Extractos del informe de Rosenberg «Besichtigungsreise durch die Ukraine vom 18. Juni bis 26. Juni 1942» («Viaje de reconocimiento por Ucrania del 18 de junio al 26 de junio de 1942»), (diecisiete páginas originales, a máquina), USHMMA RG-71, box 143.
A la visita a Ostland le sucedió un viaje por Ucrania.
Primero fui en mi tren especial a Rovno. Tras recibir el parte del comisario del Reich y el saludo de la delegación del ejército y otras instancias, una unidad del Hónved1 se puso a la cabeza de la columna de coches y entramos en Rovno. Tenía hasta cierto punto curiosidad por conocer esa ciudad de la que desde el comienzo de la misión en Ucrania solo nos habían llegado lamentos. Y, en efecto, resultaba de lo más deprimente. Parcialmente destruida por los tiroteos, parcialmente mugrienta, la población, nauseabunda, y la sede de nuestra administración allí, miserable. Ha debido de exigir mucha capacidad de superación trabajar aquí durante todo el invierno y poner en marcha, sin contacto con el Reich, una labor que tenía que llevarse a cabo en grandes territorios. Al poco de mi llegada se celebró un encuentro de todos los comisarios generales y un grupo de comisarios de zona. Koch expuso a grandes rasgos el trabajo que se estaba realizando. Luego yo me extendí algo más en mi alocución y desarrollé el conjunto de problemas que afectan al Este, y ahí me detuve sobre todo en la psicología del acaudillamiento de pueblos eslavos. Este punto había suscitado debates bastante encendidos entre el comisario del Reich de Ucrania y mi delegación. Koch había escuchado en boca del Führer algunas manifestaciones despectivas sobre los eslavos en general y creía estar yendo ahora sobre seguro, poder traducir esta manifestación [sic] inmediatamente en política práctica. Como tanto él como sus colaboradores se adherían abiertamente y sin reservas a este concreto método colonial pronto se materializó esta clase de trato a las personas de forma muy desagradable. En una ocasión tuve que intervenir con una orden inequívoca2 y obtuve después también un posicionamiento claro del Führer al respecto. Que a veces es necesario emplear mano dura con los pueblos del Este, sobre todo cumplir con firmeza las órdenes, es una verdad palmaria; por contra, la situación política global depende también de que se haga un uso razonablemente humano del libre albedrío que a fin de cuentas tenemos, especialmente con la población ucraniana ... Luego visitamos la Casa de Alemania, el primer edificio que levantó la administración alemana y en el que se reunían a comer todos los trabajadores del Comisariado del Reich y otros negociados. Era, en efecto, el primer edificio que tenía algo de acogedor. Ya era hora de que se creara al menos un punto de encuentro semejante en esta ciudad triste, judeo-polaca-ucraniana.3
[en Dubno:]4 Los ucranianos y ucranianas me recibieron como marca la tradición con sal y pan, y el jefe de sección pronunció un breve discurso en el que manifestaba la gratitud de los ucranianos por haber sido liberados del bolchevismo, el tema de todas las alocuciones en el Este, que aunque sincero seguro que pronto se le hará aburrido a la población.
Por la tarde nos volvimos a reunir en la Casa de Alemania, y fue ahí donde pronuncié el discurso oficial del comienzo de mi visita. En él hice una valoración histórica general de los acontecimientos presentes.
Para continuar el viaje el Führer había puesto a mi disposición un avión, conque a la mañana siguiente viajamos en él de Rovno a Kiev. Este vuelo, lo mismo que los que le sucedieron, nos proporcionó a todos una impresionante experiencia del espacio, pues tras dejar atrás algunos paisajes boscosos apareció, concretamente entre Kiev, Dnjeprpetrowsk [sic] y Nikolajew, la infinita llanura ucraniana, servida en una maravillosa bandeja, y es comprensible que haya habido soldados alemanes que en contacto con esta fecunda tierra no pudieran sino acariciar el proyecto de verla también al servicio de Alemania ...
Por la tarde hablé aquí también en Kiev a los comisarios de zona con claridad y presenté a Kiev como un centro, en primer lugar, histórico. Seguro que después también los ucranianos harán oír sus reivindicaciones. Pero primero era importante darse cuenta de que el enemigo más poderoso de la nación alemana era el imperio ruso en todas sus manifestaciones, y de que teníamos que movilizar todas nuestras fuerzas contra ellos, neutralizar esa gigantesca amenaza mediante la separación de territorios y de que también aquí había que hacer cuanto fuera posible por alejar al principal peligro, la amenaza moscovita. En el interior de la gran zona de Ucrania sería fructífero observar y promover los esfuerzos enderezados a la autonomía en los distritos generales sin tener que llegar por ello a una atomización de las confesiones y sectas. Y también señalé que nuestra tarea no era por ejemplo implantar la concepción del mundo nacionalsocialista, sino secundar los objetivos políticos de Alemania ...
A orillas del Dniéper visitamos después el cementerio militar alemán, donde habían logrado crear un lugar muy solemne, y se había trazado el plan de dar en él sepultura cuando fuera posible a cincuenta mil soldados que se encontraban dispersados por este gigantesco espacio.
Esta visita a Kiev fue muy instructiva en todos los respectos, tanto por la inspección de personalidades como del trabajo que se está haciendo, y también por que pude captar la atmósfera general que en mi opinión toda ciudad de alguna manera tiene, y que se obtiene mediante la observación de muchos detalles particulares hasta que se logra una vívida imagen de conjunto.
Después seguimos en avión hasta Dnjeprpetrowsk, antes Yekaterinoslav, la fortaleza zarista. Aquí gobierna ahora el comisario general Kalus Selzner. El contraste entre esta ciudad y Kiev era asombroso. Mientras que en Kiev todo avanzaba apática, lenta y pesadamente, la población de Yekaterinoslav era palmariamente más despabilada y vivaz. Dondequiera que fuéramos y nos moviéramos por las calles se reunían en torno a nosotros un público de jóvenes y gente mayor; de camino a Kamenzkoie los obreros de las industrias y los campesinos conversaban prolijamente sobre el ministro del Reich que acababa de llegar. La administración de Selzner, a fin de cuentas, también ha tenido una marcha mucho más efectiva y consecuente que la administración de Kiev. Selzner ha tenido la lucidez y energía práctica suficientes para que nadie ponga en duda la firmeza de la acción de gobierno, pero también ha rechazado enteramente que su gobierno se instale en la amenaza permanente ... Por lo demás, todos nuestros colaboradores aquí y en las otras ciudades han sabido construir un pedazo de Alemania en medio del desierto. El comisario municipal vive en la casa del antiguo comisario judío de Dnjeprpetrowsk. Por lo que se ve, en su momento la casa había sido una auténtica pocilga, del techo colgaban los cables del teléfono oxidados, el jardín era una montaña de suciedad. Y ahora ya estaba todo arreglado, la casa pintada, el recinto asfaltado, y para la arena del jardín el comisario habían hecho que los camiones que regresaban del mar de Azov le llevaran conchas. Habían plantado flores, y parece que los ucranianos habían admirado ojipláticos el surgimiento de este pequeño paraíso como parte de la cultura germánica ...