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Películas, dinero y recuerdos

Uno de los argumentos persuasivos utilizados por muchos niños es: «Pero, mamá, todos los niños en la escuela ». Llene el espacio. Podría ser ropa, zapatos, un peinado o cualquier cosa en la que se interesan los niños en una semana determinada. El tradicional padre sabio responde: «Si todos los niños de la escuela saltaran a un precipicio, ¿también lo harías?

Muchas veces la tensión entre el padre y el hijo no tiene su raíz en el hecho en sí, sino en la presión financiera que ejerce la actividad. Por ejemplo, podría ser que a un padre no le moleste que su hijo maneje el auto, pero el costo del seguro lo hace prohibitivo. Los padres son como cajeros automáticos con brazos, piernas y bocas, pero con una diferencia importante: Su dinero efectivo no es infinito (esto sorprenderá a la mayoría de los chicos).

Un pedido que los padres pueden satisfacer a menudo es el deseo de ver una película en el cine. Siempre que aprueben el contenido y la consideren conveniente, pueden planear un día familiar que seguramente agradará aun al crítico más selectivo y ha de ahorrarle dinero en el ínterin.

Haga matinées memorables Comience una tradición mensual o bimestral de ir con sus hijos a ver una función de matinée el fin de semana. Ahorrará entre $1.00 y $2.50 por boleto.

Prepare una comida para disfrutar en casa antes de ver la película y disminuya el consumo de chucherías caras y sin cualidades nutritivas que venden en el cine. Los dibujos animados atraen a jóvenes y mayores por igual. A veces no habrá una película conveniente para toda la familia. En ese caso organice una actividad diferente para pasarla juntos.

Después de la película, disfruten una cena en familia para concluir la jornada.

Esta le ahorra dinero, pero lo más importante es que una reunión familiar satisface el deseo juvenil de la película y deja muy buenos recuerdos.