Prefacio

 

El éxito que ha asistido a la publicación de “Cómo superar la timidez” me ha animado a imprimir los preceptos de Yoritomo-Tashi.

La atención del público se volvió ahora hacia el antiguo Shogun, cuya doctrina, resonando con verdades milenarias, es tan aplicable a las necesidades de nuestros días como en el momento en que fue revelada por primera vez.

Por otra parte, este manuscrito se embellece con leyendas que aparecen, aquí y allá, esparcidas entre lección y lección. Historias de las más raras y exquisitas.

Por lo tanto, es para mí una profunda alegría el abrir nuevamente los manuscritos de mi amigo, el fallecido Comandante B. y transcribir los preceptos y las reflexiones de lo que una vez fue no sólo un líder de hombres, sino también un guía espiritual.

Al volver a leer estas vibrantes frases de clara persuasión y sinceridad convincente, me sentí llevar, poco a poco, por el encanto ya experimentado; y la influencia de estas palabras, que parecen brotar desde el principio de los tiempos y que se han difundido en todo el mundo, me atrajeron y cautivaron cada vez con mayor admiración.

¡Influencia! Esa palabra casi mágica, que sugiere tantas cosas. Influir en los demás. ¡Qué regalo maravilloso, y qué éxito asegurado tendrá aquel que sepa cómo utilizarla!

Las debilidades de la voluntad y los terrores que causa el angustioso fantasma de la duda, serán ajenos a él.

Tanto el espíritu como el cuerpo estarán bajo su mando.

Las penas de la vida nunca lo van a desbordar por completo, ya que, al haberlos previsto; él sabrá cómo mitigarlos.

Él tendrá la alegría de ver que los corazones de los hombres, bajo la influencia tanto de su palabra como de su ejemplo, se abren a los sentimientos puros y nobles.

El arte de tener éxito se convertirá en algo familiar para él, porque sabrá cómo atraer a sí mismo colaboradores voluntarios.

En pocas palabras, su poder le hará ser visto como un ser diferente a los demás, y, utilizando un antiguo refrán japonés, lleno de poder dominante: “Él va a construir su palacio sobre los huesos de los tímidos y acomplejados.”

Poco a poco, la acción radiante de esta expansión actúa sobre mí. Por qué no intentar, entonces, y a través de Yoritomo, el hablar de este arte, mucho más magnífico que todos los demás, ya que vuelve contagioso cualquier proyecto que deseemos comenzar y nos muestra cómo evitar que se convierta estéril.

Si bien el influir en los demás no es jugar al papel del Creador, sí trae vida a la mente de los hombres una idea que sin su ayuda nunca hubiera germinado.

Se convierte en una especie de providencia, ya que una buena influencia entierra el vicio, la fuente de la infelicidad y la inquietud, e instala en lugar tranquilo y perfecto, aumenta la alegría de vivir y la seguridad que siempre precede a la felicidad, o al menos nos permite mantenernos en ese estado donde nos encontramos más cerca de ella.

Es con mucho fervor, entonces, que he desplegado una vez más los escritos del filósofo, para transcribir las máximas y las luminosas leyendas que hacen el estudio de su obra tan especial y tan atractivo.

A pesar de que toda verdad es eterna, confío en que en este libro, como en otros que le han precedido, el lector sentirá la atracción innegable y peculiarmente ilustre de la doctrina que ejerce el antiguo Shogun sobre las mentes de aquellos que saben cómo captar y comprender sus enseñanzas.

B. Dangennes.