Tú también puedes cambiar el mundo

 

 

Briseida se acuesta cada noche viendo el reflejo de la luna sobre el mar a través de su ventana, el sonido del agua la relaja. Cuando sea mayor quiere dedicarse a investigar los océanos. Su abuela dice que será una gran bióloga marina.

A Briseida le encanta vivir junto a la playa. ¡Son tan bonitos sus colores! Cada día observa a los cangrejos en la arena, se divierte con las olas que vienen y van, y escucha a las gaviotas graznar.

¡Vaya! Parece que esta noche habrá una gran tormenta.

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Briseida cierra los ojos y entre el rugir de los truenos y el vaivén de las olas se queda dormida. A la mañana siguiente se despierta y respira profundamente. ¿A qué huele? Briseida sube la persiana apresurada. ¡No puede ser!

La marea ha llevado a la playa mucha basura. La arena está cubierta de desperdicios. «¡Oh, no! ¿Y los animales?» Briseida mira a su alrededor y siente ganas de llorar.

¡La playa es tan grande y yo soy tan pequeña! Pero ¿sabes qué? ¡Manos a la obra! ¡Puedo limpiar este trocito de playa yo sola! Los animales, la playa y el mar me necesitan. ¡Guantes! ¡Pinzas! ¡Sacos!

Briseida se pasa todo el día recogiendo envases, latas, plásticos... ¡incluso un zapato! Al mirar a lo lejos ve a una mujer tomando fotos. «¿Qué fotografiará? ¡La playa nunca ha estado tan fea y triste!», se pregunta intrigada. Y de repente suspira:

¡Estoy agotada!

Al atardecer, Briseida se da cuenta de que después de un duro día de trabajo, el pequeño trozo de playa que está frente a su casa ha quedado limpio y bonito de nuevo.

«¡Lo he hecho yo sola! ¡Lo he conseguido! Aunque la playa es muuuy larga, supongo que mañana podría limpiar otro trozo», piensa Briseida.

A la mañana siguiente se despierta al escuchar voces. ¿Qué pasa? Levanta rápidamente la persiana y sus ojos se iluminan. Briseida sonríe.

¡Abuela, abuela! ¡No te lo vas a creer! ¡La playa está llena de gente limpiando!

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Su abuela está tomando una taza de té mientras lee sonriente el periódico: «Todos podemos poner nuestro granito de arena para salvar el planeta, como Briseida», dice el titular.

Una pequeña niña como tú, con sus pequeñas manitas, en su pequeño trocito de playa, con su gran amor por el océano, ha sido capaz de hacer que el mundo entero reflexione y se dé cuenta de que todos tenemos que amar y cuidar el planeta.

Briseida está tan contenta que sale descalza a la arena y al tiempo que estira sus brazos exclama:

¡Yuhuuu! ¡Lo he conseguido!

¿Y tú? ¿Tienes amor dentro de ti? ¿Tienes energía, seguridad e ilusión? Entonces tú también puedes cambiar el mundo con pequeñas grandes acciones. ¡Feliz noche! Quién sabe qué podremos hacer mañana...