Si algo me da insomnio de verdad es olvidarme de alguien en estos agradecimientos, si así es, pido perdón por adelantado.
Primero quiero dar las gracias a Justyna, mi agente, porque cuando llevaba la mitad del manuscrito leído ya me estaba llamando y me dio una de las mayores alegrías de mi vida.
A todo el equipo de Ediciones Destino, con Martina Torrades a la cabeza, por cuidarme y cuidar cada paso que hemos dado juntos con esta novela.
Gracias inmensas a los primeros lectores de Insomnio:
A Carol, la primera en leer la novela y la primera en casi todo.
A mi hermana Marta, y mis amigos David, Julio, Julián y Eva, que me dedicaron elogios, críticas y consejos.
A Flora, por leer la novela, por la sesión de fotos y por un millón de cosas más.
A Ángela le quiero agradecer compartir conmigo más de veinte años de amistad y algunos de sus contactos.
A mi madre, mi padre y mi hermana Eva, una dedicatoria especial porque sé que esta novela les hace casi más ilusión que a mí.
Al resto de mi familia y amigos, que sé que se alegran mucho de mi Insomnio.
Y, por último, gracias a todos los lectores que habéis comprado esta novela, porque sin vosotros no tiene mucho sentido escribir.