Ellie no pudo haber estado más contenta de presentarse al baile de graduación, con el ardiente Derrick de un encanto varonil que humeaba, y quien era, literalmente, de otro mundo, pensó Ellie. Ni siquiera le importó ir al prom en la motocicleta de Jake, de la cual Derrick ya no podía apartarse. Sin embargo, ella nunca hubiera aceptado montar la motocicleta con Jake o Damon en su vestido coral de $1500 y zapatos de $500. Pero en fin, valió la pena, incluso después de perder un zapato en la fiesta, cuando Derrick, inesperadamente, la cargó en brazos a su motocicleta. Bueno, en realidad la moto era de Jake, pero nadie más lo sabía.
¿Uy, estaría realmente enamorada esta vez?, se preguntó Ellie, porque parecía que ahora era ella la que no podía apartarse de él en lugar de como sucedía con otros chicos.
“Estoy tan feliz de que hayas ido al prom conmigo, todos estaban intrigados contigo, tu acento, tu habla antigua, tus modales impecables y esos largos, oscuros y sedosos mechones. Hacemos una pareja increíble. Lo mejor es que sé de dónde vienes y dónde puedo encontrarte. Menos mal que el ex de la madre de Jake nada más recogió sus cosas y se fue. Simplemente no le diremos a su mamá que se presentó con una nueva amiga. De todos modos, estoy feliz que Jake haya traído con él su antiguo e intrigante ancestro”. Ellie soltó una risita. “Oye, no te me vas a convertir en una momia más tarde, ¿verdad?” bromeó Ellie.
“¿Qué es una momia?” preguntó Derrick mientras jugaba con los videojuegos Xbox PS4 de Jake.
“Olvídalo... necesitas mucho entrenamiento del siglo XXI, supongo que tendré que rondar por aquí mientras Jake, su madre y la Lulabell no estén. Menos mal que trajiste esas joyas contigo, no tenía idea de que valieran tanto. Al menos no tienes que preocuparte por tener fondos por un tiempo”.
“Tengo más en casa”, anunció Derrick.
“¡Guau! ¡Creo que le pegué a la lotería! Ahora bésame y me callaré”. Dijo Ellie mientras le quitaba los controles y se sentaba en su regazo en el sofá una semana después del prom.
“Una cosa no ha cambiado, las mujeres aun hablan demasiado, pero eres una chica hermosa, así que no me molesta, y el nombre de mi hermana es Loriel, no Lulabell”. Corrigió Derrick con una ceja arqueada. “En cuanto a besarte, como dicen aquí, no hay problema, luego nos pasearemos en la moto”.
“Mm-hmm, me alegra que Jake te haya dejado su moto... y su casa”, Ellie rio. “Solo quisiera que se hubiera llevado su maldito Xbox y videojuegos”.
Entonces Derrick sostuvo el cristal y Ellie se lo arrebató.
“¡Yo guardaré eso! No quiero que te vayas en ningún viaje repentino sin mí”, dijo Ellie.
“¿Viaje repentino sin ti? ¿Y qué de ti, yéndote sin mí?” preguntó Derrick.
“Si hago algún viaje repentino... sé a dónde me llevará... de vuelta a tus brazos” respondió Ellie con dulzura y sonrió.
“Entonces sostenlo para siempre” respondió Derrick cálidamente. “Pero sí tengo que ir al Castillo Esmeralda pronto. Le dije a Loriel que me dejara un mensaje sobre el resultado debajo de las escaleras”.
“No, sin mí, no irás”, declaró Ellie.
“¿Acaso eres mi captora?”.
“¡Sip!” respondió Ellie con una sonrisa coqueta.
“Entonces debes torturarme con interminables bromas tentadores, pero ten cuidado, en mi mundo sería al revés, yo seré tu captor y tú mi prisionera para hacer lo que yo quiera”, dijo seductoramente.
“Mmm... suena tentador, pero no estamos en tu mundo, estamos en el mío, así que lo hacemos a mi manera”, lo desafió ella con una sonrisa traviesa.
Derrick resopló impacientemente ante la interminable charla, “Pues bien, chica”, y la giró al sofá recostándola sobre su espalda y dijo: “¡Ahora, como dicen en tu mundo... ya cállate!”
“¡Jajaja!” rio Ellie antes de besarse apasionadamente.
Fin
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