FAILLE
Término francés que designa un tejido de seda de brillo mate y aspecto ligero. Fue utilizado para trajes de fiesta, especialmente durante los años cincuenta.
FAIRCHILD, John
Editor y periodista estadounidense nacido en 1927 ( Women’s Wear Daily).
FAJA
1. Pieza de tela o material elástico que ciñe la cintura dándole una o varias vueltas. Es complemento del esmoquin masculino, para el que se elabora en seda. La indumentaria femenina la ha utilizado a modo de cinturón en diversas ocasiones y en múltiples tamaños. Forma parte también de la indumentaria popular. || 2. Prenda femenina interior elástica aparecida durante los años veinte que modela el cuerpo desde la cintura hasta una altura variable del muslo ( lencería).
FAJÍN
Ceñidor de seda o de determinados colores que suele usarse para acompañar determinados uniformes militares, o también el esmoquin.
FALDA
Prenda de vestir femenina que, con más o menos vuelo, cae de la cintura hacia abajo. Ha sido el elemento más definitorio de la indumentaria femenina hasta que, a partir de los años sesenta, el pantalón se incorporó definitivamente al vestuario de las mujeres. A lo largo del siglo, las faldas han adoptado toda clase de formas, que han oscilado desde las faldas estrechas y rectas (años diez y años cincuenta básicamente) hasta las faldas más amplias y voluminosas (años cincuenta y sesenta). La moda ha marcado también de forma rotunda el largo de las faldas hasta que, a partir de la década de los setenta, convivieron faldas muy cortas (minifalda) con faldas que llegaban hasta los pies (maxifalda). Según su forma, amplitud y estilo, a lo largo del siglo se han utilizado faldas acampanadas, rectas, tubo, fruncidas, falda-pantalón, larga, kilt, plisada, a tablas o tipo pareo. Por lo general, ha permanecido para los trajes de noche durante todo el siglo la costumbre de la falda larga, mientras que las faldas más cortas han quedado para otras horas del día e indumentarias más informales.
Evolución El siglo comienza con unas faldas que tapaban los tobillos y que van subiendo paulatinamente hasta situarse ligeramente por encima de la rodilla durante los años veinte. Los años diez conocen un estrechamiento de las faldas, gracias a la influencia de la línea huso lanzada por Poiret, mientras la falda-pantalón, larga hasta los tobillos y muy amplia, se utiliza para la práctica de los deportes. Los años treinta vuelven a alargar la falda hasta media pantorrilla y, durante los cuarenta, se sitúan justo por debajo de la rodilla. El new look de Christian Dior pone el énfasis en las faldas casi tobilleras y de gran amplitud; estas faldas evolucionarán hacia su progresiva estrechez, convirtiéndose la falda tubo en su alternativa, situación que permanece prácticamente hasta la aparición, en 1964, de la
minifalda de Courrèges y Mary Quant. Los sesenta conocen la fuerza de la moda de las faldas escocesas tipo
kilt y también la utilización de las faldas-pantalón para las jóvenes. En 1969 Mary Quant lanzó la
maxifalda, y durante los años setenta las faldas permanecen más o menos situadas por debajo de la rodilla. La década de los ochenta relanza con fuerza la minifalda y, de nuevo la maxifalda; desde ese momento coexisten en el mercado todos los tipos de faldas.
FALDA-PANTALÓN
Fue utilizada por las mujeres, desde principios de siglo, para la práctica de deportes como la bicicleta o el esquí, y se puso muy de moda como indumentaria informal durante los años treinta. Reaparece como propuesta juvenil a principios de los sesenta y en diversas colecciones de la década de los setenta en la que se inspira en los amplios pantalones estilo gaucho.
FALDÓN
Pieza que completa algunas chaquetas y ciertos abrigos que van entallados en la cintura.
FASHION VICTIM
Expresión sajona que describe a aquellos individuos que son «víctimas de la moda» o personas que anteponen los dictados de la moda al gusto personal. La expresión comenzó a utilizarse en Estados Unidos a mediados de los años ochenta aunque, sin duda, el fenómeno es bastante anterior.
FATH, Jacques
(Lafitte, 1912-París, 1954) Modisto francés de alta costura de estilo sofisticado, ultrafemenino, extravagante y teatral de gran influencia durante la década de los cuarenta y principios de la de los cincuenta gracias a su especial habilidad para el marketing y el espectáculo en el que convertía sus presentaciones de moda.
