Es apropiado que la idea para la historia de Emmaline se me ocurriera durante un trayecto por carretera, porque crear esta novela fue también un viaje por derecho propio, y soy afortunada por haber trabajado con un reparto de personajes reales muy especial a lo largo del camino.
Supe que Rebecca Watson era la editora perfecta para esta novela cuando me envió su propio escudo espectral completo con ocho objetos mágicos de colores. Mientras trabajamos juntas, su dedicación al oficio, su perspicacia entusiasta y su pasión por la narración intemporal me sirvieron de inspiración. En resumen, Rebecca, me hiciste creer en la magia de nuevo.
Mi agente, Josh Adams, de Adams Literary, luchó por este libro desde el principio. Su fe en esta historia me dio confianza en un momento en que la necesitaba desesperadamente, y le doy las gracias por su apoyo inquebrantable. También estoy muy agradecida a A. Adams, la primera lectora joven de este libro, por sus consejos e ilusión.
Gracias a mis lectoras tempranas: Megan Miranda, Carrie Ryan y April Tucholke, que tuvieron la amabilidad de ofrecerme críticas y una amistad inestimable. Gracias también a mi amigo James Ballantine por brindarme sus conocimientos sobre la historia militar británica, y a mi suegro, Gene Shepherd, por su erudición médica.
Me gustaría expresar mi gratitud a los miembros del equipo de Delacorte Press y Random House, que también han defendido esta novela: Barbara Marcus, Beverly Horowitz, Judith Haut, Dominique Cimina, Anna Gjesteby, John Adamo, Kim Lauber, Melissa Zar, Nick Elliot, Laura Antonacci, Adrienne Waintraub, Lisa Nadel, Kate Gartner, Heather Kelly, Jenica Nasworthy, Colleen Fellingham, Tamar Schwartz, Alice Rahaeuser, Shameiza Ally, Susan Hecht, Kate Sullivan y Whitney Conyers. Y, asimismo, un agradecimiento especial a Daniel Burgess por crear unas ilustraciones tan impresionantes.
Y, por último, a mi marido Jesse, que es el primer culpable de animarme a mirar las paredes y a soñar despierta. Gracias por creer en mí.
Y como siempre, un agradecimiento especial a mis lectores. Si escribir este libro fue un viaje, entonces vosotros sois el destino, y espero que mis palabras hayan encontrado un hogar en vuestros corazones.