Presentaré en este artículo mis propios puntos de vista sobre las artes marciales, así como sobre el arte de la actuación y sobre la vida en general. Naturalmente, iré escribiendo los pensamientos sobre la marcha, a medida que el azar me los vaya dictando, además de las sensaciones que me produce el hecho de escribir el artículo en estos momentos, que parecen propicios para una buena comunicación, de manera que allá va.
Estoy seguro de que a la mayoría de las personas les desagrada lo desconocido y opinan que nosotros somos seres inteligentes, a diferencia de los animales inferiores. El problema consiste en que algunas personas tienen un yo, pero la mayoría tienen un vacío. Están demasiado ocupadas derrochando su energía vital, creativa, en protegerse a sí mismas siendo tal o cual cosa, dedicando sus vidas a realizar un concepto de lo que deben ser, en vez de realizar su potencial siempre creciente como seres humanos. Se trata de una suerte «ser» en contraposición a «tener». No «tenemos» mente, sencillamente, «somos» mente. Somos lo que somos.
Una vez bien establecida la cuestión de la inteligencia, me pregunto cuántos de nosotros nos hemos molestado de verdad en replantearnos todas esas respuestas establecidas, supuestamente inteligentes, que nos han hecho tragar a la fuerza desde quién sabe cuándo. Quizá desde que dimos las primeras muestras de capacidad para aprender. Sí, tenemos un par de ojos cuya función es observar, descubrir, etc. Pero muchos de nosotros simplemente no vemos de verdad, en el sentido auténtico del término. Cierto que la mayoría tenemos el juicio bien preparado cuando usamos los ojos hacia el exterior, para observar los defectos inevitables de los demás seres.
Pues es más fácil juzgar y desanimar a los demás, que conocerse a uno mismo. Una labor que dura, quizá, la vida entera. Asumir la responsabilidad de los propios actos, buenos y malos, ya es otra cosa. Al fin y al cabo, todo conocimiento equivale simplemente a conocerse a sí mismo.
Fuente: Nota manuscrita de Bruce Lee, sin título. Papeles de Bruce Lee.