Cuando amo a una ciudad compro periódicos
como el enamorado pide rosas.
El señor Presidente del Consejo
trabaja en su despacho, un accidente
de emigrantes en Francia, en La Figueira
da Foz están conformes con su alcalde,
un carpintero en Brándara se daña,
dos semanas de cárcel a un lechero,
un trasplante con éxito en Coimbra,
el pueblo escucha a Werther cinco escudos,
los sucesos, las muertes subitáneas,
concluidas escuelas en Aveiro,
se presta hasta mil contos (garantías),
intercambio de ideas brasileño
busca morena clara 1,70,
a un campeón ciclista lo comparan
con Sísifo, anuncian procesiones
y mañana saldrá la lotería…
Amigo Rafael me estás riñendo
de prosaísmo, como si lo viera.
Pero atiende, un soldado que se ahogaba
en el río Zambeze está en la orilla
gracias a su guitarra, iba abrazado
al cinturón remoto de la madre,
al cabello tendido de la novia,
a una noche de luna en el Algarve,
a esa caja sonora donde lleva
un portugués las cosas del recuerdo…