Sometiéndoos unos a otros en el temor de Cristo.
Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor.
Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo El mismo el Salvador del cuerpo.
Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella.
EFESIOS 5:21-25 (BLA)
Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación.
ROMANOS 14:19 (RVR 1960)
Por tanto, si sienten algún estímulo en su unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás.
La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús.
FILIPENSES 2:1-5 (NVI)
Así también los maridos deben amar á sus mujeres como á sus mismos cuerpos. El que ama á su mujer, á sí mismo se ama.
Porque ninguno aborreció jamás á su propia carne, antes la sustenta y regala, como también Cristo á la iglesia;
Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Cada uno empero de vosotros de por sí, ame también á su mujer como á sí mismo; y la mujer reverencie á su marido.
EFESIOS 5:28-30, 33 (RV ANTIGUA)
“Traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes.”
LUCAS 6:31 (NVI)
Entonces Jesús los llamó a todos y les dijo:
“En este mundo, como ustedes bien saben, los jefes de los países gobiernan sobre sus pueblos y no los dejan hacer absolutamente nada sin su permiso. Además, los líderes más importantes del país imponen su autoridad sobre cada uno de sus habitantes. Pero entre ustedes no deben tratarse así. Al contrario, si alguno de ustedes quiere ser importante, tendrá que servir a los demás. Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el esclavo de todos. Yo, el Hijo del hombre, soy así. No vine a este mundo para que me sirvan, sino para servir a los demás. Vine para liberar a la gente que es esclava del pecado, y para lograrlo pagaré con mi vida”.
MATEO 20:25-28 (BLS)
En todo caso, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.
EFESIOS 5:33 (BLA)
Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
COLOSENSES 3:18 (RVR 1960)
Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos
y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia.
COLOSENSES 3:12 (NVI)