Los vicios posturales funcionales del raquis

Cuando mantenemos de forma constante una postura incorrecta en el trabajo o durante la práctica de una actividad lúdico-deportiva, los músculos implicados en el mantenimiento de esa postura aumentan o disminuyen su tono. La alteración funcional que se deriva de esto lleva a un cambio en la mecánica de las articulaciones en las que se sitúa el músculo, originando una serie de adaptaciones compensatorias de los demás músculos ligados a esa articulación, y a continuación, en cadena, a las articulaciones vecinas.

Esto determina, a largo plazo, un nuevo aspecto postural global. En principio, este nuevo orden conlleva ciertas ventajas, pero en la mayoría de los casos, al cesar las ventajas, se origina un estado de dolor crónico.

Por eso resulta muy importante practicar una actividad física adecuada, que equilibre todos los componentes musculares del cuerpo, de forma que se mantenga una armonía constante y una postura correcta.

Analicemos ahora algunos ejercicios físicos que pueden resultar beneficiosos para la musculatura y corregir vicios posturales. Es importante subrayar que siempre es mejor prevenir, y la mejor prevención, en nuestro caso, es el movimiento, especialmente en las grandes ciudades, donde se tiende a llevar una vida sedentaria.

La mejor medicina para todos, que se ha de aplicar desde la juventud, es la de realizar ejercicio físico a diario y disfrutar lo máximo posible del aire libre.

Conviene, por tanto, dedicar todo el tiempo posible al movimiento en absoluta libertad y tratar siempre de controlar cómo se camina o cómo es está sentado, e intentar descansar bien.

NORMOTIPO

Si a una persona normal, cuando asume una posición correcta, le trazamos una hipotética línea perpendicular desde la nuca hasta el ápice de la curva dorsal, esta debería caer en el hombre a la altura de los glúteos; en la mujer, que fisiológicamente presenta una lordosis lumbar levemente acentuada, debería terminar siempre entre los dos glúteos, pero más cerca del hueso sacro. Sin embargo, a menudo se aprecia un desequilibrio: así, encontramos sujetos con una curvatura dorsal o lumbar aumentada y sujetos con curvaturas anormales en el plano frontal.

Individuo normotipo con curvatura lumbar fisiológica

HIPERCIFOSIS

Se denomina hipercifosis, o más sencillamente cifosis, al aumento de la curvatura de la columna vertebral de convexidad posterior no permanente apreciable cuando se observa a un individuo lateralmente.

Dejando de lado los casos de alteraciones congénitas o adquiridas de los cuerpos vertebrales, que se alejan de nuestro tema, nos referiremos a una hipercifosis adquirida de tipo postural. Esta alteración provoca un desequilibrio en la estática del raquis dorsal, con la consiguiente aparición de dolor, que puede localizarse tanto en la zona dorsal, como en la lumbar.

La cifosis se manifiesta con mayor frecuencia en sujetos de sexo femenino y de edad joven a adulta. Esta anomalía se debe, sobre todo, a una grave hipoestenia, esto es, a una debilidad de los músculos erectores del tronco.

En estos casos, por tanto, resulta muy útil una gimnasia específica para obtener una corrección postural y el desarrollo de los grupos musculares que se oponen a la deformidad. Es preciso que los movimientos de la gimnasia tiendan a estirar el raquis y a la consiguiente apertura de la caja torácica.

El estiramiento del raquis debe ser efectuado de manera que no se contraiga la musculatura de la zona cervical, para evitar la aparición de otros dolores y otras alteraciones.

Sujeto con cifosis: se observa un incremento de la curvatura dorsal de la columna vertebral

ESCOLIOSIS

La escoliosis, que se detecta al observar a un individuo por detrás, es una desviación lateral de la columna que la hace asimétrica; puede ser de tipo funcional, estructural o antálgica.

La escoliosis funcional, como la que se origina por una diferencia en la longitud de ambas piernas, desaparece al flexionar el dorso. La escoliosis estructural, en cambio, es permanente, se caracteriza por la rotación de las vértebras sobre el eje longitudinal y tiende a acentuarse con el movimiento de flexión.

Las escoliosis funcionales pueden tener origen neurológico (poliomielitis), congénito (malformaciones vertebrales, etc.) o idiopático (las más frecuentes, con predisposición genética).

La escoliosis antálgica postural y la postura escoliótica son fenómenos transitorios y dependen a menudo de condiciones de contractura de la musculatura paravertebral: son posturas que en apariencia pueden presentar las mismas señales que caracterizan la escoliosis funcional o estructural, pero cuando se dobla el cuerpo hacia delante, en vez de observarse giba, los dos lados del dorso son iguales.

Las posturas incorrectas pueden ser causadas por la debilidad de los músculos de la espalda, por la costumbre de adoptar malas posturas y por la escasa actividad física.

En individuos con escoliosis se aprecia una curvatura lateral de la columna que no se observa en condiciones normales

HIPERLORDOSIS

Es una curvatura de convexidad anterior de la columna a nivel lumbar de una intensidad anormal. La pelvis está rotada hacia delante, de modo que parece como si el vientre sufriera un desplazamiento hacia delante y sobresaliera.

Las principales causas pueden ser la debilidad de los músculos abdominales, el peso de las vísceras, las posturas incorrectas o descuidadas o la falta de movimiento. Al igual que los demás vicios posturales contemplados, la hiperlordosis afecta a la estática de la columna, con la consiguiente aparición de dolor, a menudo localizado a la altura del raquis lumbar. En estos casos resultan útiles los ejercicios destinados a acortar y reforzar los músculos abdominales, así como aprender a adoptar posturas correctas durante las actividades cotidianas.

En sujetos con hiperlordosis se aprecia un incremento de la curva lumbar de la columna vertebral con rotación de la pelvis hacia delante