“En cualquier periódico que usted lea tan sólo encontrará
dos cosas que sean verdad: el precio y la fecha de edición”.
(Un repartidor de prensa)
SOBRE CÓMO SE HA ESCRITO ESTE LIBRO
DECÍA DON ANTONIO RIBERA, considerado padre de la ufología española y uno de los más destacados intelectuales que ha dado nuestro país en el último siglo, que cada investigador examinaba su objeto de estudio enfocándolo desde el prisma brindado por su formación y experiencia académica. De ahí que el análisis de cualquier fenómeno se asemeje, metafóricamente, a una estructura poliédrica que nos ofrece infinidad de aristas diferentes. Dependiendo de nuestro bagaje cultural –y también, por qué no, de nuestros prejuicios–, nos fijaremos en unas y obviaremos otras. No existe pues una forma exclusivamente válida para interpretar un hecho –lo que algunos denominan objetividad–, sino varias. Dicho de manera coloquial: “cada cual cuenta la fiesta según le ha ido”.
El presente libro, como cualquier otro que puedas leer, es necesariamente el resultado de un análisis subjetivo, esto es, enfocado desde un particular punto de vista. Mi acercamiento y curiosidad sobre los movimientos neonazis surge como consecuencia del interés por el tema de las sectas, considerando que ambos fenómenos tienen mucho en común tanto en su dinámica de funcionamiento interno como en el impulso que origina su expansión social. Es a partir del análisis de este paralelismo, lo que nos permite reflexionar sobre los motivos que inducen a muchos jóvenes a integrarse dentro de estos grupos, así como de un seguimiento en el hilo que contribuye a su proliferación desde el término de la II Guerra Mundial hasta nuestros días, lo que ha motivado la realización del presente estudio.
El libro que tienes en tus manos está escrito con buena voluntad, con un estilo ameno, y suponiendo que tú mismo puedes enjuiciar si lo que estás leyendo te parece más o menos sensato. Sinceramente, no pretende convencer a nadie de nada, ni mostrar ningún tipo de erudición. En cuanto a sus carencias, dejamos que seas tú mismo el que saque tus propias conclusiones después de leerlo.
A pesar de estas limitaciones, y de la subjetividad que inevitablemente se “cuela” entre estas páginas, he intentado alejarme de esos juicios preconcebidos que impiden conocer a fondo las causas y los elementos que generan un fenómeno que, como es el nacionalsocialismo, todavía es interpretado desde prismas obtusos. Quienes arremeten contra el fascismo criticándolo desde el marco de sus prejuicios solo contribuyen a su mantenimiento.
La gran difusión adquirida por el best seller Diario de un skin (2003) ha contribuido, en buena medida, a rescatar un marco necesario de reflexión entre la opinión pública sobre el auge que está adquiriendo la manifestación del movimiento neonazi y skinhead en nuestra sociedad. De ahí que haya aspectos que, por su redundancia, sea innecesario retratar con detalle, aunque los mencionemos simplemente para contextualizar el fenómeno. Ya es sobradamente conocido, por ejemplo, que las directivas de algunos clubes de fútbol permiten, desde hace tiempo, la financiación y el mantenimiento de peñas radicales integradas por “cabezas rapadas” o que no todos los neonazis tienen que identificarse con el estereotipo del skinhead sin materia gris entre los hombros. ¿O sí?
Las siguientes páginas no pretenden pues, “sacar a nadie de la ignorancia” ni descubrir nada nuevo que no conozca o intuya la mayoría de sus posibles lectores/as. Simplemente quiero mantener un diálogo de “tú a tú” compartiendo una serie de impresiones sobre un fenómeno verdaderamente inquietante y contribuir a ese marco de debate aportando algunos elementos de reflexión. Para ello, en la redacción de este libro, he seguido un camino transparente de documentación e investigación que me lleva a exponer una serie de interpretaciones que no tienen por qué ser necesariamente compartidas por quien lo lee.