Nieto de un pintor y de una modista, su padre era inspector de seguros; estudió en una escuela de negocios y en una escuela de teatro antes de abrir, muy modestamente, su primer estudio de diseño en 1937. Su primera colección tenía apenas veinte modelos, pero ya contenía el embrión de lo que sería su estilo. Su genio creativo fue pronto reconocido, y fue escogido en 1939 como uno de los diseñadores importantes de ese año. La Segunda Guerra Mundial supuso un corte en su carrera; fue llamado a filas y hecho prisionero en 1940.
Cuando le liberaron se dedicó junto con su mujer, Geneviève, a hacer vestidos para quienes pudieran pagárselos durante la ocupación de París hasta 1944.
Tras la guerra abrió un nuevo salón en el que se concentraban las élites más exquisitas de la posguerra, que gustaban de él el énfasis en el cuerpo femenino, propio de todas sus sofisticadas creaciones. Una de sus principales clientas fue la actriz Rita Hayworth, para quien diseñó el trousseau de su boda con el príncipe Alí Jan. En 1948 firmó un lucrativo contrato con el industrial confeccionista norteamericano Joseph Halpeli, para quien realizó dos colecciones para ser vendidas masivamente en Estados Unidos. Este acuerdo le obligó a realizar importantes estudios sobre la estandarización de las tallas, y fue uno de los primeros costureros en dedicarse a las ventas al público a través de las tiendas y los grandes almacenes. Su muerte prematura de leucemia en 1954 interrumpió una carrera y un estilo personal y original de entender la moda; su mujer continuó su tarea, pero cerró su casa en 1957. Sus perfumes principales son: Iris Gris, de 1949, y Fath de Fath, de 1951.
FEMINA
Revista francesa fundada en febrero de 1901 y dedicada a la actualidad general, en la que la mujer ocupaba un lugar protagonista. De periodicidad bimensual y, después, mensual, en sus páginas colaboraron escritores como Colette, ilustradores como Lepape y los mejores fotógrafos de la época. Instauró el Premio Femina, dedicado a una obra literaria firmada por una mujer, en 1905 y se distinguió por su labor de difusión del deporte y las tareas profesionales femeninas. Sus páginas de moda fueron muy influyentes hasta los años veinte. Posteriormente la revista se fue reconvirtiendo hasta cambiar de nombre en los años cincuenta.
FENDI
Firma italiana fundada en Roma por Adele Fendi (Casagrande, de soltera) en 1918 y continuada por sus hijas Alda, Carla, Franca, Anna y Paola, que se especializó en prendas de piel y cuero, cuyo concepto reformó completamente, y en complementos de piel muy lujosos y caros; posteriormente también presentaría una línea de prêt-à-porter. En 1962 la firma contrató a Karl Lagerfeld como diseñador de sus colecciones; esta colaboración dio como resultado un avance radical en las técnicas y el tratamiento de las pieles y los cueros, dentro de los cuales destaca el proceso para aligerarlos perforando la piel con miles de pequeños agujeros. Las prendas de piel de Fendi fueron un verdadero símbolo de estatus durante los años sesenta y setenta, al igual que sus famosos bolsos, para los que Lagerfeld diseñó la famosa doble F que definió la marca.
FÉRAUD, Louis
(Arles, 1921-París, 1999) Modisto francés de alta costura y pionero del prêt-à-porter, famoso por haber realizado más de ochenta vestuarios de películas y vestido a actrices como Brigitte Bardot, Grace Kelly e Ingrid Bergman. Comenzó abriendo una pequeña tienda en Cannes a la que acudían gentes del cine y pronto dio el salto a París, desde donde creó una vasta organización de prêt-à-porter femenino y masculino que distribuyó por todo el mundo sus colecciones. Fue uno de los primeros franceses en exportar a Japón.
FERRAGAMO, Salvatore
(Nápoles, 1898-Fiumetto, 1960) Zapatero italiano famoso especialmente por haber hecho zapatos para sofisticadas estrellas de Hollywood como Gloria Swanson o Dolores del Río y por haber lanzado en los años cuarenta los zapatos con plataforma y con el tacón relleno que entonces se llamaron topolino.
Comenzó a hacer zapatos a los trece años y a los dieciséis emigró a Estados Unidos, donde estudió la técnica para fabricarlos, antes de abrir una exitosa tienda en Hollywood. Sus zapatos, hechos a mano, utilizaban toda clase de colores y materiales, incorporaban una enorme fantasía y eran al mismo tiempo sinónimo de calidad. En 1936 volvió a Italia y se estableció en Florencia.
