MENTIR, LLORAR Y COSER: LOS DONES DE DIOS A LA MUJER

Las mujeres, por ser más débiles, se ven obligadas a depender no de la fuerza, sino de la astucia; de ahí su hipocresía instintiva y su inmodificable tendencia a la mentira. Por eso el fingimiento es connatural a las mujeres y se encuentra tanto en las mujeres tontas como en las inteligentes.

SCHOPENHAUER (1788-1860), filósofo alemán.

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En el campo crecen flores,

en las salinas, la sal;

y en el pecho e’ las mujeres

diabluras para engañar.

El amor es embustero

y embustera la mujer,

así se acercan tan pronto

y así se entienden tan bien.

Yo no creo a las mujeres,

aunque las vea llorar,

la mujer y el cocodrilo,

si lloran es pa’ matar.

Tanta cinta colorada,

tanto zarcillito de oro,

si la vaca fuera honrada

no tendría astas el toro.

Papeles son papeles

cartas son cartas,

palabras de mujeres

son todas falsas.

(coplas populares hispanoamericanas)

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En la composición de la primera mujer había una falta, pues fue hecha de una costilla curva, curvada como si fuera en dirección contraria a la del hombre. Y como, por culpa de ese fallo, es un animal imperfecto, la mujer no puede sino engañar.

JAKOB SPRENGER (1435-1495), monje dominico alemán.

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Es instintiva la perfidia de la mujer, y su irremediable tendencia a mentir.

SCHOPENHAUER (1788-1860), filósofo alemán.