Mientras Jake se preparaba para lanzar una bola de fuego al dragón que venía contra ellos, Derrick lanzó el cristal hacia ellos, antes de alejarse y pasar por debajo del dragón, dejándolo girando en el aire. Entonces Loriel extendió la mano y atrapó el cristal deseando terrenos más seguros por ser conocidos. Luego, el cristal se encendió y transportó a Jake, Loriel y a Linda a través del tiempo, incluyendo el dragón sobre ellos.
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Mientras Luna y Gretchen viajaban en el tiempo en forma de dragón, su amo satánico les daba una última advertencia:
“¡Imbécil, te centraste en matar a un solo hechicero blanco cuando hay tres además de un pariente cuya sangre inocente junto con el acto de redención de su madre las puede destruir!”
“¿Quién es, mi Amo, el chico Jake?”
“Jake es tu descendiente sanguíneo del tiempo aun no llegado que visitaron”, aclaró el maligno causando que Gretchen jadeara al aprender ese nuevo detalle “...pero hay uno que tiene enlace de sangre aún más directo que él. Devon, el hijo de Nubia, que vive”.
Luna se puso furiosa al descubrir, que Nubia, le había ocultado a su hijo, lo que aparentemente condujo a la existencia de Jake, el lazo sanguíneo del tiempo aún no llegado.
“Amo, no conocíamos estos lazos de sangre ni la existencia del hijo de Nubia”.
“Y no necesitaban estar al tanto de él, pero tu persististe y comenzaste un juego de ratón y gato que ahora deben ganar, matándolos a todos, comenzando con la madre y el hijo, ¡quienes a solas las pueden destruir!”
“Sabemos dónde encontrar a Nubia, Amo, pero ¿quién es su hijo y dónde podemos encontrarlo?”
“Su nombre de nacimiento es Devon Kellan, pero tomó el apellido de sus cuidadores, McGregor. Búscalo a él y a sus cuatro niños en la aldea del puerto llamado Misty Cove, donde otros ahora lo traen para destruirlas. Matarlos a todos. Si lo logran, les otorgaré un poder ilimitado y siempre reinarán como reinas de mi dominio oscuro; ¡pero si fallan, dejarán de existir para siempre!”
“No fallaremos, Amo; ¡reinaremos como tus reinas de la oscuridad!”
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Un rayo iluminó el cielo al regresar a la época medieval. Mientras Luna y Gretchen volaban sobre las nubes en forma de dragón de dos cabezas, el maligno les advirtió que Nubia estaba a punto de encontrarse con su hijo, Devon, más los otros dos hechiceros blancos, Jake y Kayla.
“Solo atacarlos desde arriba y no entren a su presencia directa. Una advertencia final, cuidado con el cristal marino con que regresaron. Solo tienen uno, por lo que no pueden destruirlas, pero puede extraer sus poderes y debilitarlas”.
Truenos ensordecedores y rayos golpearon y sacudieron la tierra mientras iluminaban el cielo cuando la enorme fiera alada hizo su aparición a través de las nubes, exhalando fuego en el cielo. Jake, Loriel y Linda también cayeron en la tierra del bosque mientras conducían las motocicletas.
“¡Hemos regresado! ¡Tú, debes haber deseado regresar!”, Exclamó Jake.
“No pude evitarlo, pero es mejor”, respondió Loriel.
“Jake, ¡¿dónde estamos?!” preguntó Linda en estado de shock.
“¡No en Chicago!” Respondió Jake.
“¡Oh, Dios mío!” Exclamó Linda.
“¡Oye, el dragón está volando hacia el sur! No entiendo”, dijo Jake.
“Alma divina, debe estar en camino para matar a quien pueda matarlo primero... ¡Devon!” Exclamó Loriel.
“Será mejor que lo alcancemos entonces”, dijo Jake.
“No, Jake, es demasiado poderoso, tenemos el cristal, ahora debemos llevarlo primero a mi madre, para que recupere sus poderes de nuevo. Dos hechiceros blancos son mejores que uno”, afirmó Loriel.
“Tienes razón, pero podría tomar demasiado tiempo llegar al castillo”, dijo Jake.
“Tal vez puedas ordenar a las motos que avancen más rápido, como lo hiciste con la que condujo Derrick”, le recordó Loriel.
“¿Qué haría sin ti?” respondió Jake y sonrió. “¡Ay vamos, mamá, agárrate! ¡Motocicletas, llévanos al castillo a velocidad de luz!”.
De repente, Jake vio destellos de luz que se acercaban a él cuando Loriel enterró su cabeza en su espalda y Linda gritó. Un momento después estaban dentro de los terrenos del castillo.