La escasez de la Segunda Guerra Mundial le llevó a utilizar el corcho como suela y estas plataformas se convirtieron en definidoras de la moda de la época. Entre sus clientes europeos estuvieron la reina Isabel II y la princesa Margarita de Inglaterra. En 1996 su firma adquirió Ungaro.
FERRÉ, Gianfranco
(Legnano, 1945-Milán, 2007) Desde 1989 hasta 1996, en que diseñó las colecciones completas de la firma Christian Dior, el nombre de este italiano engrosa el de los grandes de la moda mundial.
Formado como arquitecto, carrera que acabó en 1967 en la Universidad de Milán, accedió a su primer trabajo como diseñador de muebles en la misma ciudad italiana. Tras un período de viajes, diseñó joyería en oro y en 1970 organizó su marca como diseñador de accesorios. Sus creaciones de zapatos, pañuelos, bolsos, así como las divertidas camisetas creadas para la firma Fiorucci, le hicieron famoso en Italia. En 1972 comenzó a diseñar gabardinas y prendas informales, y en 1974 las produjo para su propia marca de prêt-à-porter.
La búsqueda de la perfección en la forma, comparada con la línea pura de una escultura, el corte intrincado y personal y también los colores propios conforman el sello de este creador, cuyo estilo ha sido comparado con la solución lógica de una ecuación de ingeniería.
FIBRAS
Filamentos a partir de los cuales se elabora el tejido. Las fibras naturales vegetales o animales como el algodón, la lana, la seda o el lino son las más antiguas. El siglo XX conoce la revolución de las fibras químicas, elaboradas a partir de la poliamida ( nailon) en los años treinta, el vidrio y el poliéster durante los años cincuenta y sesenta y también de otros productos químicos y procesos que han venido a englobarlas a todas ellas en el lenguaje común por medio de la expresión «fibras sintéticas y artificiales». A principios de los ochenta aparecen en Japón las llamadas «microfibras», una miniaturización de los filamentos químicos, generalmente del poliéster.
A lo largo del siglo XX la progresiva aparición de fibras químicas hace poner el énfasis de la moda y del mercado en prendas que se favorecen de las ventajas que ofrece esta modalidad textil, como mayor duración y ligereza, fácil lavado y eliminación de otros cuidados como el planchado. Sin embargo, a partir de los años setenta, la moda vuelve a poner el énfasis en las fibras naturales, que se mezclan entonces con fibras químicas. El invento de la microfibra supone una reacción a esa tendencia y un despliegue de las nuevas ventajas del tejido químico como la hidrorrepelencia, permeabilidad al aire, protección del viento, confortabilidad, ligereza, tacto suave, fácil cuidado y estabilidad dimensional. El campo de pruebas de las fibras químicas aplicadas al vestido durante el siglo XX ha sido la indumentaria deportiva y la militar, sin excluir los programas espaciales.
FIELTRO
Tipo de tejido de lana utilizado para la elaboración de sombreros y ciertas prendas de abrigo.
FIGURÍN
Dibujo o modelo pequeño para los trajes y adornos de moda. «Ir hecho un figurín» es una expresión que designa a una persona que sobreactúa en su fijación por la moda.
FIORUCCI, Elio
(Milán, 1935) Diseñador italiano de prêt-à-porter que revolucionó en los años setenta el mercado juvenil con prendas baratas, excéntricas y vanguardistas que se vendían junto con toda clase de complementos en su propia cadena de tiendas. Abrió su primera tienda en Milán en 1962, en la que vendía sandalias, botas y zapatos. En 1967 se trasladó a un local más amplio y comenzó a vender ropa, incluyendo diseños vanguardistas de Ossie Clark y Zandra Rhodes. Entre 1969 y 1970 empezó a fabricar sus propios diseños, entre los que había unos pantalones vaqueros, cortados por un antiguo patronista de Valentino, que fueron símbolo de la moda más vanguardista en Europa y Estados Unidos. Muy ajustados y sexis, estos tejanos hicieron su fama; luego llegaron las camisetas, los vestidos y toda clase de prendas, hechas en colores violentos y para las que utilizó materiales como el plástico o el lúrex. Su expansión fue económicamente posible al ser apoyado por la cadena de tiendas italiana Standa que, en 1981, vendió su parte de Fiorucci a la conocida firma Benetton.
