Lunes, geografía

En la calle del Agua don Manolo

y Noviembre llovían muy menudo.

Don Manolo los pies en el brasero.

Su vara verde a vueltas por el mundo.


Había que elegir entre asomarse

a la verdad de la pared de enfrente

o aprender a inventarse maravillas

siguiendo el vuelo de la vara verde.


El Turquestán: como una espada curva.

Estocolmo: jardines de alta verja.

Buenos Aires: calle que no se acaba.

¿Y Toledo?: como una espada recta.


Lisboa era un espejo entre dos luces:

¡Quién me podrá decir si estos colores

de la ciudad que hoy dejo son más ciertos

que la ciudad soñada por su nombre!