Capítulo 36: Devon

 

Cuando Nubia llevó a Caitlin y Edmund a la guarida de las brujas, Jared, Marc, Orwin y Kyle llegaron a Misty Cove temprano esa mañana, cansados, fríos y hambrientos. Se acercaron al bullicioso pueblo portuario mientras los comerciantes de todo el lugar montaban sus puestos, vendiendo de todo, desde comida y suministros hasta ropa y armas. Jared había visitado el lugar cuando era un adolecente con su padre y sus hermanos, le traía cálidos recuerdos, pero los chicos nunca habían estado en un lugar tan ocupado. El aroma de comida les aumentó el hambre, y se acercaron a un vendedor que estaba asando pollo mientras su esposa calentaba pan y caldo. Jared y los chicos recibieron rápidamente comida y taza de cerveza. Después de romper el ayuno, Jared y los muchachos comenzaron a preguntar a los lugareños sobre Devon Kellan, un cartógrafo con cuatro hijos pequeños, pero nadie podía darles informes. Jared se dio cuenta de que podría ser más difícil encontrarlo en un lugar tan concurrido.

Jared decidió ir hacia los muelles y él y los chicos exploraron el área del puerto, ya que los cargadores marítimos serían los mayores consumidores de mapas. El área del puerto tenía un desagradable olor a pescado y estaba poblada no solo por puestos de comerciantes vendiendo sus mercancías, sino por méndigos y prostitutas que se les acercaban. Los muchachos estaban fascinados por la tentadora exhibición de piel expuesta que se les acercaba.

“No sean tentados, estas mujeres están llenas de enfermedad”, advirtió Jared.

Los muchachos miraron hacia otro lado tratando de concentrarse en la tarea de buscar a Devon. Orwin, sin embargo, hizo una nota mental de una joven prostituta rubia. Luego, Jared les dijo a los chicos que tendrían que separarse y acercarse a la mayor cantidad posible de aldeanos con respecto a un cartógrafo llamado Devon Kellan o Devon Bellerose y sus cuatro hijos pequeños. Pasaron la mayor parte de la mañana preguntando a los lugareños por Devon, pero nadie estaba familiarizado con él. Después de un largo rato, todos se reunieron en el lugar acordado cerca de un árbol alto, excepto Orwin. Jared miró a Marc y Kyle.

“¿Dónde está Orwin?”

Entonces Marc y Kyle intercambiaron miradas, sabiendo lo que había sucedido. Jared apretó la mandíbula con enojo.

“Debemos continuar”, dijo Jared.

“¿Vamos a dejarlo aquí?” Preguntó Marc.

“No soy su cuidador; alguien que es tan fácilmente distraído no se le puede confiar y no debería haber venido”.

Los chicos se miraron y asintieron, luego obedecieron a Jared, montaron sus caballos y comenzaron a cabalgar hacia el interior, lejos del puerto. Cabalgaron por la bulliciosa aldea preguntando sin éxito a los aldeanos que encontraban con respecto a Devon. Se estaban frustrando, entonces Jared vio a un hombre al otro lado de la calle de adoquines que salía de una taberna. Llevaba lo que parecía ser un mapa enrollado que colocó en su maletín en la parte trasera de su caballo, luego montó y se dirigió hacia el puerto. Jared en seguida tiró de las riendas de su caballo y se volvió para seguir detrás del hombre. Marc esperó a Kyle que hablaba con un hombre en la calle. Luego también volvieron a montar, tiraron de las riendas y se volvieron para seguir a Jared, que ahora cabalgaba por delante de ellos en la distancia.

El hombre del mapa notó que lo seguían, y aumentó su ritmo volteando por callejones entre algunos edificios para tratar de perder a Jared. Cuando llegó al puerto, ya no vio a Jared. Satisfecho, desmontó y sacó el mapa del maletín de su caballo. Jared, que no estaba familiarizado con la aldea, perdió el rastro del hombre a través de las calles y los edificios, pero decidió continuar hacia el puerto con la esperanza de verlo allí de nuevo. Mientras tanto, Marc y Kyle también perdieron el rastro de Jared y después de algunos giros equivocados, ellos también decidieron continuar hacia el puerto. Al alcanzarlo, Jared vio al hombre del mapa junto al muelle mientras ató su caballo a una cerca. El hombre se volvió y vio que Jared también desmontaba y esta vez decidió acercarse y enfrentarlo.

“¿Por qué me sigue, señor?”

“Veo que llevas un mapa, y estoy buscando un cartógrafo llamado Devon Kellan o Devon Bellerose, fue recomendado. Quizás lo conozcas”, dijo Jared.

El hombre miró a Jared, que no parecía ser un hombre de mar, y se volvió desconfiado.

“Lo siento, no lo conozco”.

“Entonces, ¿puedes decirme dónde podría encontrar un cartógrafo?” Preguntó Jared.

“¿Eres un comerciante marítimo?”

“No”.

“Entonces, ¿por qué buscas un cartógrafo?”

Jared se detuvo un momento, dudando en revelar más detalles.

“Me dijeron que Devon es cartógrafo, su padre era mi hermano y su madre lo busca”.

Luego estalló una pelea en el fondo a poca distancia. Las mujeres gritaron y los comerciantes gritaron enojados cuando sus puestos fueron volcados mientras dos hombres golpeaban a un muchacho. Jared se volvió y vio a Orwin tirado a través de un puesto de frutas. Dos hombres de aspecto áspero vinieron contra Orwin. Jared resopló, sacudió la cabeza y se puso en acción, corriendo hacia uno de los hombres, y quitándoselo a Orwin de encima y lo tiró sobre la calle adoquinada. El segundo hombre atacó a Jared por detrás, luego el primer hombre en la calle se puso de pie y cargó contra Jared. Marc y Kyle, alertados por el ruido y los gritos, cabalgaron apresuradamente hacia el sonido del caos. Marc saltó de su caballo, y corrió en ayuda de su padre al igual que Kyle. Un tercer atacante salió de la casa de prostitutas, listo para golpear a Marc, pero el hombre del mapa, que era físicamente tan grande como Jared, le metió un puñetazo en la cara al atacante y le hizo escupir un diente y desmayarse. El hombre dejó caer su mapa, pero no le caían bien los hombres que eran dueños de las prostitutas, ya que a muchas de ellas las obligaban a hacerlo y eran maltratadas regularmente por ellos. Luego, Jared noqueó al primer atacante, y finalmente tanto Jared como el hombre del mapa lograron que el segundo atacante dejara a Kyle y Marc, y la pelea fue contenida. La gente les gritó sobre sus puestos volcados y los muchachos se limpiaron la nariz ensangrentada. Entonces Jared sacó a Orwin de la calle.

“Tengo en mente terminar lo que ese hombre en el suelo iba a hacer contigo”, le regañó Jared.

“No es una buena idea buscar damas aquí chico, estos tipos siempre quieren más de lo que las pobres mujeres valen”. El hombre le aconsejó a Orwin mientras recogía su mapa.

“¡Idiota!” Kyle regañó a Orwin.

“¿Valió la pena?” Marc gruñó.

“Ni siquiera la toqué... querían demasiado”. Orwin afirmó en defensa propia.

Jared se alejó de Orwin para agradecer al hombre del mapa que vino en su ayuda.

“Estoy en tu deuda”, le dijo Jared.

El hombre sonrió mientras arreglaba su atuendo.

“Es una buena manera de calentar la sangre en una mañana fría”. El hombre respondió.

“Soy Jared Kellan, y ¿qué puedo llamarte a ti, muchacho?” Preguntó Jared.

“Devon”.