FLAPPERS
Término estadounidense que se aplicó, en la década de los años veinte, a las «chicas modernas» que comenzaron a emanciparse, a trabajar y a adoptar la nueva indumentaria de las faldas cortas y el pelo a la garçonne, prototipo que encarnó la actriz Clara Bow, cuyo éxito se sitúa entre 1914 y 1929. Las flappers protagonizaron una mitología que puso de relieve el comienzo de la emancipación femenina; el escritor Scott Fitzgerald inmortalizó esta época en su obra Flappers y filósofos.
FLÜGEL, John Carl
(Londres, 1884-Londres, 1955) Psicoanalista británico, autor en 1930 del libro Psychology of Clothes, obra capital para entender la relación del vestido con la sociedad y la psicología humana.
FLORES
Adorno que se ha utilizado como complemento de vestidos, sombreros, cinturones y todo tipo de prendas de la indumentaria femenina a lo largo del siglo XX, elaborada en toda clase de materias. El adorno con flores tuvo dos épocas de especial relieve: a principios de siglo, y sobre todo a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta. En esta última etapa se hicieron famosas las falsas camelias de Chanel y las rosas de Cardin, quien lanzó toda una colección basada en la mujer-flor.
FOLCLORE
Las prendas originadas en las tradiciones del vestir de diversas partes del mundo han proporcionado a la moda occidental del siglo XX temas e inspiración tanto en el diseño de los tejidos como en el de las formas. Algunos de esos elementos, como los pareos tahitianos y polinesios, los zuecos de madera nórdicos, las lanas escocesas, los estampados hawaianos y africanos, las pieles afganas y rusas, las chilabas marroquíes, las galabías egipcias, los encajes franceses, las alpargatas mediterráneas, las túnicas indias o los quimonos japoneses crearon en diversos momentos modas concretas que modificaron la forma de vestir occidental. A lo largo del siglo XX la moda ha recorrido el mundo en busca de inspiración y ha adaptado a sí misma no pocos de sus descubrimientos. Los años diez, los años sesenta y los setenta fueron momentos especialmente propicios para recoger influencias del folclore de diversos pueblos del planeta. Creadores como Mariano Fortuny, Poiret, Cardin o Yves Saint-Laurent fueron especialmente importantes en la divulgación de estas fuentes de inspiración que, en algunas ocasiones, se han convertido en clásicas.
FONDA, Jane
(Nueva York, 1937) Actriz estadounidense que se convirtió en uno de los prototipos de mujer de principios de los años setenta (Klute, 1971). Durante los años ochenta ayudó a introducir la moda de las nuevas prendas de deporte como el chándal y las mallas al convertirse en una de las promotoras de cierto tipo de gimnasia llamada aerobic.
FORRO
Se llama así a la tela fina y generalmente sedosa que recubre interiormente determinadas prendas como chaquetas, abrigos o vestidos. A partir de los años setenta se fue suprimiendo progresivamente de muchas de estas prendas.
FORTUNY, Mariano
(Granada, 1871-Venecia, 1949) Pintor, escultor, fotógrafo, creador de escenografías, espacios teatrales y muebles, diseñador de textiles y de vestidos exquisitos y revolucionarios, Mariano Fortuny y Madrazo fue uno de los artistas que más influyó en la estética más refinada de principios del siglo y marcó decisivamente la evolución de la moda a través de lo que, sin duda, fue una «antimoda». Adorador del pasado, del barroco y del neorromanticismo encarnado por la música de Wagner y el art nouveau, resulta paradójico que esta fascinación le llevara a crear un tipo de indumentaria verdaderamente rupturista y vanguardista como fue el traje llamado Delfos, verdadero emblema de la liberación femenina de corsés y otros adminículos opresores. La belleza y el vanguardismo de sus creaciones de moda basadas en la libertad del cuerpo y en la higiene quedaron, sin embargo, atrapadas en el círculo más elitista del planeta en aquellos momentos y fueron verdadero patrimonio para un reducido puñado de privilegiados del mundo del arte, del teatro y de las finanzas. A medio camino entre el artesano, el artista y el alquimista, Fortuny participó activamente con sus amigos el poeta Gabriele D’Annunzio, el escritor Marcel Proust, la bailarina Isadora Duncan y la actriz Sarah Bernhardt de unos conceptos intelectuales de la estética que le apartaron totalmente de lo que entonces se entendía por alta costura.
