PERO HAY MUJERES FIELES
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La sabiduría popular rebosa de proverbios que se regodean en lo poco confiables que son las mujeres y su natural tendencia a la infidelidad. Miles de cuentos populares de todas las culturas describen los mil y un engaños que la mujer es capaz de perpetrar para engañar a su marido, novio o amante. Sin embargo, en ninguna parte aparecen proverbios o cuentos que se refieran a la infidelidad de los hombres, por la simple razón de que a ellos no se les exige fidelidad. La especie humana no es monógama más que por exigencias culturales. Hombres y mujeres que se encuentran en situaciones sancionadas o prohibidas por su cultura no pueden evitar el deseo y a veces no pueden o no quieren evitar su realización. Eso no significa que algunos hombres no sean fieles y a ellos no se les reconoce virtud alguna, ni son por ello aplaudidos. En cambio, a las mujeres pública y famosamente fieles se las pone en un pedestal, se les elevan cánticos, se escriben historias sobre ellas y, en fin, se trata de todas las maneras posibles de que su ejemplo cunda. Después de todo, la fidelidad femenina es la única garantía para el hombre de la transmisión de su herencia genética.