Luna y Gretchen apenas podían volar con el intenso escozor y ardor en los ojos, así como la tos y la asfixia, por lo que se vieron obligadas a hacer un aterrizaje de emergencia dentro del bosque. Después de un tiempo, el ardor de los ojos comenzó a desaparecer, pero sus ojos permanecieron rojos, irritados e inflamados. Luna y Gretchen estaban furiosas.
“Tus ojos se ven horriblemente rojos e hinchados. ¡Creo nunca has lucido peor!” Soltó Gretchen.
“¡Pues tu no luces nada mejor, hermana querida! ¡Ay, cómo me gustaría verme en un espejo!” dijo Luna.
“¡Pues adelante!” respondió Gretchen sarcásticamente, mientras soltaba una carcajada.
“¡¿Qué clase de hechicería fue esa?! Y ese chico estaba allí, ¡empeoró el ardor! Ese insolente roedor... ¡cómo me gustaría cortarlo por la mitad y vaciar sus entrañas en un caldero y luego darlo a comer a los perros!” exclamó Luna.
“Estás delirando, no podemos hacer nada contra ese chico. ¡Él es más poderoso que nosotras!”.
“¡Ja! Ya veremos eso. ¡Lo haré lamentar que alguna vez se haya cruzado con nosotras!” bramó Luna.
“¿La pregunta es por qué nos afecta así?”.
“No lo sé, y no me importa, ¡solo lo quiero muerto!”.
“Ah, ¿y cómo planeas hacer eso? ¡No podemos acercarnos a él!” exclamó Gretchen.
“¡Qué lenta eres, hermana! ¿Has olvidado que su corazón tiene una debilidad llamada Loriel?”.
Gretchen miró a Luna:
“Y cómo la encontraremos, ella no estaba con él”.
“No, pero ella está cerca”.
“¿Cómo lo sabes?”.
“Sus emociones son fuertes, constantemente piensan el uno en el otro... es casi como seguir un rastro. No los percibí desde el aire, pero los percibo ahora, y la percibo a ella en lo profundo del bosque”.
“Eso me suena como que tendremos que permanecer sobre la tierra por algún tiempo”, dijo Gretchen.
“¡Sí!”.
“Bueno, pues ya que tú eres la que tiene la conexión emocional, ¿qué dirección tomaremos?”.
“Sudoeste”, respondió Luna.
§
Kayla, Aidan y Caitlin se dirigieron hacia el norte, hacia el lugar donde Loriel esperaba junto al arroyo en el centro del bosque. Kayla y Aidan viajaban por carreta, mientras que Caitlin montaba a caballo. Cabalgaban a un ritmo constante cuando Caitlin tuvo una visión, de Loriel dormida en el bosque junto a dos cervatillos, pero también vio sombras oscuras que se acercaban, lo que la alarmó.
“¡Debemos apresurarnos, tuve una visión!” Anunció Caitlin mientras aceleraba el ritmo.
Tanto Kayla como Aidan se volvieron hacia ella.
“¡¿Qué es Caitlin?!” Preguntó Kayla, sonando alarmada.
“No estoy segura, pero tuve una visión de Loriel dormida en el bosque y vi sombras oscuras moviéndose hacia ella”.
“¡Alma mía, mi niña! ¡Aidan, apúraté!” Instó Kayla a su esposo.
“Pero si son ellas, te matarán... ¡nos matarán a todos!” Aidan respondió.
“Está cerca de un arroyo... ¡Rafe nos dijo que no pueden cruzar corrientes de agua!” Exclamó Caitlin.
Aidan tiró con más fuerza de las riendas y aumentó el ritmo.
§
Loriel se había quedado dormida unas cuantas horas. Era cerca de la medianoche cuando se acurrucó junto a los cervatos que le hacían compañía. Entonces ella comenzó a sentir un frío en el aire. Loriel abrió los ojos y miró a su alrededor. Estaba muy quieto, el fuego se había apagado y la leña humeaba. Loriel se alarmó de inmediato y se puso de pie. Ella alcanzó su arco y flecha. Al sentir una presencia, se giró y se encontró cara a cara con Luna, quien la levantó de la tierra por el cuello antes de que Loriel pudiera gritar. Luna y Gretchen habían llegado del mismo lado del arroyo en que Loriel estaba sentada.