“¡Guau, qué aceleración!” exclamó Jake. “Mamá, ¿estás bien?”.
“Sí”, dijo Linda con una mirada atónita en su rostro.
“¡Loriel, has vuelto!” exclamó Finían chico mientras giraba y corría hacia ellos.
El resto de los chicos también se voltearon y se acercaron a ellos. Luego Jake y Loriel saltaron de las motocicletas.
“¿Qué son estas cosas?” preguntó Finían chico refiriéndose a las motocicletas.
“Te lo diré más tarde. ¿Dónde está Lady Kayla? ¡Tenemos el cristal!” exclamó Jake.
“Ella está arriba, ven rápido, ha estado inconsciente”, dijo Aidan mientras subía corriendo las escaleras.
“El dragón vuela hacia el sur... ¡va por Devon!” exclamó Jake. “Tenemos que llegar a él primero”, dijo Jake mientras él y Loriel lo seguían.
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Linda permaneció en el patio, sentada en su motocicleta mientras los chicos la rodeaban en la extraña máquina.
“Hola, soy Linda, la madre de Jake”, le dijo ella a Edmund, Finían, Brayden y Trían.
“Es un placer, dama, bienvenida” respondió Trían y los otros chicos repitieron el saludo mientras todos se inclinaban y sonreían.
Entonces Rafe se acercó detrás de ella y dijo:
“Saludos, mi dama”. Linda se giró al escuchar la seductora voz masculina que la saludaba. Rafe inmediatamente quedó cautivado por la hermosa morena bronceada de ojos color avellana. “Mi dama, tu belleza es una vista bienvenida durante estos tiempos tenebrosos”, dijo Rafe inclinándose en reverencia.
Linda se quedó sin habla ante el refinado elogio que provenía del impresionante hombre que se inclinaba detrás de ella.
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Arriba en el segundo piso, Jake colocó el cristal en la parte media de Kayla mientras ella dormía. El cristal comenzó a extraer una luz lavanda de él y la transfirió a Kayla, quien abrió la boca y los ojos mientras la luz seguía fluyendo dentro de ella.
“Aidan, ¿dónde estás, qué pasó?” preguntó Kayla con una mirada desorientada, mientras Aidan se acercaba, y se sentaba en la orilla de la cama y le tomaba la mano.
“Estoy aquí mi amor. Jake viajó con Loriel y Derrick hasta el tiempo que aún no ha llegado y regresó con el cristal. ¿Te sientes fortalecida de nuevo?” preguntó Aidan.
”No completamente, pero más fuerte cada momento” dijo Kayla mientras se sentaba.
“Madre, estoy muy feliz de escuchar tu voz otra vez”, lloró Loriel.
“Y yo, al escuchar la tuya, cariño”, respondió Kayla mientras Loriel se inclinaba hacia adelante y abrazaba a su madre. Entonces Kayla miró a su alrededor en busca de Derrick, “... ¿y dónde está Derrick?”.
“Él no pudo regresar con nosotros, mamá. Verás que solo teníamos uno de los cristales y él regresó por el otro, por lo que se quedó en el tiempo que aún no ha llegado. Pero está bien, está con un amiga de Jake, una muchacha que creo que le agradó”.
“Ya veo”, dijo Kayla, luciendo decepcionada.
“Lady Kayla, ha pasado mucho desde que fue atacada, pero seré breve. Las brujas, Luna y Gretchen, se convirtieron en un dragón de dos cabezas, que puede matar fácilmente desde arriba. Están en camino a matar al hombre cuya sangre inocente puede destruirlas, pero solo si entran en su presencia inmediata, entonces tienen la intención de matarlo desde arriba con una corriente de llamas. ¡Tenemos que detenerlas!” exclamó Jake.
Kayla jadeó y alcanzó a Aidan, que la ayudó a levantarse.
“Mi amor, tus manos están tibias de nuevo y ya no tiemblan”, anunció Aidan con una sonrisa.
“Lady Kayla, debe venir conmigo enseguida a Misty Cove. Colocaré el cristal alrededor de su cuello para que continúe transfiriéndole poder”. Le ató un lazo alrededor del cristal como lo había hecho Rowena años atrás y Jake se la colocó alrededor de su cuello.
Kayla asintió: “Sí, vamos”. Se volvió hacia su esposo, “Aidan, por favor, ayúdame a bajar las escaleras”.
“Ven mi amor, hay poco tiempo”, dijo Aidan mientras la encaminaba hacia las escaleras.
Jake y Loriel corrieron hacia abajo y Jake saltó sobre la motocicleta.
