Extractos del «Rosenbergs Rede vor Angehörigen der Zivilverwaltung in Riga, 16.5.1942» («Discurso de Rosenberg ante miembros de la Administración Civil en Riga del 16 de mayo de 1942») (21 páginas, a máquina), IfZ MA 795, pp. 700-720.
¡Compañeros!
Cuando estos días atrás comuniqué al Führer que tenía la intención de visitar Ostland me encargó que les trasladara a todos ustedes su saludo personal. Por mi parte, deseo expresarles en primer lugar mi gratitud por su dedicación a la difícil tarea que afrontamos aquí en Ostland. Todos conocemos el ramillete completo de problemas que ustedes se han encontrado aquí. Problemas que por una parte hunden sus raíces en un largo pasado histórico, y por otra han sido recientemente abordados por el joven nacionalsocialismo, que se ha manifestado de las más diversas formas ...
Comenzar una tarea semejante desde Berlín acarrea, claro está, dificultades e insuficiencias, eso es casi evidente. Con la nueva organización del Este damos comienzo a una nueva época en la historia del Reich alemán, y a una estructura que solo cabe comparar, a lo sumo, con el imperio británico.
Y sobre esto puedo decir lo siguiente.
La Oficina de Asuntos Exteriores del NSDAP, que en los últimos años ha preferido no exponerse demasiado públicamente, ha preparado y puesto en marcha con calma algunas cosas de las que aún no se puede hablar. La APA se ha esforzado por diagnosticar cuáles eran los problemas del Este, y ha movilizado a un grupo de colaboradores que conocían de primera mano la cuestión del Este y que han girado siempre en torno a estos problemas.
Este ha sido el verdadero apoyo que yo le he podido proporcionar al Ministerio de Berlín, y lo que en primera instancia todos tenían que comprender en relación a su tarea era que el ministerio recién creado no era un ministerio de área, sino que tenía que convertirse en un ministerio territorial cuyo cometido era administrar unos territorios que al final iban a ser varias veces más grandes que la región alemana del Reich ... Las deficiencias de las que ustedes se han quejado se deben en parte a cosas muy sensatas. El centro de Berlín estaba ya tan destruido que me vi obligado a alojar provisionalmente mi Ministerio en 23 lugares diferentes.1 Esto dificulta mucho, como es lógico, el funcionamiento general y la gestión de la información, y supone que muchas cosas se traspapelen y ya no vuelvan a encontrarse. La incorporación de especialistas requiere algún tiempo de formación. Ya incorporé a personas del Ministerio de Finanzas o del Ministerio de Educación o del Ministerio de Justicia, esta gente tiene unas determinadas ideas que se mueven directamente en torno a su campo de trabajo. Es difícil inculcar a estos especialistas la comprensión de las necesidades del Este. La selección de los comisarios generales y de zona, y la tarea de organizar a sus equipos no ha sido nada fácil dada la escasez de hombres ...
Pero creo poder asegurar que las cosas avanzan poco a poco y que al final también su situación en el Este estará a la altura de la dignidad que corresponde al Tercer Reich. El cuerpo directivo de la administración debe representar, en primera instancia exteriormente, una voluntad unitaria, y en este sentido el uniforme debe constituir la expresión de un nuevo compañerismo, destacarse como una nueva forma de representación del Reich alemán, que encara una misión de siglos de duración. Les pido que no consideren estas cosas solo desde el punto de vista de la vanidad masculina, sino también como un imperativo que entre los salvajes pueblos del Este es un hecho ...
Me hago perfectamente cargo de que habrán dirigido y tal vez seguirán dirigiendo a Berlín deseos que no han recibido cumplimiento. Pero primero tenemos que imponernos en Berlín, y en la lucha nacionalsocialista todo va así. Solo cuando uno se ha formado una clara imagen de su tarea está en situación de realizarla. Solo les pido una cosa. Si tienen peticiones, transmítanmelas a mí sin ambages a través del comisario del Reich, y les pido que no dirijan sus críticas a sus subordinados o a instancias ajenas a nosotros. Esta es una condición indispensable del compañerismo en el trabajo, una de las formas que adopta, al menos. E igualmente espero conseguir que, cuando haya quejas, las resolvamos internamente.
... Cuando llegue el momento, el espacio del Este tendrá que ser parcelado en función de los distintos pueblos. Pero los pueblos son un hecho de la vida del que debemos partir, y el bolchevismo no ha sido capaz de erradicar este hecho de la vida, sino que tuvo que reconocer a regañadientes los grupos étnicos en el sur, y donde no lo hizo se produjeron sangrientos enfrentamientos. El cultivo de ciertos gérmenes nacionales y la eliminación de otros: eso es historia viva. La historia de los próximos siglos se conformará en función de los gérmenes que el poder del Reich alemán cultive o desmedre ahora ... Aquí el cometido del comisario del Reich es el del primer ministro de un gran país. Él tiene que gobernar desde arriba, y el resto tiene que guiar a las personas. Una vez que vemos la tarea con total claridad, a saber: gestionar la política regional en todos estos Comisariados generales y zonales que comprenden un espacio inmenso, así como dirigir a las personas en su vida diaria, entonces creo que se podrá llevar a cabo una división del trabajo razonable que satisfaga los deseos alemanes pero que también otorgue un tratamiento razonable y claro a los pueblos, tal y como siempre ha ocurrido en la historia colonial alemana. Creo que a ustedes también les ocurrirá lo mismo: uno aborda inicialmente con talante despreocupado los problemas, y es también necesario que nos conduzcamos así. Al principio creemos que sabemos mucho, pero luego desarrollamos una mirada más aguda, aprendemos a discriminar, estudiamos la historia con ahínco; a veces nos ocurre que no entendemos nada. Y al cabo de diez años uno se da cuenta de que hizo lo correcto instintivamente. En esto consiste también, me parece a mí, el desarrollo personal, en que el instinto a veces actúa correctamente aun cuando no siga reglas ...