A diferencia de otros autores tentados por manifestar un grado superlativo de erudición presentando conclusiones a partir de misteriosas fuentes que no mencionan, aquí he procurado citar la procedencia del más trivial de los datos. Por eso casi la mitad del libro se corresponde con obligadas anotaciones a pie de página, para que tú mismo puedas seguir el “hilo” de lo que estás leyendo y valorar el grado de credibilidad que te merece la fuente consultada y, si te animas, seguir investigando por tu cuenta. Así pues, en la elaboración del presente estudio he recorrido el siguiente camino:
Primero: partir de los estudios realizados por otros investigadores recurriendo a aquella bibliografía que considero básica para aproximarse al tema. Entre las obras consultadas –mencionadas con más detalle en la relación bibliográfica–, merecen especial consideración Neonazis en España (1995) y Diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo (2003), a mi juicio los dos mejores y más exhaustivos análisis desarrollados hasta el momento sobre la evolución histórica del nacionalsocialismo en nuestro país y el universo mitológico que configura las raíces doctrinales del III Reich, respectivamente.
Segundo: Un seguimiento de las noticias difundidas en distintos medios de comunicación, seleccionando solamente aquellas cuya procedencia me merecen una mayor fiabilidad. En este sentido he contrastado, en la medida de lo posible, los datos de unas fuentes con otras, otorgando un mayor peso de credibilidad dependiendo principalmente de su autoría –redacción por parte de periodistas especializados en el fenómeno– y del medio de publicación. Cuando su contenido se ha considerado relevante, su consulta aparece citada en nota a pie de página.
Tercero: La consulta de boletines y publicaciones editadas por distintos grupos skinhead y neonazis cuyo contenido refleja, mejor que ningún otro texto, cuáles son sus motivaciones. En los dos primeros tipos de fuentes mencionados en los puntos anteriores, el lector tiene la posibilidad de acceder a ellas, ya sea a través de la consulta en bibliotecas, hemerotecas o librerías, para ampliar, si así lo desea, su estudio particular. En el tercer caso, y al tratarse de boletines de difusión restringida y limitada a los propios círculos de grupos skinhead –lo que dificulta su acceso–, el lector debe necesariamente confiar en la difusión que de su contenido hago en estas páginas.
Me gustaría aclarar que he seleccionado aquellos fragmentos que me han parecido más esclarecedores sobre la estrategia y el trasfondo ideológico de este tipo de grupos, y que ninguno de los párrafos citados aparece descontextualizado. En ocasiones, y para comprender mejor la intencionalidad de sus autores, recomiendo leer “entrelíneas”, esto es, intuir más allá del límite expresado a través de las palabras. Téngase en cuenta que, sobre todo en Europa, el contenido de la literatura neonazi debe ser extremadamente sutil para evitar la censura, por lo que se recurre a perífrasis y ambigüedades que enmascaran el trasfondo de un discurso mucho menos amable de lo que puede parecer superficialmente.
Cuarto: A partir del manejo de las fuentes mencionadas en los puntos anteriores, ofrecer un somero análisis del contenido ideológico y estratégico del fenómeno neonazi, así como de su evolución –a sabiendas de que su resultado no será un estudio ni mucho menos definitivo y en el que, seguramente, se habrá colado algún “gazapo”–. En su redacción he procurado mantener un estilo ameno a la vez que riguroso que colme tanto las expectativas de quien busca leer un libro entretenido y que se lea “de un tirón”, como de quien exija encontrar en sus páginas un práctico referente de consulta.
Quinto: Obtener una serie de conclusiones expresadas dentro de unos parámetros definitorios. Considero que, aunque modesta, la principal aportación del presente estudio es la de definir una serie de conceptos que, en infinidad de ocasiones, todavía se presentan como vagos o imprecisos, cuando no, definidos de forma estereotipada. La necesidad de delimitar términos como “fascismo” o “grupo neonazi”, aspectos obviados –salvo error u omisión– en la bibliografía consultada, me ha motivado a realizar un intento de análisis que, en todo caso, considero debe contar con el consenso del lector.
En cuanto a su estructura, el libro se divide en cuatro partes claramente diferenciadas y que pueden leerse de manera totalmente independiente –aunque recomendamos la lectura de determinados epígrafes de la primera parte para poder seguir el hilo de algunos de los capítulos posteriores–. Cada segmento se estructura en varios capítulos, cada uno de los cuales comienza con una breve síntesis sobre los aspectos más relevantes, a fin de que lector pueda hilvanar lo que está leyendo sin tener que “releer” párrafos anteriores para no desorientarse.
