Episodio

Vino de cualquier lejos, navegando

con el cambio a favor.
Los olorosos

pregones en cuché lo habían llamado,

la noble Historia, las fotografías

de pescadores según San Mateo.


De lo humilde admiraba

el decoro exterior, la rosaleda,

como en los rostros, sin mirar adentro,

se puede ver una fachada altiva.


Tomó del sol, del aire, de la vida.

Impresionó recuerdos, tolerante.

Casi se conmovió con las guitarras

en la cena aux chandelles. Lo retrataron.


Con la fatiga de la misma aurora

que levanta a los hombres hacia el tajo,

¡Cochero, al Tívoli!

612.

Cuelga un letrero: NÃO INCOMODAR.