Las voces se han introducido de acuerdo con su acepción más corriente en castellano, si bien hay no pocos neologismos coloquiales y términos de origen diverso que complican su ubicación en esas páginas. La casuística es compleja y se ha intentado ordenar de manera fácilmente manejable.
La redacción de las voces recoge diversas categorías de elementos. Están, por un lado, las voces genéricas (abrigo, peinado, etc.) que desarrollan términos específicos (duffle coat, moño, etc.) que tienen también su propia voz que los desarrolla con mayor amplitud; ambas se remiten mutuamente para ampliar información.
Por otro lado, se incluyen las biografías de los personajes más relevantes por su influencia; en estos casos, el primer párrafo es un resumen sintético del porqué de esa influencia y lo que sigue es un mayor detalle de su historia y evolución.
En los casos en los que ha sido posible se incluyen las fechas de nacimiento o de muerte a continuación del nombre.
Idéntico sistema redaccional se ha seguido para las voces de prendas o elementos vestimentarios (vaqueros, traje, etc.). Las primeras palabras de la voz corresponden a una sucinta descripción de la misma junto a la identificación de su importancia y, a continuación, sigue su desarrollo histórico cuando lo hay.
Hay voces como vaqueros, tejanos o blue jeans que tienen un solo significado; en estos casos se han introducido todas las entradas que remiten a una única voz. El signo () indica que aquella palabra se encuentra y se puede consultar en otro lugar del diccionario.
Hay términos (modelo, príncipe de Gales, etc.) que tienen más de una acepción. En este caso se han numerado (1, 2) las diferentes acepciones y se han colocado consecutivamente.