La brisa ya es fresca
y suave en la orilla;
la fusión lejana del lago y el cielo
es un residuo rojo de la puesta del sol.
El silencio profundo del lago
hace cesar todos mis tumultos.
Por la orilla solitaria
avanzo con pasos lentos.
Solo se oye huir a las ranas
sobresaltadas.
Hay casas aquí y allá,
manan de ellas perlas frías de luz.
Una luna cegadora
brilla desde la hondura solitaria del cielo.
Adopto despacio, a la luz de la luna, una forma de kung-fu.
El cuerpo y el alma se fusionan en uno.
Fuente: Poesía manuscrita de Bruce Lee titulada «Paseo por la orilla del lago Washington». Papeles de Bruce Lee.