En el Parador Nacional los cazadores
se levantan temprano.
Valerosos
toman los jeeps, los enseñados
caballos montaraces,
alguien les dice el sitio
y ellos a la espera
fuman tabaco negro que reparten
a derecha y a izquierda,
Se agradece dicen los forestales
y ya viene el venado
hermoso Winchester
la pieza está cobrada,
Enhorabuena,
y a la tarde las fotos
el whisky y las propinas
Se agradece
y largas alabanzas en el bar
del Parador
Nacional.
Y luego,
el triunfo que viaja en la capota
del coche,
maniatado
insensato venado
partidario
de libertad, no sabe cuánto adorna
un salón principal.