Con estilo y sin esfuerzo

Narda Lepes

Sin esfuerzo. Parece que Ximena hace todo sin esfuerzo. Y remarco parece porque la conozco y trabaja duro y mucho. Aprende, enseña, se interesa, perfecciona y es constante. Pero siempre transmite alegría, tranquilidad, entusiasmo y amor por lo que hace, que es cocinar. No parece costarle, porque genuinamente ama la cocina.

Además, posee algo que no se aprende, no se copia y no se enseña... Ximena tiene estilo. Y lo refleja en todo lo que hace. 

Cuando habla, conecta, ya sea en persona o a través de la pantalla. Conecta con la gente y con el producto. Trata la comida con cuidado y amor. Conecta. Por eso puede hacer una de las cosas más difíciles: hacer muy rico lo simple.

Hace un tiempo compartimos algunos programas, donde nos visitaron varios cocineros y todos los participantes comíamos lo preparado. Todos eran entretenidos, la comida se veía bien y a mí me gusta comer rico, pero debo decir que solo dos o tres cocinaban tan rico. Cuando venía Ximena, sabía que la comida iba a ser muy sabrosa, hecha con la intención de ser rica.

Esa sensibilidad de cocinar para otro, de querer dar, dice mucho sobre un cocinero. Dice sobre su paladar y sobre cómo se encara la vida. Si lo vas a hacer, hacelo bien. Y ella lo hace muy bien; con estilo y sin esfuerzo. Y a esa mezcla le sumamos humildad. 

Es imposible no querer a Ximena. Nos gusta como amiga, la señora la sueña como nuera, otros se enamoran, los niños la quieren porque conecta. 

Mirando las páginas del libro tenemos una pequeña ventana a su cocina. Van a aprender a comer rico en casa: los clásicos, lo que gusta, lo simple... Pero, como dije, todo rico. Porque sabe contarlo, enseñarlo y transmitirlo.

Con el estilo, la alegría, la sensibilidad y la pasión que tiene, podría haber hecho cualquier cosa bien. Tenemos suerte, eligió ser cocinera.