Durante la investigación para este libro le pedí a mis “personajes” que recordaran en gran detalle sucesos de hace veinticinco años —aun más en algunos casos. Por suerte, la mayoría tiene muy buena memoria. Algunos han conservado valiosos documentos y fotografías de su participación en hechos que resultaron históricos. Todas las descripciones de sucesos en que no tomé parte, incluidos los diálogos, fueron verificadas con más de una fuente cuando fue posible. En algunos casos tuve que depender de una sola fuente, ya sea porque el segundo participante de una reunión privada había muerto o porque los funcionarios cubanos involucrados no quisieron cooperar pese a mis reiteradas solicitudes de entrevistas. Como los periodistas usamos comillas cuando citamos con exactitud, decidí no usar comillas a menos que utilizara una cita de una fuente publicada, o que yo hubiese sido testigo de la conversación.