Descartes cree que algunas ideas son innatas, otras tienen origen externo y existen otras que son una combinación de uno y otro origen. Decide estudiar las ideas que proceden de objetos externos y determinar cuáles son los motivos que le hacen pensar que esas ideas que él tiene de las cosas son semejantes a las cosas en sí.
Descartes cree que algunas ideas son innatas, otras tienen origen externo y existen otras que son una combinación de uno y otro origen. Decide estudiar las ideas que proceden de objetos externos y determinar cuáles son los motivos que le hacen pensar que esas ideas que él tiene de las cosas son semejantes a las cosas en sí.
Cree que las cosas externas no son fruto de su imaginación, pues cuando el fuego le hace sentir calor, esa sensación de calor se le impone involuntariamente, quiera o no quiera. La naturaleza funciona del mismo modo. Sin embargo, la naturaleza puede descarriar a los hombres, pues —según opina Descartes— al elegir activamente entre vicio y virtud, la mayoría optaría por el primero. Es posible que solo nos imaginemos la existencia de los objetos externos de los que tenemos ideas, e incluso si las ideas que tiene el hombre proceden de los objetos externos, que son diferentes de él mismo, no por eso se demuestra que la idea que tiene mantenga alguna semejanza con objeto alguno de la naturaleza. Por el contrario, suele existir una gran diferencia en la idea del sol: solo hay una correcta. Descartes llega a la conclusión de que «no era por un juicio determinado».
Fuente: Notas manuscritas de Bruce Lee tituladas «Descartes», encontradas en el cuaderno de Filosofía de Bruce Lee, Universidad de Washington, con fecha 13 y 23 de enero de 1963. Papeles de Bruce Lee.