Hijo del pintor Mariano Fortuny y Marsal y de Cecilia Madrazo, hija a su vez de pintor y hermana de pintores, vivió su infancia en Roma y París, donde, de la mano de los Madrazo, aprendió pintura en el taller de Benjamin Constant, tarea que continuará hasta que su familia se traslada, en 1889 a Venecia. Desde esta fecha y hasta 1907, la principal actividad de Fortuny se concentró en la pintura, que no dejará nunca y con la que participará en diversas bienales y exposiciones, y en la creación de escenografías, iluminaciones, decorados, y vestuarios para obras de teatro, óperas y ballets en Italia, Francia, Alemania e Inglaterra, en colaboración con los principales artistas europeos y también con importantes compañías como la eléctrica alemana AEG, con la que forma sociedad para un sistema de iluminación teatral llamado System Fortuny. Aunque no abandonaría estas actividades, desde 1907 se concentró, junto con su mujer, Henriette, en los experimentos de tinte y estampado de textiles.
Desde el palazzo Orfei de Venecia, hoy conservado como museo de su obra, trabajó con terciopelos, sedas, óxidos metálicos y tintes que se hacía llevar de Brasil, de la India, de México o de China. Comenzó inspirándose en tapicerías medievales, en la pintura de El Veronés y la de Carpaccio, y en antiguas telas orientales e inglesas. De esta primera etapa surgieron importantes innovaciones en tejidos para decoración, que él utilizaba para hacer también vestidos y abrigos y vestuarios teatrales. El estudio de la pintura inglesa le llevó hasta el clasicismo griego y el análisis de los elementos vestimentarios de la cultura clásica, como la túnica o xiton. Se cuenta que Henriette Fortuny quedó fascinada en la contemplación del famoso Auriga de Delfos y que ahí nació el traje Delfos de seda plisada que haría famoso a Fortuny. En 1909 patentó un procedimiento para el plisado y ondulado de telas, y en 1910 patentó en París un sistema para tintar y estampar tejidos, papeles y toda clase de superficies. La Primera Guerra Mundial le recluyó en Venecia, donde, en 1915, fue nombrado cónsul honorario de España y donde colaboró en salvaguardar las obras de arte de la ciudad. Tras la guerra, en 1919, se decidió a producir mayor metraje de sus tejidos y organizó una pequeña fábrica en La Giudecca, lo que supuso una ampliación de su propia clientela y un gran éxito mundial para sus vestidos y tejidos para decoración. Instaló una importante tienda en París y posteriormente abrió otras en Milán, Nueva York, Londres, Berlín y Zurich. Sus Delfos plisados, que antes de ser usados se presentan como una bola de tejido, y sus echarpes Knossos, en fina muselina decorada con motivos de las Cícladas y con la posibilidad de ser utilizados de múltiples maneras, se vendían dentro de unas exquisitas cajas, en una anticipación sin precedentes del marketing de tiempos muy posteriores. En esta etapa viajó por el norte de África y otros países exóticos en busca de sistemas de tintado y tejidos nuevos, al tiempo que aplicaba los motivos ingleses Liberty al terciopelo y comenzaba a imprimir, con diversos motivos, en telas de algodón.
Todas sus prendas estaban basadas en un corte simplísimo y en la originalidad de los tejidos empleados, por lo cual resultaban difícilmente copiables y un verdadero ejemplo de intemporalidad. Su estilo fue considerado como el máximo refinamiento en la etapa de entreguerras. A partir de 1960 los trajes de Fortuny empiezan a ser buscados por los museos y se comienza a rescatar, siempre fuera de España, su nombre del olvido. Aunque continuó como cónsul honorario de España hasta el final de su vida en 1949, el nombre de Mariano Fortuny no tuvo en su propio país el reconocimiento, tanto en vida como tras su muerte, que le brindaron en Francia y en Estados Unidos.