“¡Ten cuidado!” dijo Loriel y lo besó.
“Lo haré... Te amo”, contestó Jake, sorprendiendo a Loriel.
“Y yo te amo a ti”, respondió Loriel y se besaron nuevamente.
Aidan condujo a Kayla hacia Jake, y Kayla miró la motocicleta con curiosidad.
“Estaremos montando esta máquina, se llama motocicleta. Por favor, deme su mano, Lady Kayla.
“Jake, el terreno estará lleno de baches y habrá barrancos que saltar, ¿no sería mejor viajar a caballo?” preguntó Loriel.
“¿Por qué no un caballo volador?” sugirió Finían chico desde atrás mientras se acercaba con los cervatos.
Todos se volvieron y miraron a Finían chico y a los cervatos.
“Todavía mejor. ¿Dónde está?” preguntó Jake mientras buscaba un caballo alado.
“¡Aquí! ¡Pegaso, extiende tus alas!”, exclamó Finían chico mientras extendía sus manos hacia los cervatillos.
Inmediatamente uno de los cervatillos comenzó a transformarse en un hermoso caballo blanco alado. Todos se maravillaron con la transformación del cervatillo, incluyendo Linda.
“¡Guau, siempre quise montar un caballo volador! Quiero decir, creo que puedo hacer volar la motocicleta también, pero... esto es un sueño hecho realidad”, dijo Jake.
“¡Date prisa, Jake, mamá, apúraté! El dragón está por delante de ustedes”, instó Loriel.
Sus palabras hicieron que Jake regresara a la realidad y giró para montar el Pegaso.
“¡No por mucho! ¡Oye, necesito una reata!”.
Entonces Brayden retiró la brida hecha de reata de su caballo y la colocó sobre el Pegaso.
“¡Gracias, chamaco!” sonrió Jake. “Bien, Lady Kayla, estaremos viajando a velocidad de luz, así que agárrese fuerte”, aconsejó Jake mientras extendía su mano hacia ella para montar detrás de él. “¡Ahora a Misty Cove!” exclamó Jake, pero el Pegaso no voló. “¿Cómo lo haces volar?” Preguntó Jake.
“¿Este...?” dijo Finían chico sin saber y se mordió el labio inferior, luego exclamó: “¡Pegaso vuela!”.
Inmediatamente, el Pegaso comenzó a batir sus alas y se elevó al cielo, dejando a todos boquiabiertos. Entonces Loriel corrió a los establos y salió galopando en un caballo.
“¿Adónde vas?” preguntó Edmund.
“Ahí va mi madre y... el chico que amo, ¿adónde crees?” respondió Loriel apuntando al cielo mientras se alejaba.
“Entonces iré contigo, hermana”, anunció Edmund mientras montaba su caballo.
Edmund intentó que el cervatillo restante lo siguiera, pero no lo hacía, prefería seguir a Finían chico.
“Finían, creo que este cervatillo ahora te responde a ti, ¡tráelo!” ordenó Edmund a su hermano menor.
Finían chico asintió, luego Edmund se alejó para alcanzar a su hermana.
“Yo igual, si mi hijo se va, yo también me voy”. Linda dijo, compartiendo la decisión de Loriel de seguir a Jake mientras estaba sentada en su motocicleta. “Pero necesito que alguien me escolte, por favor”, solicitó Linda.
“Si me lo permite, mi dama, la acompañaré, pero como dijo la chica, hay baches y barrancas, así que es mejor viajar a caballo”, dijo Rafe.
“Pero no sé cómo montar a caballo”. Respondió Linda.
“Entonces, venir conmigo”. Ofreció Rafe mientras montaba el caballo de Finían chico, y extendió su mano hacia Linda. Ella vaciló un momento y tragó, sintiéndose un poco tímida al cabalgar con el intrigante hombre, luego tomó su mano y se montó detrás de Rafe.
“¡Pero es mi caballo!” Protestó Finían.
“Y lo cuidaré bien chico”, respondió Rafe.
Finían resopló, frustrado al ver a Rafe y la dama irse en su caballo.
“¿Y qué pasa con este?” Preguntó Brayden con respecto al otro cervatillo mientras regresaba con más soga para hacer otra brida para su caballo.
“Se convierte en un dragón”. No puedes montarlo”, declaró Trían.
“¿Por qué no? El abuelo de Finían lo dejó para nuestra protección. ¡No nos hará daño y nos protegerá del otro dragón!” Argumentó Brayden.
Luego, mientras Brayden y Trían discutían sobre el otro cervatillo, Finían, que recibió instrucciones de llevarlo, montó el cervatillo y exclamó:
“¡Dragón volador!”
