Si me llamáis a la guerra
dadme una espada o cualquier
manera de cuerpo a cuerpo.
De lejos, no mataré.
Para herir al enemigo
quiero en sus ojos saber
que si no clavo mi acero
clavaría el suyo él.
No me deis balas distantes,
que no las dispararé.
Valiente sólo de cerca,
con el miedo a flor de piel.