Epitafio de un árbol
Como una copa de agua di la sombra
en verano. Mi savia capturaba
el oro de las tardes y la pálida
insistencia del río en la paloma.
Tan desatentas fueron las miradas,
que no alcanzó ni un hombre en este mundo
a enumerar mis hojas y mis cantos.
Mi ausencia ocupa ahora mucho espacio:
un vuelo de aves incesantes marca
el lugar donde falto, que se agranda.
Epitafio de un trapecista
Aquí descanso con la malla rosa.
Quietas están mis pruebas, mis saludos
que inspiraron aplausos y los mudos
asombros en el circo. Peligrosa
era mi vida mientras un tambor
traía en sus redobles el terror.