Acabas de descubrir el origen de Dragon Ball y te has metido, paso a paso, en la mente de su creador, Akira Toriyama.
Si estás familiarizado con la historia de Gokū, seguro que ciertos elementos ya van encajando en un gran cuadro que se despliega ante de tus ojos. Estás empezando a ver que Dragon Ball es un producto de su entorno, como el propio Akira Toriyama. Es una fusión creativa de historia, idioma, espiritualidad e ilustraciones simbólicas que confluyen en lo que los fans de todo el mundo describen como el manga shōnen perfecto.
Ahora llegó la hora de embarcarse en un viaje a tiempos remotos y futuros científicos. Llegó el momento de adentrarnos en el reino donde la hechicería y la tecnología se mezclan con los dioses, demonios y artistas marciales, seres que luchan por la oportunidad de invocar a un dragón otorgador de deseos. Entrarás en un mundo en el que puede ocurrir cualquier cosa, y la historia de un pequeño joven cambiará la vida de todos aquellos a los que conozca.
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Una joven se hizo con una bola naranja y brillante, y dijo: “Encontré esta bola en el desván de mi casa. ¡Me preguntaba qué era, así que investigué y descubrí que son impresionantes!”
Goku le preguntó: “¿Qué es eso que las hace tan impresionantes?”
Y ella contestó: “¿Quieres que te lo diga?”