Cuando los problemas del Comisariado del Reich de Ostland se agudizaron, le dije al Führer que consideraba por razón de estado erróneo colocar a la cabeza de los cargos políticos a un miembro del pueblo alemán. Yo propongo nombrar a nacionalsocialistas para los puestos de comisario del Reich, comisario general y comisario regional. Y es lo que ha ocurrido con pocas excepciones. En Ostland la dirección política depende exclusivamente del movimiento de combatientes nacionalsocialista ... Yo espero de todos ustedes que posean el formato de un caudillo, que comprendan la historia y que hagan una nueva historia. Nuestra actual misión es aún mucho más alta que la de los primeros caballeros teutones cruzando el Daugava ...
El señorío que cree tener que representarse por medio del látigo no es a mi modo de ver un auténtico señorío. Eso ha ocurrido aquí en Ostland tal vez menos, pero siempre que ha tenido lugar algo semejante la reputación alemana ha salido gravemente dañada. Pienso que el empleo de esos métodos no es el modo correcto de poner a pueblos extranjeros, en parte dóciles y complacientes, en contacto con nosotros. Y lo mismo ocurre a la inversa: es errado confraternizar y cultivar excesivamente el compañerismo. Los pueblos a los que quizá se intenta atraer y ganar para Alemania malinterpretan enteramente estos intentos, y acaban conduciéndose con arrogancia. Debemos aprender a este respecto a mantenernos a la distancia adecuada, a ser inquebrantables en la consecución de todas las órdenes, a aplicar un acaudillamiento duro y una justicia dura. Los pueblos del Este, que han sido tratados muy injustamente, tienen respeto por la justicia, comprenden que se ahorque a un ladrón ... La representación del Reich alemán tiene que ser intachable, y también debe serlo la vida personal de cada individuo. Será muy bueno que los que cometan delitos sean encerrados por el comisario del Reich sin que medie el favoritismo. He leído algunas condenas judiciales duras que tuvieron que imponerse en Weißruthenien, precisamente, donde las autoridades alemanas cometieron algunos robos. Fueron condenados a muerte, y en ninguno de estos casos me he mostrado clemente. No tuvieron más remedio que perder la vida bajo la dureza de la ley. Hay que ir entendiendo poco a poco a diferenciar cuándo se lleva a cabo una comprensible reorganización de las cosas y cuándo se comienza a cometer un robo.
Para terminar deseo decir que sé el apego que ya le tienen todos a su cometido, y que hay soldados que maldicen estos parajes dejados de la mano de Dios y sin embargo ya se han contagiado, me parece a mí, del bacilo del Este. Se han percatado de que aquí reina una cierta libertad de acción, de que disponemos de un espacio que está pidiendo a gritos la dominación alemana. Y por ello creo que todos podemos mirar orgullosos y esperanzados hacia el futuro ... El imperio británico necesitó tres siglos para transformar la India. Estoy convencido de que nosotros, dentro ya de diez años, podremos volvernos a mirar henchidos de orgullo nuestras obras en el Este, porque no hemos enviado ahí a algunos pioneros, sino que tenemos a nuestras espaldas la fuerza de todo el Reich. Nuestra meta es devolver al pueblo alemán espacio vital, espacio para respirar, y confiamos en proporcionar al Tercer Reich independencia en lo tocante a materias primas, y garantizarle independencia alimentaria ante cualquier posible coalición oceánica.
Que Alemania se imponga en el Este es también una obligación de todos los europeos, es imperativo para ellos acompañarnos, y que los pueblos germánicos den en estas tierras su sangre en pro de esta causa. La sangre que corre por las venas de los holandeses es sangre germánica de la mejor calidad, debemos usarla más adelante en el Este. Confiamos en que esta sea la última guerra europea y con ello que se encuentre la solución definitiva para el destino europeo ... En lugar de un emperador alemán ha aparecido un Führer de todos los alemanes. La inquebrantable voluntad de conducirnos hacia el más grandioso renacimiento surgió en las abismáticas profundidades de los días de noviembre de 1918. El pueblo y el Reich tienen que constituir una unidad inseparable, y el salvaje Este se convertirá algún día en una tierra modélica y en la antesala del Reich de la Gran Alemania, y el poder de Alemania será la salvación de Europa.