Entonces, al instante, el cervatillo comenzó a cambiar y crecer,
Brayden y Trían jadearon.
“¡Ahora sí que lo has hecho, cabeza de pichón!” Exclamó Brayden.
“Me dijeron que lo trajera”.
“¿Trajera? ¡Te traerá a ti!” Exclamó Brayden.
Entonces Brayden saltó sobre él también. Trían intentó detener a su hermano,
“¿Qué estás haciendo? ¡Ustedes dos, bájense o caerán a su muerte!” Gritó Trían.
Trían agarró el pie de Brayden, para tratar de detenerlo, pero de repente la criatura creció tan alto como un árbol, y Trían se colgó del pie de Brayden mientras gritaba pidiendo ayuda.
“¡¡Auxilio!! ¡¡ Tío Aidan auxilio!!” Trían gritó.
“¡Dame tu mano!” Le gritó Brayden.
Trían se apoderó de la mano de su hermano y fue capaz de subir detrás de Brayden. Al oír su nombre, Aidan, que había ido por su caballo, salió galopando de los establos cuando vio la conmoción. Al instante se alarmó al ver a los tres chamacos aferrándose al dragón cuando brotó alas y una cola, y el saltó de su caballo y corrió hacia ellos.
“¡No! ¡Bájense!” Aidan gritó.
Luego saltó al extremo de la cola de la bestia cuando comenzó a agitar sus alas. Un momento después, estaba en vuelo con Aidan colgando de la cola. Todos los chicos gritaron mientras se aferraban durante la escalada. Entonces Finían miró hacia atrás y vio a su padre colgando de la cola del animal.
“¡Padre, espera!”
Los otros muchachos vieron a Aidan aferrándose a la cola mientras intentaba trepar hacia ellos.
“¡Tío Aidan espera! ¡Tengo la cuerda que iba a usar para hacer otra brida para mi caballo!” Luego les dijo a los otros chamacos, “¡Chicos tuerzan la reata alrededor de su muñeca y sujétenla fuertemente! ¡Trían pasa la cuerda extra a tío Aidan!” Gritó Brayden.
Trían giró la cuerda hacia Aidan, pero Aidan no pudo atraparla las dos primeras veces. Luego, en el tercer intento, Aidan atrapó la cuerda, pero perdió el control de la cola y se balanceó como un péndulo, dejándolo colgando en el aire. Los chicos gruñeron con el repentino peso de Aidan mientras colgaba de la cuerda.
“Tenemos que levantarlo, así que a la cuenta de tres, ¡todos nos unimos! ¡Listo! ¡Uno, dos, tres, jalen!” Gritó Trían.
Los chicos gruñeron mientras tiraban de Aidan más cerca.
“¡Tío Aidan, dame tu mano!” Gritó Trían.
Aidan extendió su mano hacia Trían y se aferró a Aidan, pero era demasiado pesado para él solo.
“¡No puedo sostenerlo, no puedo sostenerlo!”, gritó Trían.
“¡Abuelo, auxilio! ¡Ayúdanos!” Finían chico le gritó al espíritu de su abuelo Finían.
Un momento después, Aidan se volvió tan ligero como una pluma y fue capaz de trepar detrás de Trían. Aidan jadeó mientras descansaba sobre la espalda del animal. Luego miró hacia abajo y vio que volaban sobre la ubicación del arroyo.
“Gracias a todos, pero creo que le debo esta última a tu abuelo”, dijo Aidan mientras jadeaba.
“Yo también lo creo, padre”, respondió Finían chico.
“¡¿Qué les impulsó subirse a esta bestia?!” Aidan exigió.
Luego el dragón subió a mayores alturas, y todos se aferraron con fuerza, mientras los chicos gritaban de emoción.
“¡UOUUU! AGARRENSEEEE!”
Después de unos segundos Finían chico exclamo alegremente:
“Pues, Edmund me dijo que trajera el cervatillo, ¡pero también quería sentir el viento en mi cara y tocar las nubes!”
“¡Jamás hubo algo más emocionante que esto!” Exclamó Brayden.
“En realidad solo intentaba bajarlos de la bestia, pero ahora que estoy aquí debo confesar... me está gustando... ¡extremadamente!” exclamo Trían con asombro.
“Sí, pero si caemos…” dijo Aidan, sin terminar su frase.
“¡Entonces es mejor pensar que no caeremos! Brayden exclamó mientras sonreía.
Luego Aidan, que ahora parecía disfrutar del viaje, asintió y respondió:
“Tienes razón chico, es magnífico aquí arriba”.
Todos se aferraron al dragón mientras volaba por el cielo.