“Buenas noches, ¿por qué tan sola en una noche tan fría?” Preguntó Luna en voz baja y amenazadora.
Loriel jadeó y se retorció de dolor. Luego Luna la arrojó contra un árbol y Loriel cayó sobre la hierba ahogándose y dejó caer el arco. Entonces Gretchen se acercó a ella con sus uñas picudas y filosas, pero Loriel, que aún sostenía la flecha, se la clavó a Gretchen en el costado. Gretchen gritó de dolor mientras Loriel se giró y gateo hacia la corriente de agua mientras tosía y jadeaba por aire incapacitada de pedir auxilio al espíritu de su abuelo. Entonces Luna se lanzó sobre ella, pero un fuego se encendió entre ella y Loriel. La cara barbuda de Finían apareció en las llamas que ardían hacia Luna, quemándole las manos y algunos mechones de su cabello y Luna gritó. Loriel siguió asfixiándose y jadeando mientras llegaba al arroyo sobre sus manos y rodillas. Ella estaba a punto de entrar cuando, furiosa, Gretchen la persiguió, y se quitó la flecha del costado, con los ojos aún enrojecidos por el aerosol de pimienta que la hacían parecer monstruosa.
A lo lejos, Caitlin, Kayla y Aidan escucharon los gritos. Ahora todos viajaban a toda velocidad a medida que se acercaban a la escena caótica. Kayla saltó primero, luego Aidan, seguido por Caitlin quien desmontó su caballo. Kayla corrió hacia su hija siendo atacada por Luna y Gretchen. Entonces Kayla vio llamas entre Loriel y las brujas. El fuego parecía proteger a Loriel. Kayla entonces levantó sus manos y lanzó una poderosa corriente de rayos que golpeó a Luna desde atrás. Luna fue arrojada a través del campo y luego Kayla lanzó otra corriente de rayos contra Gretchen que causó que azotara contra un árbol.
Luna se volvió y miró a Kayla, con ojos asesinos. Luego sonrió y dijo:
“¡Qué tiempo tan perfecto, hermana, estamos a punto de volvernos muy poderosas... otra vez!”.
Gretchen se levantó de la tierra pero aún estaba atónita por el ataque inesperado de Kayla. Luego se volvió, vio a Kayla y luego miró a Luna. Se olvidaron de Loriel que ahora ya había cruzado el arroyo. Luna y Gretchen ahora se enfocaron en Kayla. Ellas extraerían todos sus poderes como antes, pero esta vez la matarían a ella y a todos en su compañía, pero mantendrían a Loriel con vida hasta que apareciera el chico. Luna tenía planes para ellos.
“¡Madre no, vete, por favor!” Lloró Loriel, asustada por su madre.
Luna y Gretchen se enfrentaron a Kayla, luego ambas levantaron sus manos en el aire y comenzaron a recitar el hechizo que extraería la fuerza vital y el poder de Kayla hasta que muriera. Un fuerte trueno sacudió el bosque y rayos caían alrededor de ellas mientras el viento giraba. Aidan y Caitlin fueron barridos hacia atrás lejos de Kayla por un fuerte viento y no pudieron alcanzarla mientras las brujas recitaban la maldición.
Loriel, le llamó a su abuelo Finían. Entonces el tronco se encendió en llamas y rodeó a ambas brujas. Kayla, que estaba siendo drenada de su fuerza vital y poderes, cayó de rodillas, y se apoyó sobre el pasto y débilmente levantó la vista y al ver la cara barbuda en el fuego ella inmediatamente supo... que este era su padre... este era Finían. Luego ella cerró los ojos y se desmayó.
El viento y truenos se detuvieron de repente y Aidan y Caitlin pudieron alcanzar a Kayla desmayada sobre el pasto.
“¡Tómenla, y váyanse!” Exclamó Finían.
Aidan levantó a Kayla de la tierra, y la colocó en la carreta, luego él y Loriel subieron a la carreta mientras Caitlin montaba su caballo y todos se alejaron lo más rápido posible. Los dos cervatillos siguieron detrás de ellos. Finían atraparía a las brujas dentro de un círculo de fuego, hasta que Aidan, Kayla, Loriel y Caitlin salieran fuera del bosque.