Lo primero una recta

Lo primero una recta.

Sobre el exacto centro del segmento

la perpendicular.

Una circunferencia alrededor

de un punto.

Y así hasta el monumento

final,

victoria de lo inerte,

colofón, Laus Deo.


Yo no amaba compases

—Torpe, torpe—

y tampoco este frío de columnas

para lujo del aire quiero ahora.

(Todavía la piedra

terso papel evoca, tinta china)


… Pero ha venido un hombre

—dibujo de figura su cabeza

tan clara y misteriosa,

la pared de su espalda, esa mano

que no hace nada y pudo hacer el mundo—

a guarecerse

de la lluvia de marzo

y todo ha sido

de pulpa y sangre,

acaso un poco triste sin gabán

alzadas las solapas

de la chaqueta

bajo un arco de triunfo,

pero verdad al fin,

en la Moncloa.