Este fue el primer retrato de Lola Montes que el rey Luis I de Baviera le encargó al pintor de la corte Joseph Karl Stieler en 1845. La bailarina tenía veinticuatro años y se encontraba en la plenitud de su belleza.
Lola Montes vivió un breve y apasionado romance con el compositor y pianista Franz Liszt. Este la abandonó porque no toleraba su violento temperamento.
Lola conoció a la escritora George Sand en una cena en el Café de París. Ambas eran mujeres rebeldes, apasionadas y transgresoras. Fue ella quien bautizó a la bailarina como «La leona de París».
El célebre novelista Alejandro Dumas, autor de Los tres mosqueteros, fue amigo de Lola Montes y la introdujo en el mundo literario y artístico de París durante su estancia en 1844.
Retrato de Lola Montes realizado por el pintor Jules Laure. El artista la inmortalizó vestida como una elegante amazona sosteniendo una fusta en su mano.
El 27 de marzo de 1844 «la célebre bailarina andaluza Lola Montes» debutó en el prestigioso escenario de la Ópera de París con sus danzas españolas.
Cuando Lola Montes llegó a Munich en 1846, la ciudad estaba renaciendo gracias a su rey Luis I de Baviera que soñaba con edificar «una urbe perfecta y monumental inspirada en la Roma y la Grecia antiguas».
La autora, Cristina Morató, posando en la célebre Galería de las Bellezas, en el palacio de Nymphenburg (Munich) junto al cuadro más célebre de Lola Montes.
A su llegada a Munich, Lola Montes se alojó en el hotel Bayerischer Hof. Era el más lujoso de la ciudad y el rey Luis la visitaba a diario en sus aposentos.
Lola Montes nunca fue una gran bailarina y a lo largo de su vida protagonizó infinidad de caricaturas como esta que buscaban ridiculizarla.
El rey Luis I de Baviera conoció a Lola Montes en octubre de 1846. El monarca tenía sesenta años y se enamoró de ella al instante. Cegado por su amor perdió la confianza de su pueblo y se vio obligado a abdicar en su hijo Maximiliano.
Lola Montes cautivó al rey Luis, que se enamoró de su «ardiente belleza española», aunque en realidad la joven había nacido en Irlanda. Muchos la consideraban «la reina a la sombra» de Baviera por su influencia en los asuntos de Estado.
El rey Luis mandó rehabilitar una palaciega mansión que regaló a su amante Lola Montes. Un caro capricho que consternó a los muniquenses.
Caricaturas como esta y ofensivos panfletos sobre la relación del rey Luis con la bailarina circulaban por todo Munich.
Elias Peissner, joven líder estudiantil, fue amante de Lola durante su estancia en Munich. Tenía un gran parecido físico con el rey Luis.
Lola Montes como «Mariquita» en el ballet «Un día de carnaval en Sevilla», 1852.
La célebre bailarina Fanny Elssler en el ballet «La Cachucha», París 1863.
El rey Luis otorgó a Lola Montes el título de condesa de Landsfeld. El documento, en la imagen, es una obra maestra de arte caligráfico y en él destacan la firma del monarca y el escudo de armas. Este nombramiento fue el detonante de una grave crisis política y social en Baviera que culminó con la revolución de 1848 y la abdicación del rey.
Litografía de Marie-Alexandre Alophe de 1844 que representa a la bailarina Lola Montes vestida «a la española» con mantilla de encaje y abanico en la mano.
Caricatura de Lola Montes donde se ve al rey Luis llorar ante la partida de su amante rumbo a América. Lola abandonó precipitadamente Munich en 1848.
La autora durante su visita a la «ciudad minera de Grass Valley» y frente a la puerta de la cabaña donde Lola Montes vivió dos años como una auténtica pionera.
En 1853, atraída por la fiebre del oro, Lola Montes llegó a San Francisco donde tuvo gran éxito entre los rudos mineros con su provocativa Danza de la araña.
Cartel publicitario de 1856 donde se anuncia el espectáculo de la compañía de Lola Montes. Su gira australiana duró diez agotadores meses y actuó en los principales teatros del país.
En 1944, la actriz española Conchita Montenegro interpretó a Lola Montes en la gran pantalla.
Cartel de la película Lola Montes del director Max Ophuls protagonizada por Martine Carol y Peter Ustinov (1955).
Una escena de la película Lola Montes de Max Ophuls donde la actriz Martine Carol interpreta a la célebre cortesana, bailarina y aventurera irlandesa.
La actriz francesa Martine Carol en el papel de Lola Montes interpretando danzas españolas en una escena de la película de Max Ophuls.
Marlene Dietrich en la película El ángel azul de Josef von Sternberg da vida a la pícara Lola-Lola. Un homenaje del cabaret berlinés a la figura de Lola Montes.
En 1852, durante su gira americana, Lola Montes posó desafiante para un retrato con un cigarrillo entre los dedos. Es una de las primeras fotografías que se conservan de una mujer fumando a mediados del siglo XIX.