La lectura de la primera parte –La Manzana envenenada–, es esencial para comprender mejor los siguientes capítulos. En sus páginas se esbozan algunas de las motivaciones que impulsan la curiosidad de este autor hacia el análisis del fenómeno neonazi, después de interesarse por las estrategias de manipulación coercitiva desplegadas por algunos grupos, tal y como se recoge en Sectas: la amenaza en la sombra (2002). En un intento de establecer unos mínimos parámetros de investigación social, se concibe una necesaria definición de términos que espero pueda contribuir en un futuro a perfilar futuras líneas de investigación.
Centrándose tanto en aquellos aspectos más relevantes como en algunos detalles menos divulgados en la bibliografía consultada, el bloque central del libro –segunda, y tercera parte–, realiza un recorrido histórico que arranca desde las raíces ocultistas del III Reich hasta la proliferación de grupos neonazis y skinhead en nuestra sociedad, pasando por el despliegue de la supuesta red Odessa que permitió la huída de los principales jerarcas nazis.
Bajo el título La Araña Nazi, la segunda parte realiza un somero recorrido por el movimiento neonazi desde la caída del III Reich, con la articulación de la supuesta red de Odessa que permitió la fuga de sus principales jerarcas, hasta el desarrollo de sus principales plataformas establecidas en Europa, Estados Unidos y Sudamérica. Centrándose en el ámbito europeo, se analiza parte de la trayectoria y de las vicisitudes de aquellas agrupaciones neonazis que pueden identificarse con el discurso más “inteligente” del nacionalsocialismo, es decir, alejada de la hueca argumentación que abanderan los skinhead.
Los capítulos de La Serpiente del IV Reich –dividida en dos partes–, abordan algunas de las principales orientaciones que adquiere el neofascismo en nuestros días: desde el movimiento skinhead, cuyo origen se haya ligado al de las peñas deportivas, hasta la consolidación de las últimas plataformas políticas “ultra” en España asesoradas desde Francia, pasando por las corrientes denominadas nacional revolucionarias, que pretenden filtrar un nuevo nacionalsocialismo más “popular” integrándolo dentro de una propaganda izquierdista identificada con la lucha obrera contra el capitalismo.
Recogiendo algunas motivaciones en el marco pedagógico, parte de este libro pretende ser un modesto instrumento dirigido tanto a padres y educadores como a jóvenes y adolescentes todavía en período de desarrollo y formación personal. Lejos de la aptitud paternalista tendente a criminalizar lo negativo para contrarrestar su influencia, pienso que, hoy día, cualquier adolescente puede manifestar un gran nivel de madurez si se le habla de forma sensata. No se trata de inculcar qué es malo y qué es bueno, sino de ofrecer los elementos necesarios para que él mismo reflexione y obtenga sus propias conclusiones.
Del mismo modo que es contraproducente un sistema de enseñanza confundido con cualquier sistema de adoctrinamiento; también lo es tratar de exportar premisas tan demagógicas como que “todos los negritos son buenos” y “qué racistas somos todos los blancos”. No, esa es otra forma de racismo. Debe prescindirse de dicotomías fácilmente digeribles con las que se pretende establecer, de manera conveniente e interesada, valores absolutos en uno u otro sentido.
Un buen ejemplo de cómo brindar a los jóvenes un marco de reflexión sobre la problemática racista puede apreciarse en la magnífica película American History X (1998) despojada de los tópicos en los que, en demasiadas ocasiones, suele caer el discurso “antirracista”: ni los negros son presentados necesariamente como víctimas bondadosas, ni los “cabezas rapadas” son impulsados a ejercer la violencia sin que influyan las circunstancias del entorno que les rodean. A ello se une la identificación del espectador con el reinsertado skinhead y su hermano pequeño, protagonistas de la historia.
Hechas pues todas estas aclaraciones –a sabiendas de que la mayoría de los/as lectores/as prescinden de leer la introducción, comenzando directamente por el primer capítulo–, sólo me resta mencionar a quienes cuya responsabilidad ha contribuido a que este libro esté ahora en tus manos: David E. Sentinella quien realizó esa inoportuna llamada a la hora de la siesta encargándome dicho proyecto y fastidiándome los meses de verano; Lorenzo Fernández Bueno que tuvo la inadecuada ocurrencia de incluir mi nombre en la propuesta editorial sin que yo me hubiera metido antes con él; y el doctor Fernando Jiménez del Oso, auténtico artífice desde la sombra de esta infame colección de libros absolutamente desestabilizadora.
Sin más, te invito a que sigas leyendo las siguientes páginas.