loriel se había alejado por temor. Confundida, miró a Caitlin, luego se volvió hacia Nubia y preguntó:
“¿Estás aquí para ayudarnos?”
Nubia asintió y usó gestos con las manos para que la siguieran. Caitlin y Loriel dudaron, y luego siguieron a Nubia a un área boscosa. Nubia les indicó que se mantuvieran quietas, y luego comenzó a girar alrededor de ellas tan rápido que se veía borrosa a la vista mientras creaba una pared acuosa a su alrededor. Cuando Nubia se detuvo, levantaron la vista y vieron a Luna y Gretchen volando sobre escobas por el cielo del bosque a la luz de la luna.
Loriel se entumió y Caitlin quedo boquiabierta, no podía creer lo que veía. Era una escena que había visto cientos de veces durante Halloween en los tiempos modernos. Era fascinante, pero aterrador, estas eran brujas verdaderas y extremadamente malvadas. Había visto sus horribles acciones entre las víctimas en la aldea incendiada. A Caitlin se le enchinó la piel de temor.
Luego Luna y Gretchen desaparecieron entre la altura y la distancia. Nubia se volvió hacia Loriel y señaló el cielo, luego puso una mano sobre Loriel y otra sobre la capa.
“Creo que está diciendo que te están buscando a ti y a Jake”. Caitlin dijo.
“¿Es eso cierto?” Loriel le preguntó a Nubia, Nubia asintió. Entonces Nubia alcanzó la capa de Jake y suavemente la tomó de Loriel. “¡Espera!” Loriel exclamó mientras alcanzaba la capa. Nubia levantó la capa, y la señaló a ella con el dedo y negó con la cabeza.
“Creo que la capa te pone en peligro. Déjala que la tome”, aconsejó Caitlin.
Nubia asintió, luego una vez más puso su mano en el brazo de Loriel y señaló hacia el castillo y negó con la cabeza. Loriel y Caitlin se miraron,
“Ella no quiere que vayamos al castillo”. Loriel dijo.
“No, cariño, ella no quiere que, tú, vayas al castillo”. Caitlin aclaró.
Nubia asintió con la cabeza.
“¿Deberíamos quedarnos entonces?” Loriel preguntó.
“tu quédate, y yo iré, quizás tu madre haya vuelto”. Caitlin dijo.
“Si mi madre regresa, correrá peligro, volverán a extraer sus poderes”. Loriel advirtió.
Luego, Nubia, hizo un gesto con las manos para que la siguieran por el bosque. Ella las condujo a un arroyo. Caitlin tuvo un recuerdo instante, habían entrado en la parte del bosque donde estaba el Donnelly Inn, en el futuro, y el arroyo en el que una vez había caído antes de ser levantada por Jared a caballo muchos años atrás. Caitlin sonrió ante el romántico recuerdo. Nubia instó a Loriel a cruzar el arroyo, sin su caballo.
“El anciano dijo que las brujas no podían cruzar corrientes de agua”, dijo Caitlin.
“Pero me congelaré de aquí a mañana si me quedo aquí”, respondió Loriel.
Entonces, Nubia se volvió hacia un tronco caído a través del arroyo y con su mirada, estalló en llamas.
“Yo pienso que no”, dijo Caitlin.
Intercambiaron miradas, luego Loriel tragó saliva, se quitó el calzado y respiró profundo mientras levantaba sus prendas y cruzaba la corriente, tratando de no chillar mientras entraba en el agua helada. Rápidamente salió corriendo del otro lado y se acurrucó cerca del fuego, calentándose y secándose las piernas y los pies mojados y helados. Luego Nubia montó el caballo de Loriel e hizo un gesto para que Caitlin la siguiera.
“¡No te tardes!” Insistió Loriel.
“Volveré lo más pronto posible, cariño, no vayas a vagar”, advirtió Caitlin.