FOTOGRAFíA
La moda del siglo XX no habría alcanzado la fuerza y la influencia que ha tenido si no hubiera sido por su presentación a través de fotografías hechas por fotógrafos que, poco a poco, fueron especializándose en lo que, a partir de los años veinte y treinta, recibe el nombre de «fotografía de moda». Hasta la década de los veinte y de la mano de pioneros como el barón Adolf de Meyer o Man Ray, las fotografías de vestidos que reproducían las revistas provenían de retratos fotográficos de actrices, como Sarah Bernhardt o Mistinguett, y posteriormente de damas de la alta sociedad. En esas fechas, Meyer, Edward Steichen, Man Ray, Horst P. Horst y Martin Munkácsi, entre otros, introdujeron la costumbre de utilizar maniquíes en sus fotografías e incorporar todo un ambiente que convirtió la fotografía en un documento básico de la sensibilidad y las costumbres de la época. Las revistas Vogue y Harper’s Bazaar fueron los soportes más famosos de esta nueva forma de presentar y vender la moda. Ambas revistas dispusieron de estudios, a la manera de Hollywood, para realizar toda clase de fotografías en los más fantásticos decorados.
La fascinación por la imagen y la progresiva incorporación de nuevas técnicas pronto transforman lo que en un primer momento fueron imágenes estáticas en fascinantes obras de arte que recogían todos los matices del movimiento y la luz. Toni Frisell, Herman Landshoff, Erwin Blumenfeld y Clifford Coffin, George Platt Lynes, Cecil Beaton configuraron una generación de fotógrafos que avanzó en la experimentación e innovación a partir de los años treinta y cuarenta, en que se empezó a introducir el color y comenzaron las difíciles fotografías de productos de belleza. Durante los años cincuenta aparecen de forma destacada Richard
Avedon e Irving Penn, que idealizan a la mujer tal como corresponde al nuevo estilo del new look y sientan las bases de la moderna fotografía con una técnica depuradísima que toca la perfección. David Bailey, Bert Stern, Hiro, Jeanloup Sieff, Guy Bourdin, Helmut Newton o Sarah Moon marcan el estilo de la fotografía de modas y también de la fotografía publicitaria en los años sesenta y setenta, en los que el fotógrafo es la estrella; todos estos nombres desarrollan estilos muy personales y se reparten las páginas de las primeras revistas del mundo, además de marcar decisivamente la trayectoria futura de la fotografía de moda. En esa época en España son pioneros de esta tendencia los catalanes Leopoldo Pomés, Xavier Miserachs y Oriol Maspons junto con el italiano Gianni Ruggiero, afincado en Barcelona. La fotografía de moda en España conocería un amplio desarrollo y daría brillantes fotógrafos.
FOULARD (o FULAR)
1. Palabra francesa que designa un gran trozo de tela, generalmente de seda, cuadrado, que se utiliza como bufanda o complemento tanto de la indumentaria femenina como también de la masculina ( pañuelo). || 2. El dibujo tipo foulard es el de diseño con motivos pequeños y clásicos que fue el propio de las corbatas italianas entre los años cincuenta y los ochenta; basándose en este diseño, y ya fuera en seda o algodón, se confeccionaron batines, camisas y trajes camiseros, especialmente en la misma época.
FOURREAU
Término francés que designa un traje sencillo y recto propio de los años cincuenta y sesenta, que tuvo una función de servir para casi todas las horas del día acompañado de diversos accesorios. El fourreau más clásico de esta época se realizó en color negro y tuvo la influencia directa de Balenciaga.
FRAC
Indumentaria de gran gala y mucho vestir para la noche, que consiste en unos pantalones negros, camisa de pechera almidonada y cuello pajarita duro, chaleco blanco de piqué, corbata de lazo blanca y chaqueta negra con faldones cortada horizontalmente en la cintura y de botonadura simple o cruzada. Requiere zapatos brillantes negros, guantes blancos y sombrero de copa negro. Actualmente casi en desuso, es una prenda que en el siglo XIX fue gemela del chaqué y la levita hasta que en el siglo XX se utilizó como indumentaria de gran vestir. El frac admite, para las ocasiones de gran gala, el lucimiento de las condecoraciones. El cine popularizó esta indumentaria gracias a Fred Astaire, quien la lució con suma elegancia en Sombrero de copa (1935).
FRANCIA
París.
FRANELA
Tejido suave de lana o lana mezclada con otras materias de pelo corto. Se ha utilizado para prendas de todo tipo, incluidas las interiores de abrigo, debido a sus extraordinarias cualidades para luchar contra el frío. La franela gris ha dado nombre a un clásico traje masculino de la segunda posguerra mundial.
FRANQUICIA
Sistema de cesión para su comercialización de una marca, muy utilizado a partir de los años setenta por parte de firmas de alta costura y prêt-à-porter.
FRUNCE
Pequeño pliegue cosido para dar forma por lo general a faldas y mangas.