Fiesta en Moscú 1960

Cornetas no se oyeron

Gallos campanas no se oyeron

El alba era sin embargo sin tacha sin reservas mentales

tempranísima el alba (atención pido para la latitud) en junio


ya acudían

de todas las repúblicas

de suburbios y bloques familiares

y del monocultivo ciudadanos

que usted ha visto en carro alrededor

de centrales eléctricas

tractores

también en linotipias


y que luego componen frontispicios


Con sus brazos tallados pañuelos de color gorras de plato

«Son el protagonista de nuestra Historia

Unico»


Palabra que los amo en cierto modo

Acompaso mi paso

Tomo el peso de un niño

Contribuyo y empujo

Aprendo la canción


Su techo me concierne en una casa

exactamente para 3.000 huéspedes

Su arte yo lo aplaudo en un teatro

para 5.000 almas no almas muertas


Sólo al final del día (es que no acaba

de anochecer) la tentación me vence

Y no sé lo que diera por la fiesta

de una naranja a solas. Mía.